Capítulo 28

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Jennie sin duda pronto descubrió que, en cuanto se corrió la voz de que su esposa había vuelto a su antiguo hogar y estaban distanciadas, volvieron a considerarla disponible y volvió a despertar mucho interés entre las demás chicas a su alrededor.

Y eso no le gustó.

No le gustó en lo más mínimo.

Las demás chicas que se acercaban a ella la buscaban por su estatus social y riqueza, eso internamente en su mente le causaba repulsión y su conversación con las demás personas  le parecían vacías.

Se dio cuenta tarde de que Lisa había sido una excelente compañía siempre que habían salido a cenar o a eventos sociales, además de ser otra la evidente atracción de ambas cuando volvían a casa.

La cena empezó a parecerle una comida demasiado solitaria sin Lisa a su lado, o en otros casos un ritual por el cual tenía que pasar con una compañía que no le agradaba cuando iba a eventos.

Llamó a sus abogadas de su compañía Internacional, esperando oír lo que querían sus pensamientos, que Lisa sin duda había aceptado todo lo que le habían ofrecido ellas de su parte, pero sus abogadas le dijeron todo lo contrario.

–¿Nada? –preguntó Jennie con incredulidad y asombro.

– Absolutamente nada, la Señorita Manoban no quiere nada de lo que le ofrecemos–respondió su abogada muy pacientemente, solo para que no hubiese malentendidos.

Luego Jennie al no creer eso pidió que la investigasen, para saber qué estaba haciendo con su vida, y la respuesta la sorprendió.

Lisa seguía viviendo en el apartamento que había encima del salón de té y había retomado su trabajo como camarera y además había buscado otro trabajo más en la noche.

Había vuelto al mismo lugar con el insignificante trabajo.

A Jennie le sorprendió que Lisa se hubiese conformado con tan poco cuando podía tener tanto de su riqueza, y eso hizo que pusiese en duda todas sus certezas.

¿Como se puede conformar con tan poco, si la había engañado para sacarle su riqueza? ¿Sería que se estaba equivocado al pensar eso de Lisa?

Pero sus dudas se despejaron cuando llamó a su detective.

Esperó hasta que recibió de su detective unas noticias que le causaron una triste satisfacción, pero era lo que quería escuchar.

¡Lisa había empeñado las perlas de su madre!

Con eso solo pudo pensar que Lisa las había querido recuperar solo por lo que valían y no porque tuviesen un valor sentimental para ella, y a Jennie le alegró que hubiese tenido que venderlas por tan poco dinero.

Luego intentó trabajar lo máximo en sus campañas publicitarias y en sus empresas, trabajaba todo lo posible para olvidarse de Lisa.

Pero esa semana le llegó una postal desde Inglaterra.

La postal era de la hermana de Lisa, Rosé que le enviaba una extraña composición de colores que, claramente, había pintado ella.

El mensaje era breve:
    
Hola, Jennie. Me acaban de aceptar en la escuela de arte esta mañana, gracias a los resultados de mi examen.

Empiezo en Noviembre. Solo quería darte las gracias, o tal vez debería decir millón gracias, por haber hecho todo lo posible por ayudarme a mí y a mi hermana, espero y se la estén pasando muy bien las dos.

Posada cuida mucho de mi hermana.

Hasta pronto, con cariño Rosé.
   
Jennie miró la postal confundida.

¿Como era posible?

Al parecer, Rosé no tenía ni idea de que se había separado de su hermana.

Y todavía Rosé pensaba que ella le iba a financiar los estudios y la estaba apoyando económica desde hace tiempo. ¿Qué estaba pasando allí?

Jennie salió a la terraza con el corazón acelerado e intentó unir las piezas del rompecabezas.

Hasta que se dió cuenta ella misma de dónde había salido el dinero para la escuela de Rosé, y lo que eso significaba.

Cerró los ojos y las manos con fuerza.

¿Había vendido Lisa las perlas de su madre para que su hermana pudiese estudiar arte?

¿Se habría equivocado pensar lo más terrible de Lisa desde el principio?

¿Se había equivocado acusandola con falsos testimonios?

¿Se abría equivocado al juzgarla tan mal, al creer que solo se había casado por su dinero?

Miró hacia lo lejos, pero no vio nada más que el brillo de los ojos de Lisa mientras se despedía de ella con un beso en la mejilla.

Y se sintió terriblemente arrepentida.

¿Qué había hecho?..

Sería muy tarde para pedir perdón....

Jennie se quedó allí sentada hasta que el sol desapareció en el horizonte, hasta que la terraza estuvo iluminada solo por la luna.

Nuevamente se preguntó ¿Sería demasiado tarde para pedirle un perdón que no se merecía en absoluto?

Apretó los labios y fue a buscar unas cuantas cosas que necesitaba.

Tal vez fuese demasiado tarde, pero al menos tenía que intentar arreglar las cosas con Lisa.

Porque si no lo intenta no sabrá que pasará en un futuro.

Porque la persona que no arriesga no gana y si quiere recuperar ese lindo amor que tenía antes con ella, ahora era el momento indicado.

Pero antes de ir a buscar a Lisa necesitaba hacer otra cosa muy importante.....

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Gracias por leer ✨

Falso Honor (Adaptación Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora