Capítulo 22

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–¿Qué estás haciendo? –le preguntó Lisa, viendo a Jennie como estaba a pocos pasos de ella.

–Nada, todavía. ¿Por qué? ¿Qué quieres que haga Lisa?

Lisa quería que Jennie dejase de mirarla así, como si fuese un trozo de carne.
–Quiero que me dejes sola.

–No es verdad.

–Sí.

Lisa gritó y cayó sobre las almohadas cuando Jennie se tumbó en la cama y la besó desesperadamente.

Lisa lo permitió. Dejó que sus dedos la tocaran en todo el cuerpo y se le escapó un traicionero gemido de placer.

Todavía podía resistirse.
Podía apartarla antes de que se quitará toda la ropa.

Entonces, ¿Por qué la estaba ayudando a hacerlo?

¿Por qué estaba quitándole la blusa? Y luego ¿Por qué no hizo nada cuando la vio ponerse un preservativo?

La vio quitarse absolutamente toda su ropa.

Notó cómo le separaba los muslos y  dejó que ella lo hiciera, porque quería que ella lo hiciera, estaba tan excitada y tan húmeda que gritó de placer cuando Jennie la penetró.

Entonces, vio que Jennie se quedaba inmóvil un momento y que inclinaba la cabeza para susurrarle al oído, en voz seductora.

–¿Por qué no me demuestras lo que eres capaz de hacer, Lisa?

Era un comentario imperdonablemente prepotente se parte de Jennie, dadas las circunstancias, Lisa cerró los ojos e intentó tener el valor de decirle que se vaya, sabiendo que lo haría.

Pero lo cierto era que no quería que Jennie se vaya.

No podía permitir estar peleadas y que ella desapareciera de nuevo.

Cuando la penetraba, tenía la sensación de que se unían a la perfección, ¿O era una sensación puramente física?

Apoyó la mano en sus hombros para hacer que se tumbase boca arriba y quedar ella encima.

Intentó moverse, al principio con cuidado, y luego, al oírla gemir de placer, con más seguridad.

La apretó con fuerza con los muslos y disfrutó del erótico movimiento, sintiendo su suave y cálida piel.

Y cuando vio que Jennie empezaba a perder el control, inclinó la cabeza y la besó.

Jennie apartó la cabeza al principio, pero no tardó en ceder y permitir que profundizará el beso.

Poco después la había agarrado con fuerza por las caderas y había llegado al orgasmo dentro de ella.

Lisa notó su respiración caliente y entrecortada contra el cuello y esperó a que los espasmos se fuesen calmando.

Estuvieron un rato en silencio, inmóviles, hasta que Jennie se apartó de ella y Lisa se sintió decepcionada y se odió por echar tanto de menos tenerla dentro.

Jennie se tumbó de lado, se apoyó en el codo y acercándose le susurró casi contra los labios:
–No ha sido justo, solo he disfrutado yo sola –le dijo.

Lisa tragó saliva.
–No importa.

–Claro que importa –le dijo Jennie, metiendo la mano entre sus muslos para acariciarla–. Importa, y mucho.

–Jennie.....

–Shh.

Todo fué tan rápido y superficial, y Lisa estaba tan excitada que no pudo evitar que Jennie le provocase otro orgasmo.

Después, sintió ganas de enterrar el rostro en la almohada, avergonzada, pero supo que Jennie no quería verla llorar.

Tenía que enfrentarse a la verdad, por desagradable que fuese.

No podía echarle a Jennie la culpa de todo.

Ella había contribuido a crear aquella situación, al no hablarle de su pasado.

Había sabido cómo era Jennie desde un inicio, había sabido cuáles eran sus ideales, y había seguido con aquello.

Era cierto que a ella le había parecido un amor real porque Jennie cada día hacía algo para conquistarla y hacer que acepte la propuesta de matrimonio, pero a Jennie eso ya no le importaba.

Solo le importaba el engaño y la supuesta traición que cometió.

Tenían que enfrentarse al futuro y hacerlo con dignidad juntas.

–Entonces, ¿Qué vamos a hacer a partir de ahora? –le preguntó Lisa.

Jennie estudió su rostro enrojecido y sudoroso y se hizo la misma pregunta.

Supo que no tenía que haber hecho lo que acababa de hacer.

No tenía que haber vuelto a acostarse con Lisa, ni haberle provocado un orgasmo tan frío después.

Se sintió mal consigo misma a pesar de que su cuerpo todavía temblaba de placer.

Guardó silencio mientras sopesaba las diferentes posibilidades que tenían.

–Si no hubiésemos consumado el matrimonio, podríamos anularlo –empezó a decir Jennie–. Como lo hemos hecho, habrá que ponerle fin lo antes posible, ¿No?

Lisa pensó en un gato que había tenido, su querido gatito, que había vivido muchos años. Cuando había enfermado, el veterinario había dicho que lo mejor era poner fin a su sufrimiento.

Aquello era parecido con lo que estaba viviendo ahora.

Pero no iba a pedirle a Jennie una oportunidad para arreglar las cosas, porque era evidente que para su esposa no era posible.

–Puedo volver a mí antiguo hogar –le dijo.

Jennie negó con la cabeza, mientras pensaba rápidamente e intentaba encontrar una solución.

–No, Lisa. En eso te equivocas. No quiero que salgas de aquí con expresión triste y los ojos enrojecidos.

La gente pensará que soy una idiota o me juzgará mal. Y no quiero ninguna de las dos cosas para mí imágen.

–Entonces, lo único que importa es tu reputación e imágen, ¿No?

–¿Tú qué crees Lisa? –replicó Jennie–. He trabajado muy duro yo sola para conseguirla y no quiero que tú lo estropees todo.

—Escucha bien, si haces lo que te diga, conseguirás lo que querías. La casa de tus padres será tuya y te daré una generosa asignación, si sigues mis órdenes.

Lisa la miró fijamente. Era como una extraña. Una extraña seria y peligrosa.

–¿Qué quieres decir?

Jennie se encogió de hombros.
–Es muy sencillo Lisa. Finges ser mi querida esposa durante seis meses, y luego diremos que tienes nostalgia de tu hogar. Que echas demasiado de menos atus familiares y que vamos a separarnos de manera amistosa.

–¿Y si me niego a lo que dices? ¿Porque quiero irme ahora?

–No creo que quieras hacerlo –le respondió Jennie–. No creo que estés en posición de hacerlo, Lisa. Si te vas ahora, te haré la vida imposible.

Lisa abrió la boca para contradecirla, para decirle que podía negarse si se le daba la gana, y que no le importaban sus amenazas, pero lo cierto era que en esos momentos sentía un cansancio mental y no le salían las palabras.

Y además en esos momentos, no podía enfrentarse sola a los problemas que había dejado atrás en su antiguo hogar.

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Gracias por leer ✨

Falso Honor (Adaptación Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora