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La reina y su guardaespaldas caminaban con lentitud, apreciando los arbustos cuadrados llenos de flores que formaban el laberinto, y luego de ver que él se perdió varias veces, ella tomó su mano, sacándole un leve sonrojo.

—Ven, sé llegar hasta el centro. Lo he recorrido tantas veces que ya me lo sé de memoria.

—Entonces no tiene gracia.

—Sin compañía, no. Pero en el centro hay una fuente hermosísima que mi madre mandó a poner. Así que normalmente venía aquí a leer un libro junto a Saulo.

Luego de un par de giros, unos necesarios y otros no, llegaron al lugar y ella se sentó en el borde de la fuente. Él se quedó de pie absorbiendo el ambiente, era un buen sitio para meditar.

—Definitivamente es increíble. No me molestaría venir aquí más seguido.

—Me alegra que te guste —respondió ella, y hubo un momento de silencio, pero ella misma lo rompió—. ¿Has disfrutado de tu tiempo libre? ¿Qué haces cuando me quedo en la biblioteca o el salón del té?

—Llamo a mis amigos. Echo una siesta. Bebo, entreno... Lo de siempre.

—Makino-san dijo que te vio el otro día en la biblioteca —comentó.

—A veces leo libros de leyes. No me fascina leer, pero debo admitirlo, los recursos que tengo aquí son invaluables. Así que trato de aprovecharlos.

—Eso es bueno. Aprender nunca está de más. Puedo acompañarte a la biblioteca si quieres, la conozco como la palma de mi mano. Puedo ayudarte a encontrar más libros que puedan ser de tu interés.

—Se lo agradecería.

— ¿Y qué tal tus amigos? ¿Te hacen mucha falta?

—Un poco, sí. Son unos tontos, pero son los mejores.

—Necesito darte un día libre al mes, igual que a Makino-san. Pero tendré que ver cómo gestiono la seguridad mientras no estés.

—No se preocupe. Sé que hace lo que puede. Y yo acepté venir voluntariamente, sabía a qué me atenía.

—Lo sé, pero tampoco es justo que renuncies a tu vida. Este trabajo es peligroso y las personas en las que confías son el único apoyo que tienes. Siempre es bueno tenerlos cerca.

—En eso tiene razón.

—Oh, ya sé... ¿Qué tal si los invitas a la gala de apertura de la temporada social?

—No creo que sea buena idea —respondió, rápidamente, pensando en el desastre que sería. — Luffy + Aristocracia + Los demás tratando de detenerlo... Es una receta para el caos.

— ¿Y eso por qué?

—Si yo no soy muy fanático de la realeza, mis nakama mucho menos. Y aparte de todo, mi mejor amigo, Luffy, es una mina andante, juntarlo con la aristocracia sería una bomba esperando a ser detonada.

—Oh, lo siento, creo que no especifiqué —dijo ella, riendo por lo bajo—. Me refiero al After Party y no a la fiesta en sí. Normalmente, luego de la gala de inauguración, permitimos a los empleados hacer un pequeño After Party en uno de los salones del Palacio, y ellos invitan a sus familiares. Se hace lo mismo para el cierre; la apertura y el cierre de la temporada siempre se hacen en el palacio. En este caso, sin embargo, he dispuesto hacer el After Party en mi casa en Kano, con mis empleados personales, para poder estar más relajados y sin nobles cerca, aprovechando que el segundo evento de la temporada será en mi ducado. No hay ningún problema en que los traigas. ¿Qué dices?

Absoluta VirtuteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora