Abrir los ojos era lo más duro para mi en estos momentos. Comer, respirar, bañarme e incluso mantenerme con vida era algo que me costaba millones en estos momentos. Solo quería estar acostada en la cama durante todo el día, durmiendo o viendo la televisión. No quería hacer nada más que no fuese estar tumbada. Solo bajaba para comer y porque tenía que echarle comida al cuerpo por el bebe. Si por mi sola fuese, me alimentaria a base de aire y agua.
Debería estar arreglándome para bajar a desayunar e ir al trabajo, pero en lugar de eso estoy hecha un ovillo en la cama, sintiendo aún las oleadas de dolor que Ron había dejado a su paso cuando lo arraso todo. Me remuevo en la cama otra vez cuando unos golpes en la puerta me hacen soltar un enorme suspiro. Agarro la manta con fuerza mientras vuelto a taparme, ignorando por completo los golpes.
Los golpes siguen y yo los ignoro. Un minuto más tarde la puerta se abre y me deja ver a Jack, el guardaespaldas que el ministerio me ha asignado durante un periodo de tiempo. Tiene el pelo de color café claro y algo largo. Sus ojos son azules oscuros, aunque si te fijas un poco tienen un toque verdoso que los hacen más especiales. Mide 1'93, por lo que cuando voy con el siento que soy un llavero o una especie de peluche. Lleva unos vaqueros, unas deportivas negras y un jersey marrón del que asoma una camisa blanca por la parte del cuello.
Buenos días, señora Weasley. —dice Jack, dirigiéndose hacía mi ventana y abriendo las cortinas— Tendría que estar vestida desde hace un rato. La están esperando abajo.
Ya te he dicho que puedes llamarme Mar a secas, Jack. —suspiró, sentándome en el borde de la cama y sintiendo como el mundo a mis pies se derrumba—
¿Puedo serle sincero? —pregunta Jack mientras se sienta a mi lado. Yo asiento, así que él prosigue— No seré como el resto. No le diré que todo va a mejorar porque no lo sabemos. Se que todo esto es una mierda, créame. Ahora lo está viendo todo negro y quiere morirse, lo entiendo. Pero si deja que ese dolor la consuma cuando se de cuenta será demasiado tarde.
¿Acaso el gran Jackie ha sufrido un embarazo que su pareja no deseaba y le han dejado por ello? —bromeo un poco mientras lo miro. Es la primera vez que lo miro cara a cara después de tanto tiempo—
Hace años descubrí que la que sería mi futura mujer me estaba engañando con mi mejor amigo. —suspira Jack mientras se encoje de hombros— Los pille a los dos en nuestra cama. Llevaban un año haciendo eso a mis espaldas.
Oh, por Merlín, cuanto lo siento. —me disculpo, tapando mi cara con mis manos y maldiciéndome por haber soltado esa gilipollez—
No tiene porque disculparse, no lo sabía. —dice Jack, apartando con cuidado las manos de mi rostro— Lo que quiero decir es que se lo que se siente y puedo decirle de primera mano que lo va a superar. Llore, grite y rompa todo lo que quiera. Desahogué ese dolor de alguna forma, pero no deje que se acumule dentro. Tiene que levantarse y luchar para que ese dolor vaya a menos cada día. Eso es lo que hice yo y aquí estoy. Ya no me duele hablar de ella.
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