XXIV

2.1K 241 10
                                    

¡Hay más peligro en tus ojos que en veinte espadas! 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Hay más peligro en tus ojos que en veinte espadas! 

William Shakespeare

William Shakespeare

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





No estaba paranoico.

Desde mi punto de vista, observar de cerca a alguien que tenía todo mi afecto se llamaba preservación y cuidado, no paranoia. 

E incluso si lo fuera, ¿Cuál era el problema? En lo que respecta a la seguridad de mi dulce Emeraude, no me arriesgaría. 

Así como no me arriesgué cuando se trataba de mi hija. Así que no era de extrañar que, en este momento, estuviera escondido entre los árboles en el pantano donde vivía mi compañera, tratando de escuchar o ver cualquier indicio de su presencia debidamente asegurada y protegida en su hogar.

Algo me había estado molestando desde que mi querido hermano Finn me dejó atrás esta tarde, con una amargura en mi estómago junto con un escalofrío por mi espalda después de insinuar que alguien estaba persiguiendo a mi ángel moreno. 

A pesar de que Finn estaba hablando solo con el propósito de atormentarme y preocuparme, no me sentía así. Después de todo, mi hermano no era conocido por su ironía y por usar mentiras para burlarse de nosotros. 

Finn era un idiota, pero un idiota sincero.

Así que lo mejor que podía hacer era comprobar por mí mismo que no le pasaba nada malo a Emeraude, además de comprobar si alguien realmente la estaba siguiendo. 

Todavía no me había acostumbrado a este sentimiento de pertenencia y necesidad de alguien más, y es por eso que tal vez no estaba manejando este tema correctamente. 

Durante unos minutos había estado posicionado entre los árboles y la oscuridad del pantano, mis sentidos en alerta tratando de identificar cualquier presencia misteriosa o cualquier signo de mi compañera mientras mis pensamientos vagaban por todas las alternativas posibles sobre cómo podría acercarme a Emeraude para tratar de arregla las cosas entre nosotros. 

Honeymoon • Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora