Al día siguiente, la reina y su séquito se reunieron en el comedor para el almuerzo. Mihawk había llegado al lugar, como acordaron, asegurándose de que nadie lo siguiera, y Zoro le entregó la autopsia a Robin, explicándole todo.
— ¡Makino-san! ¡Esto es asombroso! Eres asombrosa, mira que pensar en ello estando prisionera.
—Me entrenó bien, usted siempre se mantiene calmada. Bueno, siempre que no tenga que ver con el tonto de pelo verde, claro está.
—A Zoro le encanta darme dolores de cabeza, pero trabajaremos en eso. Si nuestra alianza resulta bien, quiero que todos entrenemos y estemos al 100. Si vamos a pelear, debemos ir con todo. Quiero estar lista para esto, jamás he estado en una situación así, así que quiero poder defenderme sin tener que depender de nadie.
— Espera. No estarás pensando en pelear en la guerra, ¿o sí?
—Por supuesto que sí, Zoro. No puedo pedirle a la gente que pelee conmigo y a la hora de la verdad quedarme mirando desde las gradas. Esto es por ellos, pero también es por mí. Debo ser capaz de luchar por mí misma y por los demás.
—Estoy de acuerdo, pero me parece arriesgado, mi reina. Creo que se puede pelear de otras formas.
—Mi vida, tienes que confiar en mí. Además, tendremos una estrategia. Y no es la primera vez que peleo.
—Una guerra no es lo mismo que 5 o 6 tipos detrás de ti.
—Pero al fin y al cabo se trata de lo mismo, es de defenderme y sobrevivir. Y tú tienes un yeso que no te quitarán por todo un mes, debo aprender a ser autosuficiente.
—Robin, no me parece bien.
— ¿Te parece si lo discutimos a solas más tarde? —le preguntó, con dulzura, viendo su mirada de fastidio y señalando a los demás con sus ojos, mientras acariciaba su hombro. Estaban poniendo a los demás nerviosos.
—De acuerdo. Lo siento, chicos, no quería incomodarlos.
—No te preocupes. Robin-san, ¿me dijo el marimo que sabe hacer paella? —se apresuró el rubio, cambiando de tema, y el ambiente se volvió agradable de nuevo.
Un rato después, en la reunión, Robin y su grupo presentaron la evidencia que habían obtenido hasta ahora, y la monarca explicó hasta donde llegaba el Nullam Regiis, las cosas que podía hacer y las que no, cómo se llevaban a cabo las reuniones del Consejo y el plan para hacer una revuelta y usar Absoluta Virtute a su favor.
—Entonces, básicamente le falta todo. Dinero, alimento, y un ejército. Sin contar que aún no tiene toda la evidencia —preguntó Dragon.
—Lastimosamente. Gracias a Nami habíamos logrado conseguir más de 300 millones de Berries. Nuestro plan era contactar con algunos generales del ejército que fueron removidos por negarse a seguir los planes de Akainu, algunos de los cuales luego me enteré de que pertenecen a La Resistencia. Ese presupuesto sería suficiente para conseguir los recursos necesarios, y planeábamos correr la voz de forma secreta, para hacer una insurrección cuando toda la evidencia fuera descubierta. La cuestión era no ir a la guerra en la medida de lo posible, sino lograr que el ejército se nos uniera, y estar preparados para ella de ser necesario. Sin embargo, Doflamingo ha estado un paso delante. Nos robó el dinero e hizo el atentado más grande que se había hecho hasta ahora. Zoro fue declarado fugitivo, difundieron las noticias de mi secuestro, y ahora más que nunca el pueblo parece creer en las palabras del Consejo. Lo ideal era poder conseguir la evidencia que nos faltaba este mes, y planear con anticipación cómo procederíamos hasta mayo.
El hombre asintió y, mientras todos los demás lo discutían, se tomó un tiempo para pensar, luego le hizo la pregunta que todos esperaban.
—Su majestad.
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Absoluta Virtute
FanfictionEn el pequeño estado monárquico de Una Pars, la gente muere de hambre, la medicina escasea, los nobles se bañan en dinero y a la reina parece no importarle. Sin embargo, cuando intentan asesinarla, Nico Robin I deberá hacer todo por sobrevivir, por...