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Capítulo 35_ Día de bodas y regalos.

Finalmente el gran día ha llegado.

Y todos estamos muy emocionados por ellos.

La prueba viviente es Hannah, quien me llamó muy temprano y literal gritó al teléfono que su madre se casaba.

La boda es a las tres de la tarde y recién el reloj marcó las 10 de la mañana.

Pero que mi madre amaneció más intensa que nunca y está limpiando todo a su paso.

Yo para evitarme problemas con ella me pongo de hacer limpié junto a ella.

***

Mi alarma suena haciéndome saber que la una de la tarde ya llegó y rápidamente, me pongo a prepararme.

Tomo un baño detallado, con rasuradora incluida, ya que el vestido que pienso usar tiene un abierto en la pierna derecha.

Minutos después de mi baño minucioso, me siento frente al espejo, quien siempre es fiel participé de la magia que logro hacer con un poco de maquillaje.

Aprendí a maquillarme medianamente bien cuando cumplí 15 años y aprendí a usar un delineador.

Sinceramente me sentí muy poderosa cuando aprendí a hacerme la bendita raya del ojo.

Lo otro fue aprender a jugar con las sombras y ya.

Unos cuantos videos tutoriales en Youtube, y ya estaba lista para impactar en cualquier fiesta.

Me aplico la base minuciosamente, con cuidado de no dejar espacios vacíos.

Luego me dedico a mi parte favorita de maquillarme, hacerme los ojos.

Debido al color claro de mi vestido, mis sombras de hoy serán de colores pasteles y en tonos no tan oscuros.

Comienzo aplicando un tono marrón al final de mi ojo, y otro de menos intensidad en la parte del lagrimal

Con un poco de corrector defino la cuenca de mi párpado móvil, y aplico una sombra de color ocre, llena de unos pimientos plateados muy bonitos y brillantes.

Luego de terminar, aplico lo mismo en el otro ojo.

Y me hago un delineado muy fino al inicio que se engruesa al final, dando ese aspecto gatuno que en mis ojos verdes queda genial.

Mis cejas son tupidas por lo que solamente las peino y listo.

Mis labios se llevan un color nude que resalta bastante debido a mi color de piel.

Y listo.

Miro mi reloj, para comprobar que maquillarme solamente me tomó unos 40 minutos.

El vestido color ocre descansa en la cama, completamente impoluto, desde el momento en que lo ví, supe que ese era exactamente el que usaría.

Es simplemente perfecto.

Me pongo la ropa interior del mismo color, que consta de un sostén sencillo, y una braguita pequeña.

Al ponerme el vestido, me doy cuenta que debo quitarme el sostén, ya que tiene un escote profundo en la espalda.

El escote en la parte trasera me llega un poco mas abajo de la mitad de la espalda.

Y en la parte delantera, el escote discreto que cubre mis pechos, es ajustado por dos pequeños tirantes.

También se ajusta en la cadera, y de ahí, cae libre por mi pierna dejando entrever algo, debido al corte que posee.