Capitulo Seis. Despiértenme.

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Sé que dije que una vez a la semana, pero estoy teniendo mucho tiempo libre y un increíble humor para trabajar en esto. 

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- Hola, ¿Cómo estás? – Tom estaba llamando. Jo sonrió hacia abajo a su libro de literatura.

- Ya mejor. Tuve un gracioso encuentro con un baño frío… - Ella le contó y Tom siendo Tom, se rio antes de decir algo estúpido.

- Mis pezones se habrían convertido en diamantes en un santiamén.

- Tom… - Jo intentó no imaginarlo, pero falló y se rio.

- ¿Tu sabes lo que le pasa a la cosa de chico? No, eso hubiera sido una tortura para mí. – Jo se rio y mencionó que su madre había estado allí todo el tiempo. - ¿¡Qué?! ¿¡Tu madre te vio desnuda en agua fría?! ¡Eso es tan sensu – morboso…!

- ¡Dios mío, no! ¡Yo no estaba desnuda, vaca estúpida! – Tom del otro lado de la línea olvidó imaginarse la escena de la tina en su cabeza cuando escuchó a la española insultarlo en perfecto alemán.

- ¿Me llamaste qué? – a pesar de la voz ronca de su amiga él quería que lo repitiera.

- ¡Una vaca estúpida! – Jo gritó, feliz de que su madre no pudiera entender y que su padre no podría escucharla. – Y no fue divertido. Estaba en mi ropa interior.

- Esa es una linda imagen mental la que me has dado. – Jo se ruborizó e intentó arreglar su error.

- Pero no tienes idea de lo que uso como ropa interior. – El chico se rio del otro lado de la línea.

- Sostén y bragas. He visto suficientes para saberlo. – Ella se lo imaginó sonriendo.

- Pues no. – Ella dijo apenada, aunque sí era eso lo que usaba; pero también una camiseta térmica sobre el sostén.

- ¿Usas tanga, eh? ¿Quién lo hubiera pensado? – Tom se burló, él de verdad no podía imaginarse a su amiga usando cualquier tipo de ropa interior, eso era como imaginarse a su propia hermana de esa manera.

- Eso no es lo que dije. – Jo se mantuvo tranquila y cambió el tema antes de poder cometer otro error. - ¿Ya empacaste?

- Justo terminé, pero Bill tiene un enorme desorden y ahora no sé a dónde se ha ido mi maleta… - Tom miró alrededor y vio a su hermano escarbando en una pila de ropa. – Nos vamos mañana. Solo me preocupaba que te hubieran hospitalizado o algo.

- Qué amable de tu parte, Tom; dankeschön. Danke, dankeschön Tom! – Ella dijo.

- Bitteschön Jo… - puso los ojos en blanco. – No tienes idea de lo fastidioso que se puso Georg. Estaba a nada de ir a tu casa.

- ¿Él qué? – A la chica se le fue la voz, lo que puso a su amigo al tanto de qué tan mal estaba.

- Él quería ir a verte. No sé…si no lo conociera tan bien diría que él… - La voz ligeramente más aguda de Bill se escuchó en el fondo.

- ¡Jo! ¡Qué alegría que estés bien! ¡Te extrañamos tanto en inglés! Pero no te preocupes, Heidi dijo que ella te daría una mano mientras no estemos. – Bill siguió hablando y cuando sintió que había demasiado silencio del otro lado se detuvó. - ¿Sigues allí?

- Claro que sí Bill, solo pensaba en lo exitosos que serán. – Bill permitió que un “awww” escapara sus labios.

- Eres demasiado linda. – Bill le dijo. – Me haré cargo de que no te equivoques.

- Bill, es que tienen el talento. Los he escuchado y ya soy su fan.

- No, tú eres nuestra amiga. Tom se está impacientando porque le quité el teléfono. Aún me pregunto por qué no es tan rudo contigo. – El chico se apartó el cabello del rostro.

- Lo es. – Ella tosió fuerte. – Pero es medio gracioso y no tan malo de tener cerca.

Bill se rio de su comentario y después sonó como si le hubieran lanzado algo.

- Me tengo que ir. ¡Que te mejores pronto! ¡Te quiero!

- ¡Sí Bill, yo también te quiero! – Bill le dio el teléfono a su hermano de nuevo y fue de vuelta a escoger su ropa, esto era una cosa que Tom no podía soportar, el desorden que él siempre hacía en su habitación.

- ¿Te lo dijo? – Tom se acomodó en el sofá de su habitación y cogió un libro.

- ¿Qué cosa?

- Quizás haremos una gira en Alemania después de lanzar el disco. – Hizo una pausa para tomar aire emocionado. - ¡No creo que vallamos más a la escuela!

Jo sintió dos cosas: emoción y decepción.

- ¿Jo? – Su madre llamó a la puerta de su habitación, pronunciando el nombre con el que sus nuevos amigos la llamaban siempre que iban a su casa, parecía mucho tiempo desde que la habían llamado “Josefina” por última vez con ese sonido de la J en español; a ella nunca le gustó pero era el nombre de su abuela así que no le quedaba de otra más que aguantarse desde que había notado lo extraño del nombre.

- ¿Qué pasa mamá?  - Su madre le dijo la palabra “cena” en voz muy baja y ella asintió. – Estaré abajo en un segundo.

- ¿Es eso alguna clase de proposición indecorosa? – Tom dijo en el teléfono. Jo deseó poder pegarle una cachetada a través del teléfono.

- No, me tengo que ir. Diviértanse y llámenme si pueden. – Se paró de la cama y puso sus cosas de vuelta en el escritorio. – Pero más que nada diviértanse.

- La próxima vez vendrás con nosotros. – Jo sonrió; parecía un hecho surrealista que sus amigos fueran a grabar un disco. – Prométemelo.

- Lo prometo. – Su madre gritó desde el comedor y ella se sintió ansiosa de terminar la llamaba también sintió que podía hablar con Tom por otra hora.

- ¡Eso no es una promesa! Anda, hazlo como se debe.

- Bien, prometo que iré con ustedes la próxima vez que graben un disco. – El chico sonrió y miró hacia sus pies; de verdad deseaba poder llevarla consigo. – Tom quisiera poder hablar contigo por otras dos o tres horas pero de verdad que me tengo que ir…

- No te preocupes, hablamos luego. – Él se dio la vuelta para ver a Bill sentado sobre su maleta intentando cerrar el cierre. – Cuídate.

-¡Adiós Tom, te quiero!

- ¡Yo también, chica tanga! – Tom colgó en cuanto las palabras salieron de su boca.

- ¡Tom! – Jo le gritó al teléfono antes de caminar al comedor dejando el teléfono sobre los libros en el escritorio.

- ¿A quién le hablabas? – Su madre preguntó.

- Solo era Tom… - Respondió.

- ¿Es ese el que te gusta? – Su madre preguntó y su padre dejó de cortar la carne para mirar directamente a su hija.

-  No. Él no me gusta, ¿por qué todo mundo me pregunta eso? – Su padre continuó comiendo con las cejas alzadas.

- Lo siento, es que se han hecho tan amigos en tan poco tiempo…pensé que podía haber algo. – Su madre se disculpó. – Pero tienes razón, me gusta más Georg, tiene bonito cabello.

- ¡Lo sé! – Jo estuvo de acuerdo y su padre soltó los cubiertos en el plató ruidosamente.

- ¿De qué hablan ustedes dos? Los chicos no tienen bonito cabello.

- Papi, obviamente no has conocido a Georg.

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¡Me divierto mucho traduciendo ésta historia (y notando algunos errores en la redacción original :S), espero que les haya gustado!

¡MUCHAS GRACIAS por leer, por sus comentarios y por sus votos!

1. Who are you now? *Español* (Tokio Hotel/Tom Kaulitz fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora