1. Who are you now? *Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz fanfiction)

Capitulo Doce. Como un lunes.

Este capitulo es buenísimo, mi favorito, disfrutenlo mucho!

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¿Puedo tener un momento de descanso? No, no puedo. Oprimí al botón rojo por sexta vez ese día, declinando otra llamada de Tom; estaba trabajando en el salón, la chica sentada frente a mí estaba celebrando su cumpleaños veinte y quería que lo que había llamado un “sexy ojo ahumado”; “algo dramático” también puntualizó. Le hice lo que me gustaba a mí llamar el “Ojo Bill”; me había enamorado de éste tan pronto como lo vi en él por primera vez en el video de “Automatic” y por meses después lo había usado en la universidad; ese día yo no usaba más maquillaje que un poco de brillo labial para evitar que se me resecaran los labios.

La mayoría de las personas a quienes les aplicaba maquillaje hablaban mucho hasta que sacaba el lápiz labial, ésta chica era de las calladas, pero una vez que sacó el móvil de su bolso y vio la fotografía de una de sus amigas en Facebook comenzó a parlotear. Me di cuenta de que no se callaría más, así que seguí escuchándola haciendo comentarios de vez en cuando.

- Tu teléfono sigue sonando. – Me alcanzó el teléfono sobre la orilla de la mesa. – Tu novio debe estar preocupado si llama tanto.

- No es mi novio. – Le dije mientras aplicaba le ponía el color suave para mezclar sobre la cuenca.

- Entonces por eso te llama tanto. – La chica soltó una risita. Me reí entre dientes y seguimos hablando sobre hombres. Ella no tenía mucha experiencia en el tema pero para su deleite yo tenía una larga lista de malas citas sobre las cuales contarle. Desde la vez que fui a patinar sobre hielo con un chico que no sabía patinar, hasta la vez que un chico me pidió que le prestara algo de polvo para la nariz en medio de la cena. - ¿Por qué? ¿Alguna vez tuviste una buena cita? – Me lo pensé un poco, sí, la había tenido. – Oh, pero una de verdad, no las de la secundaria, eso son cosa de niños…

- Una vez salí con un chico muy guapo, todo iba de maravilla hasta que llegué a casa y descubrí que él tenía novia. – Los ojos de la chica se abrieron mucho y me miró fijamente.

- ¡En serio! – Le sonreí y terminé con ella después de unos diez minutos más.

- ¡Voy a entrar, no estés desnudo! – Grité al abrir la puerta de la habitación de Bill, una vez había pasado que entré sin llamar y me lo encontré cambiándose. Había sido extraño, pero afortunadamente él no tenía el sentido del humor tan retorcido de Tom y nunca lo sacaba a relucir.

- ¡En el baño! – Gritó de vuelta y salí de su habitación desordenada al jardín trasero. Los perros estaban allí, tirados en el pasto tomando el sol.

Me senté en el pasto y luego me tumbé también.

- ¿Qué haces? – Escuché la voz grave, prefiriendo ignorarla.

- Tomando el sol con mis amigos de aquí. – Uno de los perros lamió mi brazo y luego intentó lamerme el rostro también. - ¡Shh! ¡No! – Me senté.

- Que buenos amigos. – Tom se sentó a mi lado.

- Ellos no me dicen cosas feas. – Mencioné con un tono neutral. Él sacó su teléfono y lo sacudió para que lo viera. - ¿Qué?

- Te estuve llamando todo el día. – Me dijo molesto.

- Bueno, pues he trabajado todo el día. -  Empuje a su perro a un lado, pero estando sentada así era más grande que yo. Con un “sh” hizo al perro a un lado y éste descansó su cabeza en mi regazo mientras lo acariciaba su dueño.