CAPÍTULO XXXV: ENCUENTRO ENTRE TRES MUNDOS

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Tema musical del capítulo: "A Wondrous Place"- Tarzan Original Soundtrack.

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Temblando, permaneció quieta con el tridente en sus manos, sin poder salir del impacto. Había matado a Úrsula, de solo pensarlo su cuerpo entero se estremeció, no porque sintiese pena por ella, al contrario, la odiaba, si no por lo rápido que había pasado todo y haberse visto obligada a matar a alguien; no obstante, las circunstancias se dieron de esta cruda manera y en un acto primitivo de defensa personal, acabó con ella. Sentía alivio de que todo había acabado y que esa mujer ya no podría hacerle daño a nadie más, ni a sus amigos, ni a su familia, ni a nadie del reino entero.

—¡Ariel! — Flounder nadó en su dirección y la sacó de aquel trance, —¡Ariel, me alegro de que estés a salvo!

—Flounder...— la princesa miró a su amigo pez y llena de emoción, soltó el tridente y lo abrazó fuertemente, —¡Oh, Flounder! ¡Fuiste muy valiente! ¡Gracias por todo! — orgullosa, miró al pececillo y le sonrió, —Has crecido mucho, quién lo diría, ¡Ya no eres un guppy miedoso!

—¡Fue gracias a mi entrenamiento como explorador! — proclamó halagado golpeándose el pecho con la aleta.

—¿Y acaso yo no merezco mi reconocimiento?

Ariel miró a Sebastián, quién llegó nadando hacia ella exhausto. La princesa solo lo tomó en sus manos y le dio un besito en la mejilla.

—Tú también fuiste muy valiente, Sebastián. Bueno, por algo eres "El gran Sebastián", ¿No es así? — comentó en referencia de la ocasión que el cangrejo fue galardonado por su rol como embajador hace ya dos años.

—¡Así es! — presumió el crustáceo, —Y gracias a ti, Úrsula no volverá a lastimar a nadie más. Tu padre estará orgulloso cuando se entere.

Papá...

Ahora que Úrsula había sido derrotada, su padre debió de ser liberado, ¿No? Tomando el tridente, la princesa rápidamente se dirigió al sitio donde se encontraba el Rey, aún pólipo en las profundidades, pero durante el trayecto se topó con la guarida de Úrsula, y pensando en los pobres desdichados que yacían ahí, se adentró en esta, acompañada de Flounder y Sebastián. A diferencia de la primera vez que entró ahí, Ariel no sintió miedo, si no vergüenza por haber sido tan ingenua y confiado ante el peligro evidente; al menos, lo bueno que había salido de la muerte de Úrsula es que todos los que eran sus prisioneros por fin podían ser libres. Cuando estiró su brazo con el tridente, este se iluminó, los pólipos sonrieron y se transformaron en sirenas y tritones, regresando así sus verdaderas formas, riendo aliviados de que años de prisión habían llegado a su fin.

—¡Muchas gracias princesa!

—¡Gracias por liberarnos!

Ariel sonrió emocionada de ver como los antiguos prisioneros salían felices de la guarida o les agradecían antes de partir. Varios minutos más tarde la guarida quedó vacía, y con ello se cerraba un oscuro capítulo en la historia de Atlántica y la dinastía de Poseidón. Tras asegurarse de que no quedara nadie, continuó su camino hasta llegar donde se encontraba su padre y con cuidado colocó el poderoso objeto a su lado, permitiendo que Tritón volviese a su forma original y recobrase su corona, la cual había caído cerca de ahí. Ariel y sus amigos sonrieron al ver de nuevo al Rey en su porte alto y robusto y con el tridente en sus manos una vez más; para ella fue una gran alegría ver a su padre de nuevo después de tantos meses lejos de él, cayendo en cuenta de eso, no se contuvo y se arrojó a sus brazos sollozando.

—Papá, ¡Papá, lo siento mucho! — hundió su rostro en el pecho de su padre como si fuera una niña pequeña mientras él la abrazaba, —Nunca quise lastimarte, ni a ti, ni a nadie...de haberlo sabido jamás habría hecho ese contrato, ¿Podrías perdonarme?

Entre el cielo y el mar [JimxAriel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora