Entre el cielo y el mar [JimxAriel]

CAPÍTULO XL: HACIA UN FUTURO JUNTOS - FINAL -

Tema musical del capítulo: "Starlight" - Muse

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Aún no había salido el sol cuando Ariel despertó de su profundo sueño, rodeada por los brazos de Jim, quién dormía apaciblemente con el rostro hundido en el largo cabello rojo de la princesa. El calor de su respiración ayudaba a disipar el frío de la mañana y la joven cerró los ojos una vez más, deseando que este momento no terminase nunca; ahora que sabía que ella y Jim partirían a estudiar a distintos lugares y se verían solo dos veces al año, quería disfrutar de estos momentos lo mejor que pudiese. Se apartó un poco de él para poder ver su rostro mientras dormía, contemplando sus facciones para luego plantarle un beso en la mejilla, un gesto que provocó que Jim se moviera, pero sin abrir los ojos, estrechándola junto a él.

—Es muy temprano...— susurró contra su hombro, y ella solo rio.

—¿No crees que ya has dormido mucho?

Si fuera por ambos hubiesen permanecidos recostados en el sofá hasta que alumbrara, pero tampoco querían ser descubiertos por las sirvientas de la mansión, ya que si bien no habían hecho nada inapropiado, no iban a darle de hablar a las malas lenguas, así que se levantaron y se dirigieron a la cocina a preparar el desayuno como muchas veces lo hicieron en el Legacy, en lo que esperaban a que el resto se levantara. La mañana transcurrió con normalidad, y no fue hasta después del almuerzo que Jim decidió ir a su antigua escuela para anunciar su retiro, llevando a Morph y a Ariel consigo como le había prometido a la muchacha la noche anterior; tras despedirse de su madre y el doctor, los dos adolescentes salieron de la mansión, caminando por las calles de Benbow.

La villa no había cambiado nada en lo absoluto desde que se fue, con su paisaje gris y caminos semi pavimentados, aunque podía ver a lo lejos que las colinas se habían llenado de atisbos de pastizal como solía ser en los veranos. Jim no prestó mucha atención a los detalles que conocía desde su niñez, pero sí a la reacción de Ariel quién contemplaba maravillada cada aspecto de las calles, las casas y los montes; era cierto que Benbow carecía del verdor y la frescura de Danmǫrk, pero no por eso dejaba de ser único a los ojos de la princesa. Para Ariel, todo tenía una belleza propia y no dejaban de llamarle la atención detalles como las casas con antenas o los habitantes que transitaban por las veredas.

Al llegar a su antigua escuela, Jim dio un soplido, no de nervios, sino más bien anticipación de llevar a cabo un trámite tedioso y terminarlo de una buena vez. Miró a Ariel y le dijo,

—No me tardaré mucho, así que quédate por aquí. No vayas a arrancarte como la otra vez, — señaló en referencia a la primera visita que hicieron a Danmǫrk donde la joven se escapó al festival.

—Descuida, me quedaré rondando por aquí, —le aseguró Ariel, —Tú ve a hacer lo que tienes que hacer.

Con ello, Jim entró al instituto, aliviado de que no hubiera ninguna cara conocida a la vista, lo que era de esperarse ya que a estas alturas eran vacaciones de verano, y se adentró hasta llegar a la oficina del director, el señor Livesey, un alien paquidermo, quién estaba en su escritorio viendo unos papeles hasta que lo vio llegar, sorprendiéndose.

—Señor Hawkins, pero que visita tan inesperada, — sin duda el cambio de apariencia del muchacho no pasó desapercibida para el director, tomando en cuenta a como lucía la última vez que lo vio, —Ya lo daba por perdido en ese viaje que emprendió.

—Ha pasado mucho tiempo, sin duda, — respondió el joven, mirándolo a la cara de una manera que pocas veces hizo antes, —Por suerte regresé sano y salvo.

—Me alegra saber eso, ¿Se puede saber a qué vino tan repentinamente aquí?

—A avisar que no regresaré más a la escuela, terminaré mi último año de secundaria de forma independiente, — anunció.