💖꧁~𝑻𝑼 𝑬𝑹𝑬𝑺 𝑴𝑰 𝑺𝑬𝑵𝑷𝑨𝑰~꧂💖 [𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕𝒌𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓]

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 49

Iban camino a su casa para ver de nuevo a su esposo/madre.

Habían terminado su café con Ccino,pero en cuanto salieron, la atención del pequeño se desvió hacia un señor que vendía paletas de dulce, el pequeño no sabía lo que era pero lo quería.

–a...p...a! To!– señaló con insistencia el pequeño Crescent, dando a entender que quería eso.

– No, no podemos, tú gfecito dijo que no podías comer dulces todavía.– Dijo nightmare acariciando la cabecita de su pequeño hijo de apenas 8 meses.

El pequeño lo miró frunciendo el ceño, con leve coraje, a lo cual su padre se empezó a reír de tan tierno enojo por parte del menor.

Siguió caminando hasta llegar a su casa, tomó sus llaves pero se alarmó un poco por ver qué la puerta no tenía seguro, alguien había entrado, y eso era aún más alarmante.
Aunque sabía que su esposo se podría defender fácilmente, que la puerta estuviera abierta era algo alarmante de todas formas.

Entró de manera rápida y buscó por todos lados, hasta que llegó al cuarto de su esposo, se relajó más al saber que este estaba durmiendo pacíficamente en su cama, dió un suspiro de alivio y llevo a su pequeño en dirección a la cuna, para acomodarlo en esta y arroparlo.

Después volvió con su esposo, para acostarse a su lado y abrazarlo, mirando como este apoyaba su cabeza en su pecho mientras seguía dormido.

Por suerte, nada malo había pasado...
De pronto, el de lágrimas negras despertó y  le dió un rápido puñetazo a su contrario, sin saber que este era su pareja al estar dormido cuando esté llegó.

– ¿¡Por qué me pegas!? ¡Yo no hice nada!–  dijo Nightmare sobando dónde esté lo había golpeado.

– lo lamento, pensé que eras un wey que se metió a la casa.– respondió el de lágrimas negras con un sentimiento de leve culpa.

Escucharon como su hijo empezó a quejarse por el ruido de sus padres, ambos soltaron una leve risilla por la amargura de su pequeño.

– Mira, es igual que tú cuando no te quieres levantar.– dijo el de lágrimas negras entre risas.

– pff-si es cierto, es igual de amargado.– habló el mayor riendo un poco más.

Crescent empezó a llorar de tan enojado que estaba por no poder dormir a gusto, a lo cual su padre tuvo que levantarse con flojera para ir con su pequeño y cargarlo, empezando a acariciar su espalda y cabeza para que esté pudiera calmarse y dejar de llorar.