Si yo la amo, ¿qué podría importarme lo que la gente piense de mí, o de este amor que ha intoxicado mis venas durante años?
Y no es como si no hubiera intentado arrancármelo del pecho más veces de las que puedo recordar, a pesar de que, siempre ter...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si yo la amo, ¿qué podría importarme lo que la gente piense de mí, o de este amor que ha intoxicado mis venas durante años?
Y no es como si no hubiera intentado arrancármelo del pecho más veces de las que puedo recordar, a pesar de que, siempre termino flechado por cupido, más profundamente que antes.
Estoy perdidamente enamorado de Joanne Jones, y vivo y respiro por ese sentimiento.
He esperado demasiado tiempo para tomar la oportunidad de hacerla mía, ante los ojos de Dios y de los habitantes de Jackson Creek, y no pienso desaprovecharla. No importa cuántos obstáculos tenga que superar para convertirme en su pareja, y en su amante, porque nada será lo suficiente poderoso como para alejarme de la mujer de mis sueños.
Tan sólo tengo que convencerla de que darnos una oportunidad no puede ser tan malo, pues lo que sentimos cuando nos encontramos bajo las sábanas no ha sido descrito ni en el mejor de los libros, tampoco la manera en que ella responde naturalmente a mis besos y a mis caricias, como si secretamente, yo también fuera el hombre que ella ha estado buscando toda la vida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La vida amorosa de Joanne Jones era temible.
Si alguien le hubiera dicho que tras terminar su larga relación con Patrick Sorensen caería en las redes del ayudante del sheriff, también mejor amigo de su hermano y trece años menor que ella, habría huido de Jackson Creek mucho antes.
Maddox Cassady era todo lo que Jojo más temía en el mundo. Atento, tenaz, dulce y hermoso a partes iguales.
Y decía amarla.
Entonces, ¿podría su corazón no caer en la tentación?
Sin embargo, la mujer no estaba preparada para darle otra oportunidad al amor, ya había tenido suficiente de él. O eso creía. Porque aquel muchacho resultó tener las agallas suficientes para pasar a la acción, y entonces, Joanne ya no vio más al niño sino al hombre en que se había convertido.
