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Capitulo 8 _Bases y amaneceres.




Después de haber pasado por Hannah llegamos al bar donde nos recibe mucha gente en la calle con las luces alumbrando el rostro de los desconocidos.

Finalmente bajamos del taxi yendo hacia el vigilante que por la forma en que nos mira supongo es el primo de Joel.

Quien por cierto está sentado a unos pasos de su primo en un paso de una pequeña escalera.

Al vernos, se queda un poco estático, parece tragar en seco y entonces es que se decide a caminar.

Deja un beso en mi mejilla y así nos hace entrar en la discoteca.

El Sunrise de verdad que está muy bien ambientado, todo perfectamente visible sin importar donde te encuentres.

Después de dar varios vistazos encontramos un asiento no muy lejos de la barra.

Hannah lo primero que hizo fue irse a pedir un trago y se encuentra hablando con un rubio que acaba de aparecer. Rachel se fue casi al mismo tiempo y todavía no regresa.

—Hola.—Me saluda Joel llegando detrás mío.

—Hola.—Le respondo.

Se acerca y deja un beso en la comisura de mi boca, se sienta a mi lado y pasa un brazo por detrás de mis hombros.

—Mira quién llegó.—Me dice señalando a la barra.

Guío mi vista hacia el lugar que me señala y veo a Chris hablando con Hannah.

—Rachel va a enloquecer.—Es lo único que digo mientras veo a lo lejos como Chris interactúa con mi amiga.

—Los invité a él y a Sebastian.— Me hace saber.

—A ti te gusta ver el mundo arder.

—Yo soy un ángel a mi no me culpes.—El muy listo se da un trago y mira a su alrededor observando todo lo que ha causado con sus invitaciones.


***



Ok, el ambiente ha mejorado muchísimo, luego de varias copas y varios bailes con mis amigas he sudado y me encuentro algo achispada.

Después de tanto líquido retenido mi vejiga parece querer explotar por lo que me acerco al oído de Joel para hacerle saber que necesito complacer a mi sistema renal.

—Necesito ir al baño.—Le informo.

—Ok.

Hago mi camino por el mismo sitio que vi irse a una chica hace unos minutos. La música se oye pero no con la misma intensidad de hace un momento.

Sigo caminando por un pasillo con muy poca iluminación, al frente mío me quedo un poco estática y hasta me froto los ojos, se me hace muy poco probable que esa chica a la que seguí pensando que me mostraría el camino al baño sea Hannah, pero más increíble aún es el hecho de que esté hablando con Sebastian en las escaleras que se encuentran a unos pocos metros de mi posición.

Creo, solo creo, que este no es el camino hacia el baño.

He aquí un dilema, no quiero interrumpirlos, pero en realidad necesito liberar líquidos.

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