CAPÍTULO XXXII: EPIFANÍA

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Tema musical del capítulo: "Fall to Pieces" - Avril Lavigne.

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Temprano en la mañana, se dirigió al hospital por su cuenta para que el doctor revisara su herida y cambiara los vendajes, para su fortuna, la lesión estaba cicatrizando bien y ya no había riesgo de infección; sin embargo, el médico le advirtió que su herida no sanaría por completo hasta un par de semanas más, y que debía seguir las mismas indicaciones de la vez anterior, cosa que la muchacha agradeció. Al salir, decidió dar un paseo por la plaza, cerca del mercado, viendo como la gente volvía a sus quehaceres y otros simplemente caminaban tranquilos; parecía ser mediodía debido a la posición del sol, y pasando por la escuela que vio hace unos días, vio a los niños corriendo de un lado y armando grupos. Ariel solo sonrió al verlos, recordando cuando solía jugar con Flounder y otros peces siendo una niña, evocando una nostálgica memoria del pasado.

En lo que siguió caminando, escuchó a una niña llamando a alguien a lo lejos, y si bien en un comienzo la ignoró, cuando sus llamados comenzaron a aumentar de volumen y sintió sus pasos acercarse, se dio cuenta que era ella a quién buscaba. Efectivamente, cuando se volteó, vio a una niña de cabello y ojos marrones que le pareció familiar.

—¡Oye! ¡Eres tú! ¡Eres la chica que me salvó junto a un muchacho en el festival! —se veía eufórica y feliz de verla, —¡Te busqué por todos lados!

Parpadeó un par de veces, confundida ante su afirmación, ¿Qué salvó en el festival? Tras mirarla con atención, Ariel recordó de sopetón el rostro de la niña, ¡Era la misma que ella y Jim salvaron de unos secuestradores cuando visitaron el reino por primera vez! Como un relámpago, vinieron las memorias de Jim golpeando a uno de los ladrones y recibiendo un puñetazo en la nariz como consecuencia y Ariel tomando el caballo de los bandidos y llevándose al joven y a la niña, huyendo de los rufianes, ¡Sí, era ella! Solo que era más alta y portaba el cabello en una trenza baja, a diferencia de la vez anterior donde llevaba dos trenzas en cada lado.

—¡Mis padres estuvieron buscándote a ti y a tu amigo como locos desde que volví a casa! ¡Querían darles una recompensa por haberme salvado! ¿Dónde estaban? ¿Se fueron de aquí?

Ariel solo inclinó al piso y aprovechando que estaba parada sobre la tierra, escribió con un palito que encontró.

"Solo estábamos de paso. Me alegra saber que estás bien, ¿Cómo te llamas?"

—Me llamo Emma, ¿Y tú como te llamas? — notando que escribía en la tierra, la niña la miró con curiosidad, —¿Eres muda?

"Así es. Soy Ariel ¿Cómo me reconociste?"

—¡Ariel! Un gusto en conocerte, ¿Eres de alguna aldea de por aquí? Porque acá en la ciudad jamás te había visto hasta que me salvaste en el festival, solo te reconocí por tu lindo cabello rojo, ¿Qué te ocurrió en el brazo?

La princesa agradeció el cumplido, pero al mismo tiempo se sintió un poco mareada con tantas preguntas, aunque al tratarse de una niña, era comprensible.

"Gracias. Y no, no soy de aquí, vengo de una tierra lejana. Me lastimé el brazo al pelear con unos piratas que atacaron mi barco para así huir de ellos."

—¿Peleaste contra unos piratas? — los ojos de Emma se ensancharon en admiración, —¡Wow! ¡Increíble! — sus exclamaciones hicieron reír a la princesa, —¡Ven, tienes que venir a mi casa! ¡Papá y mamá estarán felices de conocerte!

Ariel parpadeó ante la propuesta de Emma, pero la aceptó. Mientras tanto, la niña alzó la mirada detrás de la pelirroja, como si estuviese buscando a alguien.

—¿Tu amigo no está contigo? Me refiero al muchacho que golpeó a uno de los secuestradores que me mantenía atrapada.

Con una triste sonrisa, Ariel negó con la cabeza.

Entre el cielo y el mar [JimxAriel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora