Prologo

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Ahí estaba yo sentado en el porche mi casa, tomando una tasa de café , junto a mi pequeño hijo que jugaba en el piso de madera obscura con el perro. Es un hermoso día soleado de verano, de esos días donde el sol pega en tu rostro y te da paz y calidez.

Cerré los ojos al sentir la luz del sol posarse en mi rostro, la calidez que sentía en mis mejillas me daba la fuerza que necesitaba cada mañana, adoraba esa sensación en mi rostro. Abrí los ojos al sentir un ligero beso en mis labios, era él, sentí como unos mechones de pelo rosaban mi nariz haciéndome cosquillas.

- Camus amor ya me voy- me dio otro beso en los labios- tengo una reunión importante en dos horas y no quiero retrasarme- dijo mientras me daba un fuerte abrazo.

- Buen viaje cariño, llámame al llegar por favor- pedía mientras lo abrazaba sintiendo como su perfume amaderado invadía mis sentidos- Shijima hijo! Saluda a tu padre que ya se va y no lo veras por 3 semanas.

Mi niño levanto su vista y miro a su padre con una sonrisa tierna y triste a la vez por que su progenitor se iría, otra vez ,por un largo tiempo.

- Chau papito te voy a extrañar mucho- dijo mi niño mientras le tiraba los brazos a su padre para que lo alzara a upa- ¿Cuándo vuelves papito?

- En unas semanas mi pequeño, no tardare mucho te lo prometo- adoraba verlos así abrazados, una imagen hermosa para un padre orgulloso de su familia, mas no podía pedir en mi vida-y cuando vuelva terminaremos tu casita del árbol ¿Qué dices?.

- Claro papito te esperare!- decía Shijima con alegría mientras abrazaba por ultima vez a su padre- te quiero mucho, buen viaje papi.

Se marchaba a un congreso de cardiología y luego se quedaba unos semanas para averiguar para poner un consultorio privado en Paris, ya que en la capital era muy solicitado y nosotros vivimos en un pueblo a una hora de distancia. Él es uno de los mejores cardiólogos de toda Francia, bueno yo también lo era, pero no tan reconocido como él. Quizás se deba a que no ejercí desde que Shijima nació. Preferí dedicarme a cuidar de el y solo atender a los pacientes de Surt cuando él estaba de viaje, que últimamente era muy seguido a decir verdad.

-Chau familia! nos vemos en unos días, los amo- gritaba mientras subía al auto. Shijima y yo le devolvíamos el saludo moviendo nuestras manos.

Mi vida en este momento es todo lo que siempre quise. Un esposo cariñoso que me ama, un hijo hermoso que es muy dulce e inteligente, una profesión, casa, perro y todo lo que quisiéramos. Éramos muy unidos y sentía que nada nos podía separar.

Bueno eso creía...

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Bueno mis queridos lectores les traigo mi primer historia.... Tenia esta idea dando vueltas hace tiempo pero no me animaba a escribirla. Espero que les guste, sepan que no soy escritora asique no va a ser perfecta por supuesto así que les pido respeto y paciencia. Gracias por leer.

Gracias a ti #pgp2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora