–Lisa, podría darte un centenar de razones para que te cases conmigo, para empezar, porque puedo ayudar a tu hermana a cumplir su sueño, financiándole los estudios en la escuela de arte.
–Eso es un golpe muy bajo –le dijo Lisa, temblando al notar cómo Jennie le acariciaba la carita.
Jennie la miró a los ojos.
–Pero hay muchas otras. La primera, probablemente, es que me muero por besarte.Lisa tragó saliva e hizo acopio de valor para decirle a Jennie la verdad.
–Yo creo que esa también sería mi primera razón.Jennie quitó su mano de su cara para inclinarse y darle un beso a Lisa y notó cómo se estremecía.
Enterró los dedos en su cabello y la besó como no había besado a otra chica antes.
La oyó gemir, notó cómo se abrazaba a su cuello y se le aceleró el corazón.
Solo rompió el beso cuando empezó a sentirse aturdida de no respirar y entonces, miró a Lisa a los ojos, que estaban brillantes.
–Necesito que te cases conmigo Lisa. –insistió Jennie.
Y Lisa supo que no podía poner más excusas.
Sería una locura decirle que no, por mucho que quisiera hacer eso. Pensó que le resultaría fácil querer a una chica como Jennie Kim.
–Esta bien Jennie, aceptó casarme contigo –admitió Lisa, con la voz temblorosa de la emoción.
........................................................................
Tengo miedo –dijo Lisa.
Miró su imagen en el espejo y luego, a su amiga Mina a los ojos a través del reflejo.
–Sé que es una tontería, pero tengo miedo –añadió.–¿Por qué? –le preguntó Mina pacientemente.
Lisa tocó el exquisito velo que flotaba sobre sus hombros y la imagen del espejo imitó el movimiento.
Se preguntó si era una locura admitir que se sentía perdida en el enorme hotel que Jennie y donde Mina y ella se habían alojado los días previos a la ceremonia que iba a tener lugar en unos minutos.
No supo cómo explicar que aquel gran lugar donde se encontraba había resultado impactante para alguien que apenas había salido de su casa.
Era como si acabase de darse cuenta de la riqueza y el poder que tenía Jennie y no supiese si iba a ser capaz de estar a la altura de ella.
En la pasión del momento, le había sido demasiado fácil acceder a casarse con Jennie, pero una vez allí, no estaba segura de poder ser su esposa.
Se encogió de hombros y la delicada tela del corpiño susurró sobre sus hombros.
–No me imagino viviendo aquí.
Su amiga le ajustó la corona de rosas blancas que llevaba en el cabello.
–Oh, Lisa –le dijo–. Todo cambiará con el tiempo. Tienes que darte una oportunidad. Es normal que estés nerviosa.
Lisa se preguntó si era cierto.
Las perlas de su madre brillaban suavemente en su cuello y el corazón le latía a un extraño y nuevo ritmo al mirarse en el espejo y verse vestida de novia.
¿Todas las novias se sentían así?
Era probable que no, porque la mayoría de las novias conocían a su futura esposa mejor de lo que ella conocía a Jennie.
Había pensado que después de acceder a casarse con ella, Jennie querría consumar su relación, pero no había sido así.
Quería esperar a la noche de bodas.
Le había dicho que le encantaba que ella la hubiese rechazado y que ahora era un reto personal tener que esperar.
Y que su deseo por ella crecía con el paso de los días.
El juego casi había terminado y esa noche era la gran noche, pero Lisa tenía un mal presentimiento.
Tenía la sensación de que algo iba a fallar.
¿Sería porque todavía no había tenido el valor necesario para hablarle de su ex relación, aunque su ex novia ya no importase?
Había ido posponiéndo y posponiéndo la conversación, para no estropear los días previos a la boda.
Y en esos momentos tenía la sensación de que ya era demasiado tarde.
Se suponía que las novias no se podían ver, hasta que llegaran al altar.
Así que, ¿Qué podía hacer? ¿Mandarle un mensaje a Jennie al teléfono móvil diciéndole que ya había estado prometida una vez?
–No sé si voy a ser capaz, Mina –le dijo a su amiga.
–Por supuesto que sí Lisa –le contestó su amiga sonriendo–. Porque en una iglesia cerca de aquí te espera una gran mujer con la que cualquier chica querría casarse. Piénsalo así.
Estás en una ciudad preciosa, en un hotel de cinco estrellas increíble que, casualmente, pertenece a la mujer con la que vas a casarte.
Ya estás aquí y vas a casarte con una famosa.
Es normal que estés asustada, pero es que tienes motivos para estarlo.
–¿Los tengo?
–¡Por supuesto! Porque eres una extraña aquí y vas a tardar un tiempo en acostumbrarte a todo.
Lisa volvió a tocarse el collar de perlas.
–Creo que no le gusto a su madre.–¿Por qué no?
Lisa recordó cómo había reaccionado la madre de Jennie cuando se la había presentado.
La frialdad con la que la había saludado antes de mirarla de arriba abajo.
Se había sentido como una chica torpe en comparación con aquella mujer tan elegante y distinguida.
Todo en el mundo de Jennie le había parecido tan frágil que había tenido que moverse con cuidado por miedo a romper alguna valiosa antigüedad.
Y le había parecido que había una notable falta de afecto entre madre e hija.
Por un momento, eso la había asustado y no sabía por qué.
–Creo que no le parezco la chica indicada para su hija –admitió Lisa.
–¡Y eso que! –exclamó Mina sonriendo–. A ninguna madre le gustan las parejas que elijen sus hijas o hijos, ¡Eso es normal! Siempre tienen celos. ¿Qué te dijo?
Lisa bajó la vista a la sortija de diamantes que Jennie le había regalado.
No podía echarle la culpa a la madre de Jennie porque sabía que quería lo mejor para su hija.
El caso era que la sensación había sido negativa, y no solo por la actitud de la madre de Jennie.
La prima de Jennie, Jisoo, que iba a ser la madrina, también parecía tener dudas.
Jennie le había contado que estaban muy unidas, que eran más como hermanas que como primas, pero, durante la cena, Jisoo no había dejado de estudiarla, como si quisiese entenderla.
¿O quizás se había imaginado todo con los nervios?
–¿Me estás diciendo que quieres que vaya a hablar con Jennie? –le preguntó Mina preocupada, mientras se acercaba a la ventana–. ¿Y que le explique, delante de las doscientas personas invitadas que estarán en la iglesia, que has cambiado de idea acerca de casarte con ella?..
........................................................................
Gracias por leer ✨
ESTÁS LEYENDO
Falso Honor (Adaptación Jenlisa G!P)
FanficNo todo lo que reluce..... es oro Jennie Kim era una mujer fría y calculadora de negocios que reconocía una oportunidad en cuanto la veía, y Lalisa Manoban, con su dulce vulnerabilidad y antiguos valores, era una chica linda y tranquila sin duda la...