Entre el cielo y el mar [JimxAriel]

CAPÍTULO IV: EL MUNDO DE ALLÁ ARRIBA

Tema musical del capítulo: "Part of Your World" - The Little Mermaid Original Soundtrack (preparen el karaoke para este capítulo xD)

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Más allá de los arrecifes, pasado incluso el cementerio de barcos y el de ballenas, se encontraban las lejanías del reino; un espacio casi inhóspito donde solo habitaban las criaturas más despreciables, o así lo decían los rumores. Pocos se atrevían acercarse ahí, salvo los que tenían el valor suficiente como para poner a precio su alma a cambio de un deseo, sin saber que con ello terminaban por firmar su perdición, nadie que hacía tratos con esa bruja salía de su hechizo. Para siempre.

—Sí princesita, date prisa. No quiero que quieras perderte de la fiesta de tu viejo padre. Ni que fuera una gran fiesta — comentó despectivamente una mujer obesa con tentáculos mientras comía un camarón, mirando una burbuja que reflejaba la figura de la hija menor del Rey y su amigo amarillo —En mi época hacíamos unos festines de postín, cuando vivía en el palacio.

Era Úrsula, mejor conocida como la Bruja del Mar, y hermana del Rey Tritón. En sus años de gloria había sido la consejera y vidente real, la agente más cercana al Rey y quien tuvo contacto directo con su familia. Hace aproximadamente veinticinco años atrás, cuando su padre, el antiguo rey de Atlántica, murió le dejó a ella una caracola mágica y una parte del reino, mientras que su hermano, Tritón, heredó la mayoría del reino junto con el tridente y la corona, cosa que no la dejó contenta: era demasiado ambiciosa, y, no conforme con la decisión de su progenitor, intentó derrocar a su hermano mediante el envenenamiento, no sin antes haberse deshecho del resto de la competencia: sus otras hermanas, a quiénes fue asesinando con el mismo método de manera cuidadosa para que pareciera una muerte natural, y no un asesinato.

Esto, hasta que llegó el turno de Tritón, ya que la entonces mascota del Rey, un pez gato, comió el plato de camarones que Úrsula había preparado meticulosamente y en menos de dos segundos ya estaba muerto, lo que llevó a una investigación inmediata que confirmó que la causa de muerte había sido por envenenamiento. Las sospechas instantáneamente recayeron en Úrsula, ya que solo ella tenía acceso a las plantas y químicos que fueron usados para el veneno, y como consecuencia, fue sentenciada a prisión, y más adelante, desterrada a las lejanías cuando se supo que fue ella quien había asesinado a las otras princesas. Pero eso hizo poco para disminuir los deseos de poder de la ahora bruja, si es por algo, solo incrementó su resentimiento y deseo de venganza.

Antes había sido una de las bellezas de la corte, y ahora estaba demacrada y marchita mientras Tritón seguía celebrando con sus miserables súbditos, ¡Ja, pero ya pronto estarían festejando por algo mejor!

Con envidia miró a la hija menor de Tritón nadando hacia la fiesta que este había organizado, no obstante, muy pronto ella volvería al palacio. Lograría triunfar en lo que falló hace veinticinco años y le arrebataría el trono a Tritón. Le demostraría quién mandaba aquí, quién merecía gobernar Atlántica. Pero esta vez, usaría una táctica mucho más sutil que la anterior. Miró a sus secuaces.

—¡Flotsam, Jetsam!

Las anguilas la miraron fijamente.

—Quiero que vigilen muy de cerca a su hermosa hija pequeña —  cruzó los dedos y enrolló sus tentáculos de pulpo mientras sonreía maliciosamente —Puede ser que ella sea la ruina del Rey.

Pronto pondría a cabo sus planes. Muy pronto.

Al entrar a la ciudad, Ariel esquivó las miradas extrañadas e irritadas con las cuales la observaban algunas sirenas. Los escuchó cuchichear, comentar algo de su irresponsabilidad, de que andaba con la cabeza en otra parte, que era una chica muy extraña, siempre con objetos raros en la mano. Rumores de que subía a la superficie, queriendo saber más de esos horribles humanos. Un grupo de chicos de su edad reían entre ellos suavemente cuando la vieron pasar, incluyendo Perla, la hija de la condesa de Oystera, quién siempre se reía de ella y le reprochaba por no comportarse como una "buena princesa".