Malos entendidos. Parte 2

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Narra Milo:

Estaba desesperado y angustiado. Me había precipitado con Camus y el distanciamiento entre ambos, eran la consciencia de ello.

Te amo...

Salió de mí boca, como si hubiese vomitado aquellos sentimientos sin darme cuenta.

Que estúpido que soy.

¿En qué pensaba? ¿Cómo se me pasó por la cabeza siquiera pensar que él en el estado en que está y casado podría meterse conmigo?

Pero hay algo que me dejó pensando... Me correspondió... Correspondió los besos, las caricias y hasta se movía en mí regazo... ¿Entonces?... ¿Le atraigo? ¿Me desea? No había otra explicación al por qué actuó de ésa manera.

Días enteros pensado en lo mismo, días enteros extrañándolo, deseándolo y anhelando, desesperado que me mandara algún mensaje... Un mensaje que calmará está agonía que sentía al no saber nada de él, al no tenerlo, verlo, escuchar siquiera su voz, esa voz que se había convertido en el combustible que mí cuerpo necesitaba para respirar. Me sentía perdido sin su presencia.

Lo necesitaba... Lo necesitaba como necesito el aire para vivir.

Pero nada llegó.

¿Sería este el fin de nuestra relación?

No , no iba aceptarlo. Él me gusta y mucho, estoy seguro que yo también le gustó.

No me rendiría.

Preguntarle a Shura sobre Camus no era una opción. El español ya estaba caldeado con el tema del embarazo y la prueba de paternidad y si le cuento que me bese con él y le dije que lo amaba, me mataria ahí mismo sin pensarlo.

Mí otra opción era Degel, aunque fuera su hermano, está de mí lado y no dudaría en echarme una mano con el bello zafiro.

Mientras desayunaba y me comía la cabeza pensando en como haría para arreglar todo ésto y volver acercarme a Camus... Shura me llama.

- Hola Shura

- Milo ¿Cómo estás? Te llamaba por qué necesitó, cuando puedas, que te pases por el consultorio, tengo que extraerte sangre para el análisis.

- ¿Camus ... Camus ya fue? - el preguntar por él fue involuntario.

- Si, vino ayer - me contesta seco.

- Gracias amigo, hoy mismo voy y terminemos con esto.

- Nos vemos.

De golpe y seco cortó el teléfono y lo sentí como una cachetada certera a mí cara. Estaba en deuda. Una muy gorda.

Tenía que poner mí mente en claro, debía ir a clases y no podía llevar mis penas al trabajo. Me refriego la cara con ambas manos, como si aquel gesto podria desaparecer mis ojeras.

El timbre sonó...

- Hola Kardia ¿Cómo estás? - estrechamos nuestras manos y nos acercamos para palparnos las espaldas.

- Que cara que tienes ¿Tiene que ver con Camus y el beso que se dieron? - me mira divertido.

- Algo así, también le dije que lo amaba - mí voz sale cansada - ¿ Camus habló con Degel?

- Si, son hermanos y se tienen confianza. Le contó todo y ... Bueno Degel me contó a mí - alza los hombros - si quieres saber habla con Degel, él conoce más a su hermano ¿Shun está listo? Estoy apurado, no quiero que los niños lleguen tarde al colegio.

Gracias a ti #pgp2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora