La vida da demasiadas vueltas, a veces tantas y tan bruscamente que nos marea en el proceso, nos desorienta de nuestro rumbo y nos hace tomar caminos equivocados.
Nos pega duro, nos hace dudar, equivocarnos, caer y tropezar una y otra vez, sin embargo nos levantamos y seguimos adelante, renacidos y más fuertes.
Buscamos incesantemente nuestro camino, nuestro destino y el amor. Nos perdemos, nos desviamos de nuestro objetivo y muchas veces terminamos buscando cariño en los brazos equivocados, en los labios de personas que serán efímeras en nuestra vida, amores que solo entrarán en tu vida en un tiempo determinado, en el momento que necesitas de esas personas hasta encontrar el amor verdadero o simplemente siempre estuvo ahí, tan cerca nuestro que lo ignoras, aún así, al final, terminas con él.
La construcción, de lo que sería el nuevo hogar de Camus y Milo, había comenzado al fin.
Ya había pasado un largo e interminable mes desde la muerte de Surt y resurrección de Kardia.
El francés, se había tomado ese mes para descansar de sus obligaciones, el último año habían sido una locura que lo había agotado a niveles extraordinarios.
Pasaba horas en su casa embalando sus cosas de su antiguo hogar, repasando en su mente todo lo que debía de hacer aún y eso lograba agotarlo más.
Milo lo ayudaba en lo que podía en su tiempo libre, repartía su tiempo entre los niños y los cuidados de su hermano.
Con su pelo recogido y sentado en el suelo rodeado de cajas, el acuariano seleccionaba lo que se iría a su casa nueva y lo que sería donado o tirado a la basura. Tarareaba una canción mientras miraba las fotografías familiares, decidió guardarlas para que Shijima tenga fotos de su padre.
Aioros trabajaba en la oficina ubicada en el centro de la ciudad, había estado muy atareado en los nuevos proyectos de la constructora y en la casa de Monnier.
En ese mes no había visto lo suficiente como hubiera querido a Shura, sobre todo porque este último se la pasaba en la casa vieja de Camus y él en la nueva.
Le disgustaba pero no protestaba, suponía que era porque el francés estaba en un especie de duelo y necesitaba a su mejor amigo a su lado.
El que si se la pasaba en la construcción era Saga. Aioros se había llevado una gran sorpresa al enterarse que el hermanito menor de su primer amor, era la pareja de su cliente.
Su presencia no le disgustaba, la compañía del griego era siempre amena. Le traía flores, regalos y hasta café en un intento de volver a conquistarlo. Le prestaba atención y eso le encantaba, más aún por que no la recibía por parte del español. Sin embargo, Saga nunca se había propasado con él y contra todos pronóstico, era todo un caballero que lo respetaba.
Miraba su celular esperanzado que el tiempo se pasará rápido, no faltaba mucho para la hora de salida, ese mediodía había quedado en almorzar con Shura.
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Gracias a ti #pgp2023
FanfictionMi vida en este momento es todo lo que siempre quise. Un esposo cariñoso que me ama, un hijo hermoso que es muy dulce e inteligente, una profesión, casa, perro y todo lo que quisiéramos. Éramos muy unidos y sentía que nada nos podía separar. Bueno e...