Entre el cielo y el mar [JimxAriel]

CAPÍTULO VI: PRIMER ENCUENTRO

Tema musical del capítulo: "The Mist" - Frozen II Soundtrack.

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Era extraño despertarse con el barco quieto, tras meses viajando en el espacio se acostumbró tanto al vaivén de la nave que la estabilidad lo ponía ansioso, ya que era la consecuencia de la situación actual en la que estaban, «Primer día en este remoto lugar»...tras bostezar y estirarse, Jim se acomodó su ropa y se colocó sus zapatos para luego dirigirse a la cocina, rutina habitual para él desde que empezó el viaje como grumete: antes de desayunar le tocó volver a llevarle comida a los prisioneros, desagradable tarea que habría de llevar acabo hasta que viniesen a rescatarlos. Una vez concluida su labor y tomar desayuno junto con Silver, en un silencio bastante incómodo para ambos, se dirigió al despacho de la capitana para informarle sobre lo ocurrido anoche.

—¿Está seguro señor Hawkins? — preguntó la capitana Amelia con cierto escepticismo una vez bebido un sorbo del poco café que aún le quedaba, —Esa criatura ya nos engañó en una ocasión, podría tratarse de una simple broma.

—Cierto, pero no perdemos nada explorando esta isla, tal vez haya personas viviendo aquí, podrían ayudarnos, — replicó el muchacho, esperando la aprobación de su superiora.

 —Eh, Jim, te aconsejo ser precavido, — sugirió el doctor desde un rincón, —Hay muchos testimonios de viajeros que han caído en planetas solitarios como estos, bueno, no sabemos del todo si es solitario, pero me entiendes, que fueron atacados por sus habitantes, ¡No vaya a ser que encontremos uno de esos en este lugar!

—No se preocupe por eso Doc, tengo todo controlado, — su mano se dirigió a la pistola que mantenía en su cinturón, preparado ante cualquier cosa, —Además, no iré solo, B.E.N me acompañará.

—De acuerdo, confío en usted, —asintió la capitana, —Revise el área e infórmenos si encuentra alguna novedad. Sería bueno que también analice el tipo de frutos y vegetales que crecen en esta isla, nos servirá bastante para la alimentación.

—Sí, capitana.

Saliendo acompañado de su nuevo amigo y claro, Morph, Jim se adentró en la espesa vegetación sin quitar los ojos de todo lo que le rodeaba; le parecía muy similar al planeta donde se encontraba el portal que llevaba al gran tesoro, excepto que las plantas de aquí eran diferentes: los árboles eran altos y rectos, con cortezas sólidas y hojas desplegadas desde lo más arriba, había arbustos por doquier y flores de vívidos colores que jamás había visto. A lo lejos se escuchaban cantos de aves y el sonido de agua que caía, diferente al ruido de las olas del mar, «Debe ser una cascada», eso era una buena señal ¡Tendrían agua dulce para sobrevivir! El muchacho se apresuró despejando el camino a su paso con tal de llegar a la procedencia de aquel ruido, mientras que sus acompañantes lo seguían a paso corto.

—¡Espera Jimmy! ¡No vayas tan rápido! — exclamó B.E.N apartando una hoja de su rostro, —¡Ah, esto me trae recuerdos! Se parece mucho a mi antiguo hogar, excepto qué...

Las palabras del robot pasaron de largo para el jovencito que iba acelerando su paso a medida que el sonido del agua se iba intensificando, traspasando toda vegetación que entorpecía su trayecto, hasta que finalmente logró dar con la orilla del río, el cual era amplio y turbulento, con una corriente imparable. Eso no impidió que Jim sumergiera sus manos en esta y bebiese el agua que transcurría por sus dedos, sabía algo distinta al agua que solía beber en Montressor, pero no sentía nada malo en ella; con esto, tenían asegurada la supervivencia básica.

Desde la orilla contempló los montes llenos de verdor que se hallaban a distancia, y con ello, comprendió que quedaba mucho terreno que explorar. Pero lleno de curiosidad y resuelto a corregir su error, Jim continuó con su excursión: no regresaría hasta captar cada detalle de este lugar.