#2 Mía, al fin (Trilogía Jackson Creek)

15. Maddox's Blues

Aquí tienen un nuevo capítulo!

-Levántate de la cama, Maddox.

-Déjame en paz. -gruñó éste incapaz de sacar la cabeza de debajo de la almohada. -No entro hasta la tarde. Ahora mismo, sólo quiero dormir y no pensar. No pensar en ella.

-Joder. -gruñó TJ haciéndose un hueco en la cama. Empujándolo con el brazo. -Mi hermana no te ha puesto los cuernos. Jamás haría algo así.

Entonces, ¿por qué demonios estaba con ese abogado?

Primero, el incidente de los mensajes que se habían estado escribiendo en secreto, después el dichoso ramo de flores que llegó a casa de su parte anunciando su interés por recuperarla, y ayer mismo ese encuentro fortuito en Seattle que lastimó su corazón con sólo imaginar lo que pudo haber ocurrido entre ambos. Maddox había estado tan enfadado anoche que no permitió que ella le dirigiera la palabra, ni mucho menos, que le diera explicación alguna sobre lo que había sucedido con el abogado. Su mente se había nublado tan repentinamente que tan sólo se ocupó de seguirla con el coche de vuelta a Jackson Creek, y una vez se aseguró que ella estaba a salvo, se marchó a refugiarse al apartamento de TJ.

-Tú no oíste lo que yo oí. -se defendió. TJ pudo percatarse de lo furioso que su amigo se encontraba, y optó por cruzar el brazo a su alrededor a modo de apoyo.-Ese hombre le estaba pidiendo a mi esposa que se quitara la ropa. ¿Entiendes?

A Maddox se le revolvía el estómago con sólo pensar en ello.

-Creo en ti, Maddox, pero también en mi hermana. -le hizo saber. Maddox dejó la seguridad de la almohada a un lado para estudiar la expresión de TJ. -Estoy seguro que tiene una buena explicación a lo que ocurrió anoche con Patrick. Pero está bien, tómate tu tiempo.

-¿Tú qué crees que pasó?

-Puede haber pasado cualquier cosa excepto que Joanne te haya sido infiel. -le aseguró. Y él lo sabía, pero Maddox ya no se sentía capaz de dar por sentado los sentimientos de Joanne. -Además, me tuvo al teléfono más de una hora repitiéndome que no había ocurrido nada entre ellos. ¿Tú no estabas llorando en ese momento en el cuarto de baño?

-Yo no estaba llorando.

La forma en que TJ lo miró le sugirió que no siguiera por ese camino.

-Como quieras. Pero dijo que vendría a buscarte. -su teléfono sobre la mesilla empezó a vibrar anunciando la entrada de una llamada. -Y créeme que lo hará.

El ruido del timbre captó la atención de ambos.

-TJ.

-Tiene que ser ella. -dijo TJ levantándose de la cama. A diferencia de él parecía querer solucionar el asunto de una vez por todas. -¿Qué quieres que haga?

-No estoy preparado. Ahora mismo me espanta la simple idea de hablar con ella. -respondió. Maddox no contaba con la fuerza necesaria para enfrentar a su esposa en este momento, y no creía que esta sensación fuera a marcharse tan pronto.-De mirarla a los ojos. Porque cada cosa que diga creeré que es una mentira.

-Madd.

-Por favor, si es ella, dile que ahora mismo no quiero verla. -le pidió. Aceptar esa verdad le resultó demasiado dolorosa. -Esto me supera más de lo que me gustaría. Ella me supera por completo. -el timbre volvió a sonar poniéndolo más nervioso. -Dile que la amo, TJ. Pero que ahora mismo no es mi persona favorita en el mundo.

-Está bien.

TJ abandonó la habitación cerrando la puerta tras él mientras Maddox se limitó a quedarse ahí sentado sin saber muy bien qué hacer. Una parte de él quería enfrentar a Joanne, averiguar qué había pasado en el ático de Patrick desde la A hasta la Z, pero esa otra parte, la más oscura de todas, se encontraba tan enfadado que no quería saber acerca de absolutamente nada que ligara a su esposa con ese hombre que pretendía arrebatársela.