XXXVIII

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Un año y unos meses después

Era una tarde de primavera, el ambiente en Marineford era agradable, pero por alguna razón, había alboroto. La reina acababa de hacer un anuncio que cambiaría la historia de Una Pars como país, nadie se lo esperaba, y a la vez no se sentía como algo fuera de lugar, ella se había encargado de dejar pistas con antelación en sus discursos y apariciones públicas, por lo que la población sabía que pasaría, pero no tenían idea de que sería tan rápido.

—Ahora que hemos concluido con el caso Flamingo y todos los implicados han sido condenados, he decidido que voy a abdicar al trono y me dedicaré a mi familia y a mi profesión —dijo, y se volvió viral en cuestión de minutos, el rating aumentó de golpe e incluso en noticieros internacionales daban la noticia. Sin embargo, la noticia fue bien recibida, ya que no venía sola. —Hemos estado trabajando en esta propuesta junto al Nuevo Consejo desde los días anteriores al golpe, y ahora que Una Pars se encuentra en mucho mejor estado, es oportuno que finalmente comencemos con la transición. Junto a La Resistencia y a través de la Luz de la Revolución pudimos estudiar la opinión pública en general al respecto, pudimos escuchar lo que el pueblo quiere y sus necesidades, y hemos concluido en que esto es lo más conveniente. Es por ello que nos place informar que nos convertiremos en una república democrática, un estado donde los ciudadanos puedan decidir quién será su gobernante, y donde todos tendremos las mismas oportunidades.

La reina continuó con su discurso y explicó que se elegiría un presidente provisional mientras se completaba la transición, para poder organizar las primeras elecciones, y para dar tiempo a los candidatos a participar y preparar sus propuestas. La constitución fue reformada de manera que ya no tuvieran que apegarnos a cláusulas anticuadas y poco prácticas para su actualidad, y de forma que tuvieran herramientas para combatir la corrupción y el desfalco, crímenes que tristemente no desaparecerían, pero que podrían combatir de manera efectiva. Como ya se había dispuesto hace un tiempo atrás, las personas pertenecientes a la antigua nobleza ya no gozarían de este tipo de privilegios, y su período de gracia se ha terminado, por lo que debían ser capaces de producir sus propios ingresos. Se presentó la nueva constitución y se explicó que no habría ninguna clase de discriminación para participar, siempre y cuando se cumpliera con los requisitos de haber estudiado ciencias políticas, tener más de 30 años de edad y no estar activo en el servicio militar por determinado tiempo antes de las elecciones. Comentó que el presidente provisional sería escogido por el nuevo consejo a final de mes, y a partir de entonces ella ya no ostentaría el título de reina o duquesa.

Luego de terminar con su discurso, se encontró con su prometido, que se encontraba viéndolo todo desde lejos, con el pequeño Ryū en brazos.

— Ryū-kun... ¡Ven con mamá!

— ¡Mama!

El niño dio unos pequeños pasos y ella lo recibió, elevándolo en el aire, y lo cargó, para luego recibir un beso del hombre que amaba.

— Ahora comienza el cambio real. ¿Cómo te sientes? —preguntó, mientras ambos caminaban de regreso al palacio.

—Mucho mejor. Siento que gran parte de la carga que tenía sobre mí se ha ido. Seguiré velando por mi país y ayudando de otras formas, pero ya no tendré que tener el peso de la corona sobre mis hombros.

—Me alegra escucharlo. Es bueno que lo hayas hecho antes de la boda. Mientras más libre y menos estresada te sientas, mejor.

—Definitivamente. Mi profesión sigue siendo la política, así que estaré involucrada en ella de todas formas, pero al menos será de manera voluntaria y de la forma en que me plazca, y lo más probable es que luego estudie algo más relacionado con historia.

Absoluta VirtuteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora