Mío, por contrato

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Aquí les dejo un mini extra de la siguiente, y última novela de la trilogía.

Mío, por contrato.

—Nena, ¿ya estás llegando?

—TJ.

Cuándo ella lo llamaba por su nombre sólo indicaba la llegada de malas noticias.

¿Es que él no tenía derecho a vivir su cuento de hadas también?

—Qué ocurre ahora, Olivia.

El muchacho ya no contaba con las fuerzas necesarias para seguir fingiendo que se creía cada una de las excusas que Olivia Silverman inventaba con tal de dilatar el instante en que él tuviera que presentarle oficialmente a su familia. Aún en contra de sus propias creencias, Tate se había visto obligado a mantener oculta su relación, y todo porque ella creía que la diferencia de edad suponía un abismo entre los dos, así como también por el hecho de que siguiera siendo una mujer casada.

—Lo siento, de verdad.

—¿Qué es esta vez, nena? —le preguntó. Ya harto de tantas excusas de su parte. Olivia se estaba convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza. —Que Lance sufrirá mucho por dejar a su padre, o que temes la reacción de tu familia cuando sepa que has conocido a alguien más aún estando casada.

—¿Te estás burlando de mí?

—No quiero oírte decir que es por Lance, Olivia. —le advirtió antes de escuchar cómo volvía a mentirle tan descaradamente. —Te lo suplico.

Ese niño lo adoraba.

A TJ le había costado ganarse su corazón, sobre todo, a causa al carácter tan retraído que había adquirido como consecuencia del comportamiento explosivo de su padre, pero ahora Lance había vuelto a sonreír, y a comportarse como cualquier otro niño de su edad.

Y, en parte, TJ sabía que se debía al tiempo que él le había dedicado a ese pequeño.

—Es que yo tan sólo no creo que tu hermana me vea con buenos ojos. Ni nadie de tus conocidos. —le confesó. Y él recordó la cantidad de veces que le había hecho consciente de lo contrario. —Tampoco les agradaré al saber que sigo estando unida a otro hombre, e incluso que soy madre.

—Te equivocas, Olivia.

—Quizás no sea el momento adecuado.

¿Podría ser que ella siguiera enamorada de su marido?

¿Cómo había podido estar tan ciego?

—¿Qué soy yo para ti?

—Tú sabes lo que significas para mí. —le respondió, evadiendo la pregunta.

—Estoy cansado de espacios en blanco, Olivia. Necesito saber si estás realmente comprometida con lo nuestro, o yo no sé si podré seguir adelante con esto.

—Tú me has dado la vida, bebé, y te estoy profundamente agradecida por ello. —le aseguró.

TJ no quería ser simplemente alguien importante para ella, sino ser el hombre que Olivia eligiera, la persona con la que quería pasar el resto de su vida.

—No me gusta lo que estoy oyendo.

—Bebé, podemos dejarlo para otro momento. Quizás en un par de semanas, yo...— se interrumpió a sí misma.

—Se acabó, Olivia.

TJ cortó la llamada.

—Era ella otra vez.

El hombre se dio la vuelta para encontrar a Maddox, su amigo, quien parecía estar al corriente de la situación sin necesidad de comunicarse con él, por eso, no le resultó extraño que el agente de policía lo abrazara para hacerle saber que contaba con su apoyo.

—Se acabó, Maddox.

—Olivia se lo pierde. —le aseguró.

—He estado demasiado ciego.

—Lo superarás, ya lo verás. —lo confortó. Cruzando un brazo alrededor de su cuello. —Ahora te tengo una sorpresa.

—¿Una sorpresa?

—El *verano* ha llegado a Jackson Creek, hermano.

El muchacho no estaba seguro de a dónde Maddox quería llegar a parar, sin embargo, dejó que su amigo lo llevara hacia el grupo que estaban formando la pareja Brooks, su hermana y otra mujer a la que no fue capaz de reconocer.

—¡TJ!

—Has venido en el mejor momento. —se dirigió Sunshine a la desconocida luciendo bastante animada. —Mañana es el babyshower de Joanne.

—Y, por supuesto, estás invitadísima. —agregó su hermana igual de contenta.

—Es genial que haya vuelto, ¿verdad?

—¿Quién es ella?

—¿No me reconoces?

Cuando Tate se percató de que había soltado esa misma pregunta en voz alta, la desconocida se giró mostrándole un rostro de lo más familiar, y que agitó su corazón de tal manera que tuvo que llevarse la mano al pecho para aliviar esa extraña congoja.

—TJ.

Esos ojos de cervatillo.

Él los había visto en algún lado.

—¿No te acuerdas de mí?

—Hermanito, pero si es ella.

La forma en que su sonrisa curvó su boca lo llevó a tantos otros lugares.

—Te dije que el *verano* había vuelto a Jackson Creek, amigo. —repitió Maddox como si guardara un secreto bajo las pestañas. —¿Has visto que guapa está?

Guapa era decir poco.

En esta mujer había una belleza sin igual.

Ligeramente más alta que Joanne y Sunshine, su figura resaltaba entre las demás debido a su curvatura, pero, sobre todo, por la intensidad con la que aquellos ojos oscuros le estaban atravesando hasta el alma. Él estaba seguro que había visto esos mismos ojos en otro tiempo, aunque éstos hubieran estado llenos de lágrimas aquella vez, y todo se debiera al rechazo al que él mismo sometió su confesión de amor.

Summer.

Summer Baker.

Summer había sido su mejor amiga hasta que le confesó sus sentimientos, y él la echó de su vida.

—¿TJ?

—Summer. —respondió.

—¿Es que todavía me sigues odiando, vaquero?

Gracias por leer🧡
Espero que también sientan deseos de leer esta novela.

Gracias por leer🧡Espero que también sientan deseos de leer esta novela

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#2 Mía, al fin (Trilogía Jackson Creek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora