18. Saint Jones

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Dedicado a todos ustedes, por leer y cumplir este pequeño sueño. Te quiero

Apagó el intercomunicador.

-Lo tuyo son las entradas triunfales.- Ladee mi cabeza, mi frustración por mi tono de voz era evidente y el sarcasmo que no podia faltar  en mi tambien.

-Te mentiría si no.- Camino hacia la entrada y espero a que lo siguiera. Caminábamos de lado a lado, su corpulento cuerpo y mi delgada complexión cabían perfectamente en el estrecho pasillo.

-¿Es cierto todo lo que me dijo? .-Pregunté mirándolo.

-Para eso necesitamos los diarios. Lleva tres años contando la misma historia.

-¿Y tú qué crees? .- Pensó un momento la respuesta.

-Si y no. Todo encaja en su historia.- Sacó un cigarrillo de un pequeño cartucho de metal. Tenía sus iniciales grabadas. Se dio cuenta que miraba la caja con curiosidad.

-Fue un regalo.

-¿De quién? .- No respondió.- Creí que no fumabas.

-Se los robé a Michael. En realidad no lo hago, sólo  que a veces es necesario.

-Cuando algo te preocupa.- Me miró de reojo, sin responder y salimos hacia la cocina.

-¿Dónde están todos?

-Ocupados. Yo te llevaré a tu casa.

-¿Y Michael? .- Me miró curioso.

-Tu príncipe oscuro está donde tienen que estar. Se que estas decepcionada pero hoy no lo verás.- Una punzada de decepción entró en mi, una que no le admitiria a Thomas.

-No es lo que piensas.- replique a la defensiva.

-Como sea. Vamos.-  Hizo un ademán con la mano como si no le importara. El camino a casa fue silwncioso, como siempre lo era con el.

Nos estacionamos frente a mi casa.

-Necesito la caja que hurtaste.- La había olvidado por completo.

-¿De quién es la tienda de M. Night Street? .- Conteste curiosa ante su tono demandante.

-Un viejo amigo. Es el Señor Carter .- Ese apellido retumbó en mi cabeza.

-¿Es familiar de Linda Carter? 

-Es su esposa. Ellos fueron nuestro contacto aquí.- Otro cabo atado. Recordé el día en el pub y como Michael le había sonreído amablemente.- Trabajaron para nuestras familias mucho tiempo. Nos ayudaron cuando todo se complicó hace tres años.- Miro hacia mi casa y luego a mi.- La caja Adams. Tengo cosas que hacer.- A veces parecía que todo lo engreído se esfumaba y luego tenía sus barreras de nuevo.

Baje del auto y caminé hacia mi casa, sentí sus pasos seguirme. Me giré a mirarlo.

-¿A dónde crees que vas?

-Voy por la caja.

-No entrarás a mi casa.

-Esperaré afuera, nena.- esa estúpida palabra de nuevo.

-Creí que habíamos superado eso.- me crucé de brazos y rodeé los ojos.

-No te emociones, puedo llamarte muñeca si te gusta más.

-A veces pienso que no podrías ser más imbécil y sacas algo nuevo.

-¿Con esa boca besas a tu madre?

-¡Solo quédate ahí! Dios que irritante eres.- Volvia a ser el mismo Thomas, egocéntrico e idiota. Me sonrió coquetamente al estilo que solo Thomas sabía hacerlo. No me di cuenta que alzaba la voz y mi madre apareció en la puerta.

Los Hijos de Anfield (#1)[Completa✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora