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- Así que un mes, he.-dije alzando una ceja dándole una mirada a los gemelos quienes bajaron la mirada.-

- Sí, un mes, exacto, hoy.-dijo sonriendo.-

- Pues un gusto, Rebeca.-dije sonriendo falsamente.- No se si los gemelos ya te habrán dicho quien soy.

- No.-dijo sacada de onda mirándolos y luego me miró.- lo siento, no me han dicho nada.

Perros pulgosos, mugrientos, me hervía la sangre por dentro.

- Justamente de eso íbamos hablarle, ¿no es cierto Georgie?-dijo fred.-
- Sí, apenas íbamos a decirle.-dijo George sonriendo apenado.-

Fruncí un poco mis labios, y miré a la chica, yo se que ella no tenía la culpa.

- Soy su prometida.-dije alzando mi mano, mostrando un anillo de compromiso.-

Rebeca abrió los ojos y miró a los gemelos.

- ¿De quien?
- De ambos.

Rebeca infló sus cachetes, y se sonrojó.

- Lo siento, no sabía.

- No te preocupes, hay cosas que ambas no sabíamos.-le sonreí levemente.-

- Creo... Creo que mejor iré a acomodar la mercancía.-dijo apenada bajando las escaleras.- un placer, ___.
- Igualmente.

La rubia bajo las escaleras, dejándome a solas con los pelirrojos idiotas.

- ___.-dijeron los gemelos intentando tocarme.-

Alce mi mano en señal que no lo hicieran y me fui de ahí, echando humos.
Salí de Sortilegios Weasley azotando la puerta, mis ojos se llenaron de lágrimas.
En parte por lo de los gemelos, más que nada, era por todo, me sentía tan sofocada. Extrañaba a mi hermano....

Llegue al bar, lo abrí y azote la puerta, abrí una botella de Whisky de Fuego y comencé a beber sentada en la barra.
El tiempo pasó, rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya eran las 9pm.
Estaba lo bastante ebria para haber dejado de llorar hace media hora.
El timbre de la puerta sonó.

- Hay ley seca, hoy no abrimos.-bufé señalando la puerta.-
- V-Vengó por lo del anuncio.-dijo una voz masculina.- Pero al parecer si hay ley de tomar para ti.-soltó una risita.-

Gire mi vista, y lo analice.

Me tallé los ojos un momento, traía un pequeño bulto entre los brazos

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Me tallé los ojos un momento, traía un pequeño bulto entre los brazos.

- Mierda, perdón, no debí de haber dicho lo último, que idiota.-dijo dándose un zape en la frente.- Soy Leo.
- No te preocupes.-susurre mirando el bulto.- ¿Qué es eso?

El chico bajo la vista un momento y sonrió un poco.

- Es mi hija, tiene unos días de haber nacido.

Abrí mis ojos como platos y me estiré riéndome un poco.

- ¿Vienes a buscar empleo con una hija en brazos recién nacida?-dije frunciendo el ceño.-

- He trabajado en antros, en bares, en todo.-dijo apresurado.- Por favor, sólo, si quiere pagarme mi trabajo con comida y un techo donde dormir con mi hija te lo agradecería mucho.-dijo mirándome mordiéndose el labio.- Mi ex pareja me dejó con la niña recién nacida, no tengo a donde ir, ni tengo trabajo.... me quito la casa, todo....

Lo analice por unos segundos y me compadecí.
Con una poción me quité lo más ebria que podía y me levante, aún olía a alcohol pero leve, sostenía con un brazo a su hija y con la otra sus maletas.

- Sígueme.

Dije para cargar con cuidado la pequeña bebé y comenzar a caminar.
Comencé a explicarle dónde estaba cada cosa, que quería que hiciera en si, y cómo iba a atender.
Llegamos a mi oficina, realmente no la ocupaba, ocupaba más una oficina al lado como bodega, pero esta estaba intacta.

- Puedes quedarte aquí, ahí está el baño, no es muy grande pero si esta espacioso.-señale el baño encendiendo las luces.- en la cocina hay comida, puedes prepararte siempre y cuando limpies lo que hagas.-dije volteándolo a ver.- ¿Tienes pañales y biberones?

- S-Sí me alcanzan para pasado mañana.-dijo revisando la pañalera dejando sus maletas en el piso-

- Bien; entonces.... puedes instalarte aquí.-dije entregándole a la bebé.-

- ¿Por que te arriesgas tanto?-dijo mirándome.- No sabes quien soy, en vez de ayudarte te puedo matar.-dijo frunciendo el ceño.-

- De una u otra forma, salgo ganando, Leo.-le sonreí.-

Me miró unos segundos y rio.

- Muchas Gracias...
- ___.-le sonreí.-
- Muchas Gracias, ___.
- Mañana abrimos a las 10, para comenzar a limpiar.-le dije sonriendo.-
- Anotado.-dijo Leo sonriendo.- Muchas Gracias, ___.
- Hasta mañana, Leo.

Los miré por última vez y me fui a la entrada, cerré todo, miré la hora 12am, y fui a la chimenea para teletransportarme.
Llegué a mi casa, suspire dejándome caer en el sillón, quería dormir.
Pero olía a alcohol, me levante a regañadientes, fui a la recámara, y entre.
Los gemelos estaban acostados, dejándome el hueco para dormir entre ellos ambos estaban durmiendo, me metí a bañar, me puse mi pijama y baje las escaleras, acostándome en el sofá, no tenía ganas de dormir o estar con ellos.
Tarde 5 minutos en quedarme dormida.

A la mañana siguiente miré el reloj, eran 8:30am, los gemelos probablemente estén por despertarse así que me levante rápido, subí las escaleras, entre a la habitación, aún estaban durmiendo, tome mi ropa de forma apresurada y salí de la habitación.
Estaba bastante molesta con ellos, me mintieron, debieron de haberme dicho, y peor aún, un mes completo y nunca se les salió decirle a aquella rubia que tenían prometida.
Llegue a la chimenea y me teletransporte al bar, suspire y me metí a la bodega, habían pocas cajas de todo tipo de alcohol, me metí al baño, me bañe, y me vestí.
Al salir de la bodega fui directo a la recepción comencé a acomodar todo.
Hasta que me llegó un olor, a dulce con salado, suspire analizando de donde provenía ese olor.
Me acerqué a la cocina, ahí estaba Leo, con una cangurera, su hija dormía plácidamente mientras él se desplazaba con cuidado.

- Madrugaste.-susurre acercándome a él.-

Leo se sobresaltó y sonrió.

- Buenos días ___, la que madrugaste fuiste tú, ¿Ya desayunaste?
- No quería ver a mis prometidos...-dije negando la cabeza, jugando con mi anillo de compromiso.- larga historia.
- Bueno, los panqueques van a tardar, tengo todo el tiempo.-me miró sonriendo.-

Le devolví la sonrisa, y comencé a contarle todo.

 Los gemelos Warren.- Fred Weasley, George Weasley y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora