Entre el cielo y el mar [JimxAriel]

CAPÍTULO XXVIII: LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD

Tema musical del capítulo: "Return to Mother" - Tangled Original Soundtrack & "Poor Unfortunate Souls (Orchestra Cover)" por L' Orchestra Numerique.

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La noche era cálida, pero ella no podía sentir otra cosa que el frío en su espalda y la angustia en su corazón, el cuál seguía latiendo desbocado después de las palabras de Jim, «Sabía qué me estabas mintiendo, tonto» le dijo en su mente recordando la confrontación que tuvieron hace solo un par de meses, cuando ella lo encaró por sus palabras la noche de su cumpleaños. Si bien él había negado todo, parte de ella sospechaba que se hacía el ignorante y en realidad recordaba cada cosa que dijo, y al final, las sospechas resultaron correctas. Incluso si él no lo había dicho directamente, Ariel conocía las intenciones detrás de esas palabras.

Una parte suya se sentía dichosa de saber que Jim estaba enamorado de ella, pero eso no quitaba el trago amargo que también le traía saberlo. Pensar que, si no fuera por este tonto contrato, los dos podrían estar juntos hasta que él partiera – lo que sería un pequeño consuelo para ella – y concretar el hechizo para que permaneciera humana para siempre.

"Tú tendrás que haber logrado que un humano se enamore de ti Y que tú te hayas enamorado de él de regreso."

«Pero un humano de este planeta»

Si la princesa llegaba a admitir esos sentimientos, sabía que estaba arruinada. Todo se iría al carajo y ella pertenecería a Úrsula para siempre. Al final, había abandonado su hogar por nada, y sacrificado mucho por muy poco. ¿Cómo pudo ser tan estúpida? Tal vez todo esto hubiera sido más fácil si en lugar de ir a parar a esta isla hubiese acabado en alguna playa de un reino lejano, con un joven príncipe que la encontrase y la llevase con él.

Pero de haber sido así, no habría crecido ni fortalecido tanto como lo hizo en estos largos seis meses, hubiera seguido siendo la misma jovencita que llegó aquí.

Y tampoco hubiese conocido a Jim.

Dejándose caer en la arena, Ariel comenzó a llorar en silencio. Sus lágrimas caían sobre su vestido, y Sebastián, quién se había asomado, no tenía palabras para ofrecerle consuelo. Flounder solo la miraba preocupado, preguntándole a que se debía el motivo de sus lágrimas.

"Lo siento mucho Flounder. No debí meterte en esto."

—¿De qué estás hablando Ariel? — preguntó confundido, —Tú sabes que yo decidí ayudarte porque quise.

El tono fatalista con el que su amiga escribía lo consternada, ya que ella siempre se caracterizó por su optimismo y determinación. Intentó pensar que podría estar afectándola, más que nada porque hace unas horas la vio muy feliz volando junto con Jim...

—Ya sabes, Flounder, — explicó Sebastián, apenado, —Tiene sentimientos por el muchacho.

—Oh...— ahora comprendía todo, y en ese instante sintió temor por el destino de la princesa, — Pero Ariel, entonces, ¿Qué harás?

Ella no respondió, dejando la pregunta abierta, ya que la princesa tampoco sabía cómo darle una solución a su problema. Entristecida, le pidió a su amigo pez que regresara al mar y no se preocupase, que ella estaría bien y descansase, a lo que él se opuso.

—Pero Ariel...

¿Cómo pretendía ella que se quedara tranquilo sabiendo lo que le deparaba? Para Flounder, Ariel su mejor amiga. Aún recordaba cuando se conocieron por primera vez, cuando él era un pequeño pez y ella era una niña: él se había perdido en un paseo con sus hermanos, y Ariel lo encontró y lo ayudó a volver a casa; desde ese instante, se volvieron inseparables, y ambos se acompañaron en distintas aventuras, ya sea cuando Flounder fue parte de una banda o en las excursiones de Ariel a barcos hundidos. Él fue el único confidente que ella tuvo cuando comenzó a sentirse como un pez fuera del agua y empezó a añorar la superficie, y si bien Flounder no compartía sus mismos intereses, sí sabía lo importante que era ese deseo para ella, y por eso, la apoyó. Cuando se volvió humana y dejó el océano, la extrañó, pero al menos tenía el consuelo que podía verla cada tanto en la orilla y que ella por fin cumpliría su sueño.