Entre el cielo y el mar [JimxAriel]

CAPÍTULO XXVII: SIN TI AQUÍ

Tema musical del capítulo: "Without You Here" - The Goo Goo Dolls.

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Las aguas eran mucho más oscuras en el fondo del abismo que tocaba las profundidades escondidas del océano, ubicado entre medio del hueco de un acantilado donde en más de una ocasión se perdió un pez o alguna otra criatura marina; lejos de Atlántica y a solo unos kilómetros de otro reino acuático vecino, Úrsula observaba furiosa desde su burbuja de cristal como Tritón y sus soldados invadían su guarida solo para no encontrar nada, y todo por culpa de esa pequeña golfa que aun estando muda no pudo mantener el secreto de su contrato, ¡Si no fuera porque siempre estaba al tanto de sus movimientos, hubiera terminado en el calabozo real! Oculta en una cueva dentro del acantilado, la bruja del mar arrojó unos frascos vacíos contra la roca, furiosa.

—Debí suponer que en algún momento me delataría, Ariel será una egoísta e impulsiva pero siempre ha amado a su familia, era cuestión de tiempo que comenzase a sentir remordimiento y desease verlos de nuevo, pero lo único que ha hecho ahora es complicarme las cosas, ¡Mírenme ahora, una prófuga de la justicia, como si mis veinticinco años de exilio no fuesen suficientes!

Úrsula se estaba impacientado, no podía esperar más. Ya había aguardado suficiente en estos seis largos meses desde que transformó a Ariel en humana y este nuevo giro de eventos requería de cambio de planes; ya no le importaba si a la muchacha aún le quedaba tiempo para establecer el hechizo de forma permanente, ¡Algo tenía qué hacer! Pero el contrato era imposible de romper, incluso por Tritón, por lo que no podía actuar hasta que el plazo acordado con la muchacha se cumpliese. Por primera vez, la bruja maldijo por no haberle dado menos tiempo.

—Tiene que haber un método para transformar a Ariel en sirena otra vez, después de todo el contrato nunca estipuló inmunidad a otros hechizos, — pensó en lo que revisaba todas las pociones que trajo consigo, viendo cuáles podían servirle y que tipo de magia podía aplicar en la muchacha. Repasó sus conocimientos en las artes oscuras, recordando cada hechizo y sus fórmulas, —¡Ya lo tengo! ¿Cómo pude haberlo olvidado?

Era el plan perfecto, de solo llevarlo a cabo, tendría a la princesita en su forma original en cuestión de minutos; sin embargo, la verdadera pregunta era, ¿Cómo convencería a Ariel de que lo hiciera? La muchacha jamás lastimaría a otros a propósito con tal conseguir sus metas, ¡Y mucho menos a alguien tan importante para ella! Después de todo, firmó el contrato creyendo que solo ella sería la afectada.

—Pero es joven e ingenua, sobre todo cuando está en un momento frágil, — rio Úrsula, —Le diré que se tratará de un pinchazo y nada más, y así caerá en mi trampa.

Se frotó las manos y movió sus tentáculos con anticipación, muy pronto ese tridente y el trono serían suyos, y vería a Tritón humillado en el suelo.

—Flotsam, Jetsam, — dirigiéndose a sus fieles secuaces, Úrsula procedió a dar nuevas órdenes, —Tráiganme un pez muerto, pero asegúrense que la sangre esté fresca. No importa cuánto tarden, pero mientras antes mejor.

—Lo haremos, — rieron ambas anguilas en lo que salían de su nuevo escondite, dejando a la bruja inmersa en sus nuevos planes.

—Me las pagarás Tritón...muy pronto. Lo que te hice sufrir hace unos años no se comparará a lo que te haré sufrir ahora.

Si bien en las semanas anteriores la nieve comenzó a derretirse y pequeños brotes asomaron desde los árboles y el suelo, la desaparición completa de las precipitaciones y el florecimiento de plantas y frutos por igual anunciaron la llegada de la primavera. La temperatura seguía siendo baja, pero ya se podía sentir el aire un poco más cálido y el sol brillaba con intensidad después de meses oculto tras las nubes, cosa que hizo sentir contento a Jim; el ambiente le recordaba a las primaveras en Montressor, y viendo lo mucho que había avanzado en la construcción del portal solo lo motivaba a seguir adelante. Pronto estaría de vuelta en casa, y los sacaría a todos de aquí.