Dos días después tanto mi madre como yo recibimos una bonita correspondencia envuelta en una carta y dos vestidos preciosos. Era una invitación a la fiesta anual de fin de año de las familias fundadoras,ambos vestidos hacían juego con el otro. Mi madre miró la tarjeta y luego a mí.
-Tienes dos opciones de vestidos.
-Uno es para ti mamá.- repliqué. A mi mamá no le gustaban aquellos bailes o festividades públicas, era algo extraña pero nunca se había sentido agusto en demasiado público. Al igual que yo.
-Sabes que no me gustan.- dio media vuelta y se retiró. Siempre actuaba así cuando no quería ir a aquellos lugares. Mire ambos vestidos y aunque uno era rojo y precioso el de mi madre lucía con mayor madurez. Y así quería verme, quería que Michael me viera como mujer no como una niña.
Llegó el año nuevo y mi madre decidió que pasaría el año nuevo con la vecina, me sentí un poco mal por dejarla pero ella entendió que quería ir con Michael. El vestido era negro con incrustaciones de piedras en la parte del abdomen, tenia un ligero escote que me gustaba, con un corte de sirena que resaltaba mis pocas caderas y de mangas largas. Michael tenía excelente gusto por la ropa aunque no pareciera. Un mensaje llegó a mi teléfono.
Llego en veinte minutos. M.
Sentí una oleada de decepción al ver su mensaje seco. Mire mi cabello castaño más claro de lo normal e intente peinarlo de la mejor manera. Veinte minutos después Michael estaba allí, fumando un cigarrillo, un smoking hecho a la medida y una sonrisa brillante cuando me miró.
-¿Esa es mi chica? .- Sonrió al mirarme de pies a cabeza y reí.
-¿Tu chica? .- arquee una ceja. Se acercó a mí y su muy costosa loción inundó mis fosas nasales, su cabello ondulado peinado en una coleta, parecía un caballero oscuro de esos que quieres que te arrastren en su oscuridad.
-Mi chica.-Enseñó su sonrisa perfecta y me dio un beso casto. Lo tomé por los brazos, lo miré fijamente a los ojos y él frunció el ceño
-¿Cómo estás hoy? .- Volvió a sonreír ampliamente.
-Hoy es un buen día.
-Hoy es un buen dia…- Dije para que terminara.
-Así decíamos en rehabilitación, cuando nos encontrábamos bien.
-¿Fuiste a rehabilitación? .- pregunté algo asombrada, manejaba cautelosamente.
-Hace poco menos de un año, pero no funcionó. Varias veces en realidad.- Se encogió de hombros y algo oscuro y sombrío se asomó sobre sus ojos. Estiro un poco su brazo al volante y pude ver el hilo de una marca en su muñeca.
-Llegamos.- La casa parecía un cuento de hadas, la iluminación y decoración eran dignos de una escena sacada del Gran Gatsby.
-Wow.- Dije levantando una ceja y mirándolo.- Ustedes sí que saben hacer fiestas.
-Los Hijos De Anfield siempre.- Me guiño un ojo y rodee los ojos divertida.
Bajamos del auto, había al menos una docena de autos estacionados, la gente de Anfield que se había quedado en el pueblo empezaba a llegar. Casi todos los rostros eran conocidos, me detuve a saludar a algunos de ellos entre ellos a Megan y a su papá. Esa chica sabía cómo sacarse provecho. Su vestido rojo hacía juego con el rojizo de su cabello largo que caía en cascadas onduladas, resaltaba sus bien agradecidas caderas y me abrazó.
-Siempre he dicho que hay una mujer muy femenina y elegante en ti.
-Tu tampoco te ves mal.- sonreí a mi amiga. De una esquina Eden salió impresionantemente guapo.
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Los Hijos de Anfield (#1)[Completa✔]
Teen FictionEl olor me sacó de mis pensamientos. Un olor inundó mi nariz, el olor de un cigarrillo. Giré para ver de dónde venía el olor y mis ojos se abrieron como platos. Thomas Mikaelson estaba ahí, en la oscuridad, su traje impecable, con un vaso medio vac...