Me mentiste

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Estaba totalmente aburrido a estás alturas. Ya no sabía más que hacer en su casa.
El reposo había llegado al punto del aburrimiento extremo.
Él se sentía bien, pero Shura seguía insistiendo que el indio se quedará un tiempo más en su casa.

Visitaba a Camus de vez en cuando o este venía a su casa y Shura también hacía algunas apariciones por su hogar, siempre evitando encontrarse con Mu para ahorrarle problemas al rubio.

Discutía con el español por mensaje, esté le decía que debía decirle a su pareja la verdad sobre la paternidad se las niñas.

Su ex pareja no paraba de insistirle y decirle que mientras más dejara pasar el tiempo peor serían las consecuencias.

Shura no lo entendía. Era muy fácil decirlo para él porque no tenía que enfrentar a Mu.

Fastidiado dejó su celular cargando y decidió que tomar un baño relajante con esencias de lavanda sería una buena idea.

Dejó la cocina, abandonando su celular sobre la encimera enchufado al cargador y se deslizó con dificultad a su baño, ya contaba con 6 meses de embarazo gemelar.

Puso música relajante en la bocina ubicada en el baño

Lleno la tina con agua caliente y echo al agua sales y esencias de lavanda. Recogió su cabello y después se desnudarse se metió al agua con la esperanza que esté baño logrará relajarlo y quizás tomar coraje para hablar con Mu.

Nunca escuchó cuando Mu paso por la puerta principal de la casa.

Al ingresar a la sala, el tibetano llamo a su pareja pero no obtuvo respuesta alguna.

Al escuchar la música suave provenir del baño, Mu supuso que su girasol estaba tomando uno de sus habituales baños relajantes.

Prefiero no molestarlo e ir a la cocina por algo que picar antes de preparar la cena.

Buscaba en el refrigerador una cerveza fresca cuando sintió el celular del rubio vibrar sin parar.

No le dio importancia. El celular del indio siempre recibía llamadas o mensajes de su oficina o pacientes, al igual que el suyo con los clientes del taller.

Colocó en una bandeja fiambre y tomates que había en la nevera. Un sándwich le vendría bien.

Apoyó la bandeja de porcelana blanca en la mesada, justo al lado del móvil de Shaka.
Mientras untaba mayonesa en el pan, miró de reojo la pantalla del aparato que no dejaba de vibrar.

No le gustaban invadir privacidad de su pareja, pero al ver el nombre de Shura en las notificaciones de mensajes los celos se apoderaron de él.

Si bien entendía que ellos habían sido pareja pero que ahora eran simplemente amigos, tenía que admitir que la cercanía de ambos le molestaba un poco.

Desbloquea el celular deslizando el dedo sobre la pantalla. Se debatió internamente por un segundo de si hacerlo o no. La curiosidad le ganó.

Miró atentamente aquella notificación y suspiro. Si su pareja hablaba tanto con Shura él quería saber de qué se trataba.

Apretó la notificación y su estómago se tensó por el calambre que le dio producto de los nervios.

El chat con todas las conversaciones de Shaka y Shura había sido abierto como la caja de Pandora.

Leyó detenidamente cada palabra allí escrita. Nada fuera de lo normal, solo conversaciones sobre el embarazo y consejos de Shura.

Le dio la impresión que allí faltaban cosas, como si hubieran huecos en la conversación, como si Shaka hubiera borrado algo.

Gracias a ti #pgp2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora