Capítulo XIII

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El señor Weasley, sonriendo, se inclinó hacia él para quitárselo de las manos.

-Lamentarás haberlos roto en cuanto veas a las mascotas de Irlanda -le
dijo.

-¿Eh? -musitó Ron, mirando con la boca abierta a las veelas, que acababan de alinearse a un lado del terreno de juego.

Hermione chasqueó fuerte la lengua y ______(Tn) tiró de Harry para que se volviera a sentar.

-¡Lo que hay que ver! -exclamó.

-Y ahora -bramó la voz de Ludo Bagman- tengan la bondad de alzar sus varitas para recibir a... ¡las mascotas del equipo nacional de Irlanda!

En aquel momento, lo que parecía ser un cometa de color oro y verde entró en el estadio como disparado, dio una vuelta al terreno de juego y se dividió en dos cometas más pequeños que se dirigieron a toda velocidad hacia los postes de gol. Repentinamente se formó un arco iris que se extendió de un lado a otro del campo de juego, conectando las dos bolas de luz. La multitud exclamaba «¡oooooooh!» y luego «¡aaaaaaah!», como si estuviera contemplando un castillo de fuegos de artificio. A continuación se desvaneció el arco iris, y las dos bolas de luz volvieron a juntarse y se abrieron: formaron un trébol enorme y reluciente que se levantó en el aire y empezó a elevarse sobre las tribunas. De él caía algo que parecía una lluvia de oro.

-¡Maravilloso! -exclamó Ron cuando el trébol se elevó sobre el estadio dejando caer pesadas monedas de oro que rebotaban al dar en los asientos y en las cabezas de la multitud.

Entornando los ojos para ver mejor el trébol, ____(Tn) apreció que estaba compuesto de miles de hombrecitos diminutos con barba y chalecos rojos, cada uno de los cuales llevaba una diminuta lámpara de color oro o verde.

-¡Son leprechauns! -explicó el señor Weasley, alzando la voz por encima del tumultuoso aplauso de los espectadores, muchos de los cuales
estaban todavía buscando monedas de oro debajo de los asientos.

-¡Aquí tienes! -dijo Ron muy contento, poniéndole a Harry un montón de monedas de oro en la mano-. ¡Por los omniculares! ¡Ahora me tendrás que comprar un regalo de Navidad, je, je!

El enorme trébol se disolvió, los leprechauns se fueron hacia el lado
opuesto al que ocupaban las veelas, y se sentaron con las piernas cruzadas
para contemplar el partido.

-Y ahora, damas y caballeros, ¡demos una calurosa bienvenida a la
selección nacional de quidditch de Bulgaria! Con ustedes... ¡Dimitrov!

Una figura vestida de escarlata entró tan rápido montada sobre el palo de su escoba que sólo se pudo distinguir un borrón en el aire. La afición del equipo de Bulgaria aplaudió como loca.

-¡Ivanova!-exclamo ____(Tn) feliz.

Una nueva figura hizo su aparición zumbando en el aire, igualmente vestida con una túnica de color escarlata.

-¡Zograf!, ¡Levski!, ¡Vulchanov!, ¡Volkov! yyyyyyyyy... ¡Krum!

-¡Es él, es él! -gritó Ron, siguiendo a Krum con los omniculares.

Harry se apresuró a enfocar los suyos.

Viktor Krum era delgado, moreno y de piel cetrina, con una nariz grande y curva y cejas negras y muy pobladas. Semejaba una enorme ave de presa. Costaba creer que sólo tuviera dieciocho años.

-Y recibamos ahora con un cordial saludo ¡a la selección nacional de quidditch de Irlanda! -bramó Bagman-. Les presento a... ¡Connolly!,¡Ryan!, ¡Troy!, ¡Mullet!, ¡Moran!, ¡Quigley! yyyyyyyyy... ¡Lynch!

Siete borrones de color verde rasgaron el aire al entrar en el campo de juego. Harry dio vueltas a una ruedecilla lateral de los omniculares para ralentizar el movimiento de los jugadores hasta conseguir ver la inscripción «Saeta de Fuego» en cada una de las escobas y los nombres de los jugadores bordados en plata en la parte de atrás de las túnicas.

La Chica Scamander y el Cáliz de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora