Sé que dije que una vez a la semana, pero estoy teniendo mucho tiempo libre y un increíble humor para trabajar en esto.
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- Hola, ¿Cómo estás? – Tom estaba llamando. Jo sonrió hacia abajo a su libro de literatura.
- Ya mejor. Tuve un gracioso encuentro con un baño frío… - Ella le contó y Tom siendo Tom, se rio antes de decir algo estúpido.
- Mis pezones se habrían convertido en diamantes en un santiamén.
- Tom… - Jo intentó no imaginarlo, pero falló y se rio.
- ¿Tu sabes lo que le pasa a la cosa de chico? No, eso hubiera sido una tortura para mí. – Jo se rio y mencionó que su madre había estado allí todo el tiempo. - ¿¡Qué?! ¿¡Tu madre te vio desnuda en agua fría?! ¡Eso es tan sensu – morboso…!
- ¡Dios mío, no! ¡Yo no estaba desnuda, vaca estúpida! – Tom del otro lado de la línea olvidó imaginarse la escena de la tina en su cabeza cuando escuchó a la española insultarlo en perfecto alemán.
- ¿Me llamaste qué? – a pesar de la voz ronca de su amiga él quería que lo repitiera.
- ¡Una vaca estúpida! – Jo gritó, feliz de que su madre no pudiera entender y que su padre no podría escucharla. – Y no fue divertido. Estaba en mi ropa interior.
- Esa es una linda imagen mental la que me has dado. – Jo se ruborizó e intentó arreglar su error.
- Pero no tienes idea de lo que uso como ropa interior. – El chico se rio del otro lado de la línea.
- Sostén y bragas. He visto suficientes para saberlo. – Ella se lo imaginó sonriendo.
- Pues no. – Ella dijo apenada, aunque sí era eso lo que usaba; pero también una camiseta térmica sobre el sostén.
- ¿Usas tanga, eh? ¿Quién lo hubiera pensado? – Tom se burló, él de verdad no podía imaginarse a su amiga usando cualquier tipo de ropa interior, eso era como imaginarse a su propia hermana de esa manera.
- Eso no es lo que dije. – Jo se mantuvo tranquila y cambió el tema antes de poder cometer otro error. - ¿Ya empacaste?
- Justo terminé, pero Bill tiene un enorme desorden y ahora no sé a dónde se ha ido mi maleta… - Tom miró alrededor y vio a su hermano escarbando en una pila de ropa. – Nos vamos mañana. Solo me preocupaba que te hubieran hospitalizado o algo.
- Qué amable de tu parte, Tom; dankeschön. Danke, dankeschön Tom! – Ella dijo.
- Bitteschön Jo… - puso los ojos en blanco. – No tienes idea de lo fastidioso que se puso Georg. Estaba a nada de ir a tu casa.
- ¿Él qué? – A la chica se le fue la voz, lo que puso a su amigo al tanto de qué tan mal estaba.
- Él quería ir a verte. No sé…si no lo conociera tan bien diría que él… - La voz ligeramente más aguda de Bill se escuchó en el fondo.
- ¡Jo! ¡Qué alegría que estés bien! ¡Te extrañamos tanto en inglés! Pero no te preocupes, Heidi dijo que ella te daría una mano mientras no estemos. – Bill siguió hablando y cuando sintió que había demasiado silencio del otro lado se detuvó. - ¿Sigues allí?
- Claro que sí Bill, solo pensaba en lo exitosos que serán. – Bill permitió que un “awww” escapara sus labios.
- Eres demasiado linda. – Bill le dijo. – Me haré cargo de que no te equivoques.
- Bill, es que tienen el talento. Los he escuchado y ya soy su fan.
- No, tú eres nuestra amiga. Tom se está impacientando porque le quité el teléfono. Aún me pregunto por qué no es tan rudo contigo. – El chico se apartó el cabello del rostro.
- Lo es. – Ella tosió fuerte. – Pero es medio gracioso y no tan malo de tener cerca.
Bill se rio de su comentario y después sonó como si le hubieran lanzado algo.
- Me tengo que ir. ¡Que te mejores pronto! ¡Te quiero!
- ¡Sí Bill, yo también te quiero! – Bill le dio el teléfono a su hermano de nuevo y fue de vuelta a escoger su ropa, esto era una cosa que Tom no podía soportar, el desorden que él siempre hacía en su habitación.
- ¿Te lo dijo? – Tom se acomodó en el sofá de su habitación y cogió un libro.
- ¿Qué cosa?
- Quizás haremos una gira en Alemania después de lanzar el disco. – Hizo una pausa para tomar aire emocionado. - ¡No creo que vallamos más a la escuela!
Jo sintió dos cosas: emoción y decepción.
- ¿Jo? – Su madre llamó a la puerta de su habitación, pronunciando el nombre con el que sus nuevos amigos la llamaban siempre que iban a su casa, parecía mucho tiempo desde que la habían llamado “Josefina” por última vez con ese sonido de la J en español; a ella nunca le gustó pero era el nombre de su abuela así que no le quedaba de otra más que aguantarse desde que había notado lo extraño del nombre.
- ¿Qué pasa mamá? - Su madre le dijo la palabra “cena” en voz muy baja y ella asintió. – Estaré abajo en un segundo.
- ¿Es eso alguna clase de proposición indecorosa? – Tom dijo en el teléfono. Jo deseó poder pegarle una cachetada a través del teléfono.
- No, me tengo que ir. Diviértanse y llámenme si pueden. – Se paró de la cama y puso sus cosas de vuelta en el escritorio. – Pero más que nada diviértanse.
- La próxima vez vendrás con nosotros. – Jo sonrió; parecía un hecho surrealista que sus amigos fueran a grabar un disco. – Prométemelo.
- Lo prometo. – Su madre gritó desde el comedor y ella se sintió ansiosa de terminar la llamaba también sintió que podía hablar con Tom por otra hora.
- ¡Eso no es una promesa! Anda, hazlo como se debe.
- Bien, prometo que iré con ustedes la próxima vez que graben un disco. – El chico sonrió y miró hacia sus pies; de verdad deseaba poder llevarla consigo. – Tom quisiera poder hablar contigo por otras dos o tres horas pero de verdad que me tengo que ir…
- No te preocupes, hablamos luego. – Él se dio la vuelta para ver a Bill sentado sobre su maleta intentando cerrar el cierre. – Cuídate.
-¡Adiós Tom, te quiero!
- ¡Yo también, chica tanga! – Tom colgó en cuanto las palabras salieron de su boca.
- ¡Tom! – Jo le gritó al teléfono antes de caminar al comedor dejando el teléfono sobre los libros en el escritorio.
- ¿A quién le hablabas? – Su madre preguntó.
- Solo era Tom… - Respondió.
- ¿Es ese el que te gusta? – Su madre preguntó y su padre dejó de cortar la carne para mirar directamente a su hija.
- No. Él no me gusta, ¿por qué todo mundo me pregunta eso? – Su padre continuó comiendo con las cejas alzadas.
- Lo siento, es que se han hecho tan amigos en tan poco tiempo…pensé que podía haber algo. – Su madre se disculpó. – Pero tienes razón, me gusta más Georg, tiene bonito cabello.
- ¡Lo sé! – Jo estuvo de acuerdo y su padre soltó los cubiertos en el plató ruidosamente.
- ¿De qué hablan ustedes dos? Los chicos no tienen bonito cabello.
- Papi, obviamente no has conocido a Georg.
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¡Me divierto mucho traduciendo ésta historia (y notando algunos errores en la redacción original :S), espero que les haya gustado!
¡MUCHAS GRACIAS por leer, por sus comentarios y por sus votos!
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1. Who are you now? *Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz fanfiction)
Fiksi PenggemarJosefine estaba lidiando con una fea situación... Qué tal si te enamoras de tu mejor amigo? Qué tal si él te quiere también? Pero si los dos estan demasiado asustados para darse una oportunidad...? Qué puede hacer Jo cuando su mejor amigo esta recib...