Daemon Le Brown era un nerd de la computadora y videojuegos, excelente hacker y bueno escuchando. Lo descubrí un día que iba a la biblioteca, buscando algo más acerca de las familias fundadoras y tarea como segundo plano. Había cubículos de estudio ahí, donde pasando por ellos lo vi a él. Estaba encorvado en la silla, como si lo que hiciera le aburriera, él se encontraba en un ángulo donde yo no podía ser vista, así que me tomé un momento para observarlo. Tenía unas cejas y perfil muy bonito, no había rastro de barba en él pero sí que se había rasurado en la mañana. Tomó su celular y contestó una llamada.
-Tommy.-Dijo sin más.-Si, yo me encargo, ¿comida para gato está bien? .- Su voz tenía una amarga ironía.- Bueno tampoco es que no lo merezca, te veo en una hora.
¿Comida para gato? ¿Para qué alimentar un gato? Recogió sus cosas y agache mi flacucho cuerpo antes de que pudiera verme, camine en cuclillas lo más rápido que pude para esconderme en el siguiente cubículo. Pasó a mi lado sin darse cuenta de mi presencia y giro a la derecha. Miré a ambos lados para ver si había muros en la costa y entré al cubículo.
La habitación estaba inundada de loción, al parecer todos tenían en común lociones varoniles y caras. Busqué por el cuarto alguna pista que me diera la vida, o los dioses de las chicas entrometidas. Durante unos minutos no encontré nada hasta que me agache para buscar debajo de la mesa y visualice un papel, como una nota. Y por todos los dioses de las notas y pistas de las chicas entrometidas sabía que eso era una señal. Al abrirlo sólo había una dirección escrita: M.Night Street 1506. Conocía esa calle, no iba seguido por ahí, era parte de los "barrios peligrosos de Anfield" si consideras peligroso un montón de casas en mal estado y la falta de alumbrado público en la mitad de la calle. Mientras pensaba, visualice que había un cajón en la mesa de estudio y que era raro pues esas mesas no tenían cajones y menos con llaves. Dejé la nota de lado y me concentré en la entrada de la llave de ese cajón. Era una llave normal, nada del mundo 007 que no pudiera abrir.
-¿Se te perdió algo? .- pegué un pequeño brinco, Daemon Le Brown se encontraba ahí, jugando con una pelota antiestrés.
-Am, buscaba un lugar para estudiar.- Sus ojos azules me miraron fijamente por un momento.
-Oh bien, bueno este es mi cubículo personal. Sólo que olvidé cerrarlo.- Dijo sin más, como si fuera un perro que hubiera adoptado.
-Oh lo siento, Daemon. ¿Cierto? .- Dije recordando la nota en mi mano y que intenté esconder ágilmente en mi bolsillo trasero.
-Eres Morgan supongo.- Levantó su mano para estrecharla.- Te conozco, bueno dicen que le diste una paliza a Mike y Tom.
-Supongo es cierto, si lo dicen- Dije con media sonrisa.- Pero no te interrumpo.
-De hecho, me sobra una llave. Puedes quedarte aquí a estudiar si quieres y te doy una llave.
-¿Por qué harías eso? .- Mencioné con ironía.
-Cualquier chica que le haya pateado el trasero a Mikaelson y Landon se merece una llave.- se encogió de hombros y me sonrió. Tenía una boca a la que cualquier chica querría besar.
-De acuerdo.- Era mi oportunidad para acercarme a ellos y continuar con el plan. Sacó una llave de su llavero y me la entregó.
-Sólo no traigas gente aquí, es un espacio algo personal.- Sin más dio vuelta y se retiró. Mandé un mensaje a Megan diciendo lo que había ocurrido.
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Los Hijos de Anfield (#1)[Completa✔]
Ficção AdolescenteEl olor me sacó de mis pensamientos. Un olor inundó mi nariz, el olor de un cigarrillo. Giré para ver de dónde venía el olor y mis ojos se abrieron como platos. Thomas Mikaelson estaba ahí, en la oscuridad, su traje impecable, con un vaso medio vac...