Giró la cabeza hacia Lisa y la vio mirando al frente.
–Tengo la sensación de que estás esperando que me disculpe por lo que acaba de ocurrir.
–Ha sido un error lamentable –le contestó Lisa con tranquilidad–. Es todo.
Jennie se agarró al volante, incapaz de creer lo que acababa de oír, si no se hubiese sentido tan frustrada hasta se habría echado a reír.
¿Un error lamentable?
¿Hablaba en serio?
A juzgar por la expresión de su rostro, sí.–¿Y siempre participas con tanto entusiasmo en los errores lamentables? –le preguntó Jennie con frialdad.
–Tal vez me haya dejado llevar por alguien con mucha más experiencia que yo.
Estaba segura que había dicho aquello como una crítica, pero Jennie asintió satisfecha al darse cuenta de lo que significaba.
¡Por supuesto que ella tenía más experiencia que Lisa!
Solo otra chica inocente, o con mucha experiencia, habría actuado con semejante pasión para después mostrarse tan ofendida, y evidentemente no era lo segundo.
Sus pensamientos fueron entonces hacia otra sorprendente dirección.
La velada le había resultado muy divertida, salvo el frustrante final.
Le había gustado hablar con Lisa.
Lisa quería ir despacio.
¿Qué había de malo en eso?
¿Acaso no era lo principal que se debía hacer cuando apenas se conocen?Jennie imaginó lo que sería tener que esperar para acostarse con Lisa.
Tener que contener el deseo sexual que iba creciendo en su interior. ¿No tendría después como recompensa el sexo más sensacional del mundo?
El carro entró en el largo camino de grava que llevaba a la casa y Jennie la vio mirar hacia las ventanas del piso de arriba, donde la luz estaba encendida, y ponerse tensa.
¿La pondría nerviosa que su madrastra siguiese levantada, esperándola?
Si era así, tal vez lo mejor era haberla llevado a casa.
No sería bueno para su reputación haberlo hecho al día siguiente por la mañana, con Lisa vestida de la misma manera que la noche anterior.....
–Para aquí mismo, por favor Jennie –le pidió Lisa.
Ya se había desabrochado el cinturón de seguridad e iba a abrir la puerta.
–No te preocupes, no te voy a morder –le contestó Jennie
Lisa pensó que era una ironía que le dijese aquello, cuando estaba deseando que Jennie le mordiera los pechos endurecidos.
–Muchas gracias por la cena –añadió Lisa–. Me lo he pasado muy bien.
Jennie rio. Desde luego, Lisa era única.
A pesar de la frustración, la novedad de la situación la tenía entusiasmada.
¿Cuántas veces le había dicho sus conquistas que no, habiendo la química que había entre ambas? Ninguna.
Lo normal era que viese a alguien con quien pasar la noche, la desease y se la llevará a la cama. Salvo en esa ocasión.
–Entonces, ¿Cuándo vamos a volver a vernos?
Lisa tardó un segundo en girarse a mirarla.
Sabía que sería una locura volver a ponerse en una situación igual.
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Falso Honor (Adaptación Jenlisa G!P)
FanfictionNo todo lo que reluce..... es oro Jennie Kim era una mujer fría y calculadora de negocios que reconocía una oportunidad en cuanto la veía, y Lalisa Manoban, con su dulce vulnerabilidad y antiguos valores, era una chica linda y tranquila sin duda la...