💜 4 💜

39 42 42
                                    


Capítulo 4 _ Bajando la velocidad

No supe que hacer con ése mensaje.

Lo admito, no soy caliente para el coqueteo, yo simplemente lo ignoré un poco.

Incluso la idea de dejarlo en visto me sonó muy tentadora cuando abrí su chat y me encontraba tecleando algo que no me parecía muy coherente.

El punto es que fue a las dos de la mañana, cuando mi cerebro pareció dar señales de vida y así logré escribir algo medianamente responsable y con lo que podría lidiar sin tener que balbucear como niña retrasada al día siguiente.

Yo: No creo que seas intenso, pero si un poco lanzado. Igual no te puedo culpar fue un buen beso.

Ahora que me encuentro releyendo el mensaje, creo que sí actúe como retartada.

Pero en fin las acciones pasadas son eso, pasado.

Un exorcista por favor: Eso nadie lo duda, si fue un buen beso.

Yo solo creo que el enloquecerá más (si es que eso es posible) con solo ver las estupideces que le pongo en donde la gente normal debería guardar sus contactos.

Y es que tengo una obsesión super sana con cambiar la agenda cada cinco minutos.

Es en serio si eres mi amigo y no te cambio el contacto y andas sin emoji preocúpate.

Luego de releer su sugerente mensaje como un millón de veces antes de caigo totalmente dormida.

***

Al despertar seguí, ignorando el mensajito que parece gritar en mi oído que lo responda pero, no es que no quiera, es que no sé que carajos escribir.

Con mis super serios dilemas llego a la escuela y Sebastian y Chris que están en la entrada me saludan.

Los saludo alzando una mano y me dispongo a caminar hasta ellos cuando mi teléfono vuelve a sonar.

Bueno al parecer hoy estoy muy solicitada.

Se trata de Hannah pidiendo que valla con ella a la escuela, ella suele llegar tarde a veces.

Le respondo que ya estoy acá y arma drama poniendo mucho emojis de llanto.

Llego hasta los chicos y los saludo, de verdad me alegra haber tratado mejor con ellos, son personas muy especiales, por lo menos Chris parece ser una máquina de alegrías.

—Hola Klum.—Saluda Chris.

Obviamente él no se iba a olvidar de eso, y dudo mucho de que lo haga.

—Hola Chris, hola Sebas.—

—Hola Heidi.—

Los miro con los ojos entrecerrados y ellos empiezan a reir.

—Respondiendo a tu pregunta no planteada, todavía no es tiempo de hablar con ellas.—Dice Sebas.

—Querrás decir con ella, porque Rachel no quiere saber nada de mí.—Masculla Chris.

—Calma, solo tienen que ir despacio, ella son complicadas pero se puede resolver—Los intento tranquilizar mientras alguien se une a nuestro pequeño grupo.

Veo a Joel llegar y un pequeño consquilleo me recorre el cuerpo al recordar aquel beso.

Dios mío debo obligarme a olvidar eso porque amenaza con acabar mi estabilidad mental.

—Hola niños.—Saluda mientras baja sus gafas de sol.

¿Y ésa actitud arrogante de dónde la sacó?

—Habló el anciano.— Se burla Christopher.

Sebastian choca las palmas con él y luego parece notarme.

—Hola Klum.—Ok

¿Ésa voz rasposa de donde salió?

—Hola Peyton.

Sus ojos se quedan un largo tiempo sobre mi hasta que se ve interrumpido por Chris quien hace molestos sonidos.

—Yo mejor me voy que no quiero quedar embarazado.— Dicho esto Chris se va y junto a él Sebastian.

—Bueno esto parece haber tomado un camino turbio.—Lo oigo decir al cabo de unos minutos.

Yo, que hasta el momento me encontraba sin verlo a la cara, me volteo quedando frente a él.

—No es necesario complicar las cosas. Si estás incómodo por lo que yo creo que es, disminuye la velocidad que no fue para tanto.

—Se puede hablar de ello ¿Sabes? No es como si hubiésemos hecho algo malo. Y no, no estoy incómodo. Explícame tu en que universo parelelo besarte significa incomodidad.

Y es así como mi breve molestia se desvanece un poco.

Juro que ningún libro de psicología me ha preparado para lidiar con el conflicto que representa Joel Peyton.

—Ahora tampoco te expreses como si hubiera sido lo mejor que te haya pasado.—Le digo.

—Tal vez con menos gente y en otra circunstancia ése beso hubiera dejado por el piso mis recuerdos. Pero aquí el punto no soy yo Ivers, a ti, ¿Fue lo mejor de tu vida?

Creo que mi mirada suplicante se hace obvia porque una sonrisa arrogante tiñe su rostro y juro que puedo ver perfectamente al ángel y al demonio en sus hombros, justamente a debajo de sus oídos.

Me siento un poco mal sobre tener que dar una respuesta y creo que se nota porque su expresión cambia muchísimo.

Una mano en mi hombro y una cabellera miel agita una pequeña mano frente a mis ojos.

Puedo sentir el color volver a mi cara cuando realizo que Rachel me acaba de librar de la peor pregunta de mi vida.

—Lamento interrumpir pero necesito a mi perra.—Reclama Rachel girándome hacia ella y reposando su cabeza en mi hombro.

Veo a Joel sonreír y negar con la cabeza a lo que parece una conversación interna.

Si, yo sé mucho de ésas cosas.

Nos hago caminar a un banco y Rachel en serio tiene alguna crisis o falta de cariño en su vida porque no me suelta, aunque amo que ellas vivan todo el tiempo abrazándome y dándome todo su amor.

Incluso Joel le acaricia el pelo cosa que ella le agradece.

A lo lejos vemos a Hannah acercarse distraída en su teléfono, si bien la conozco ni siquiera lo está utilizando, simplemente busca algo a lo que desviar la atención ya que ni Chris y mucho menos Sebas la han saludado cuando se cruzaron.

En algún momento de su caminata llega a nosotros y pretende pasar de largo cuando la hago retroceder agarrando su brazo, ella saluda a Joel y mira a Rachel de manera anhelante.

Ya sé en dónde está el problema.

Vuelvo a agradecer a la santa providencia porque las dos parecen ser un poco más rápidas ésta vez y se ponen a hablar justo cuando toca en timbre.

Me hacen saber que no van a entrar a clases y yo me dirijo a mi zona de confort: los salones.




Capitulo relativamente corto pero se debe a que el siguiente es un poco largo .

Capítulo dedicado a dos personas que me han dado mucho apoyo en ésta historia .
@dark_reader18 y @Rachel0225 .
Literal ella son los más .
Las amo...

Los quiere Mila 💜

This love✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora