Capítulo 13_ Palanca de cambios.
Y aquí estamos las tres esperando a que nos hagan pasar o que nos echen de una forma educada.La oficina de admisiones, como el resto de la universidad, es algo elegante y bien decorado con las cosas necesarias.
Aunque se haga llamar oficina se trata de un pequeño pero imponente edificio de cuatro pisos.
Básicamente la secretaria de la jefa me ha ido instruyendo acerca del porciento de posibilidades que puedo o no tener teniendo en cuenta que entro a esta universidad con una beca parcial.
La cuestión es que según ella debería buscar una estudiante con una beca al igual que yo que desee estudiar derecho y vaya a empezar a estudiar Psicología.
Minutos después cuando entro a la oficina y me reúno con la rectora, ésta me confirma lo que me acaba de decir su secretaria.
Supongo que es hora de iniciar la búsqueda.
Cuatro días después...Cuatro días fue lo que le tomó a mi super equipo encontrar a una chica con las características necesarias, para eso hizo falta muchas difusión en redes sociales y en una aplicación dentro del campus.
Ashley Jurdey apareció como de la nada gracias a un estudiante de cuarto año de Leyes quien vió el anuncio y corrió hacia ella, y yo feliz de que estudiar Derecho sea el sueño de alquien, no es el mío pero si el de ella y las dos quedamos muy contentas de poder ayudarnos.
En el día de ayer me reuní y las llevé a la Oficina de Admisiones, donde firmamos todo el papeleo, según la opinión de mis amigas tuvimos mucha suerte de que nos atendieran rápidamente teniendo en cuenta que es inicio de curso y todos los estudiantes parecen andar un poco locos con traslados, residencias y otros asuntos.
Así que sí, en tres días empezaré mis estudios en una carrera que mi madre odia y de la cual no tiene idea, pero no me importa, porque por una vez en mi vida quiero y deseo hacer las cosas por mi, sin sentirme presionada por la figura imponente que representa mi madre en este desastre al que llamo vida.
Por primera vez me siento un poco libre de poder hacer lo que realmente quiero, y aunque me duela admitirlo el que Joel se haya tenido que marchar para yo darme cuenta me desarma.
Me duele realizar que no lo tengo a unos minutos de casa, o simplemente verlo diariamente en la escuela, por alguna razón hemos decidido no comunicarnos, y también duele admitir que eso es lo mejor.
Por el momento me centraré en la distracción que representa mi nueva carrera y en el problema que será mu madre cuando se lo diga.
Horas después...
Mi madre, quién todavía no se decide a irse de Boston, llegó hace alrededor de una hora de hacer algunas compras, llevo casi el mismo tiempo intentando hablarle sobre el cambio, pero extrañamente la valentía de hace unas horas me ha abandonado completamente.
Busco mi fuerza interior, y me encuentro autoconvenciéndome de que es mi madre y que no puede caerle tan mal la noticia, que es mi felicidad la que busco y que al fin y al cabo lo que todos los padres buscan es felicidad para sus hijos, pero es un ciclo que repito muchas veces y sigue sin funcionar para mí.
Me muevo a mi habitación temporal y releo el correo de Joel en busca de la fuerza que no puedo encontrar en mi.
Cuando ya lo he leído más de cinco veces podría jurar que me lo sé de memoria.
Lo leo ésta vez más calmada, sin resentimiento, sin ese sabor amargo de lo que pudo ser y no fue, en busca de fuerzas, me di cuenta que solamente necesito sentirme lista y justo ahora no lo estoy, dejaré fluir este enredo de sentimientos que tengo hasta que simplemente, explote o se vaya desenredando.
No hay dudas de que en estos momentos de máxima reflexión una se da cuenta de muchas cosas, por ejemplo de que he vivido mis 19 años en una carrera eterna en contra de mi madre y de mis propios ideales, este choque ha sido cómo mover la palanca de cambios a la opción de frenar, pero sin un previo aviso donde simplemente me fui de bruces contra el volante.
Me coloco audífonos y como suelo hacer en estos casos me refugio en uno de mis libros favoritos, hasta que simplemente me quedo dormida.
***
Al despertar me encuentro sin ganas de nada, como si hubiera drenado mi energía en un sueño que lejos de repararme, me ha destruido un poco más.
Es entonces cuando esa sensación de ahora o nunca me envuelve, tal vez mi subconsciente ha decidido por mi que es momento de soltar la bomba y desvelar los resultados que esto pueda ocasionar.
Es ahí cuando salgo de la habitación en búsqueda de mi madre.
Intento calmarme primeramente yo, para que cuando ella explote mi mente esté en calma y no seamos un desastre entre las dos.
La encuentro sentada en el pequeño sofá y me siento al lado de ella.
-Mamá.- La llamo.
Ni se inmuta.
Es ahí cuando noto que trae puestos mis airpods.
Le quito uno con delicadeza y ella me brinda una media sonrisa.
¿Eso es una buena señal?
- Quiero hablar contigo mamá.
El miedo es un poco evidente en mi voz y siento que la mejor forma de hacerlo es explicar primero mis razones.
- Últimamente he tenido un desorden inimaginable, no te haces una idea de como me he sentido.- Su cara se contrae en una expresión dolida y de ¿Culpa?, por lo que decido disminuir la carga emocional.- Tranquila, no es culpa tuya, yo simplemente prefiero superar las cosas sola.
-No puedo quejarme cuando es eso lo que te he enseñado en todo este tiempo, no puedo culparte, yo te hice así.
- Madre no quisiera ofenderte, te amo más que a nadie y a lo mejor un día te entienda más de lo que lo hago ahora, no pienses que soy desagradecida cuando te pida esto.-Mis palabras atropelladas la hacen prestarme la atención que necesito y el hecho de que no me interrumpa me alienta a seguir.- Por primera vez quiero vivir bajo mis reglas, quiero ser yo, no una sombra tuya, quiero ser Heidi Ivers.
-¿Que me quieres decir con eso cariño?-.
- Que no quiero estudiar Derecho.
Bueno luego de un largo tiempo... Otro capítulo, un poco corto pero todo a su tiempo.
Besos morados.
Los ama: Mila 💜
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This love✔️
Teen FictionHeidi Ivers la típica chica estudiosa , que siempre andaba un paso por delante de todos los demás , ¿ Su sueño ? graduarse en Harvard ¿ una meta ? llegar a ser todo lo que su madre no pudo , una gran psicóloga , para ellos todos los días se prepara...