6

327 36 13
                                    

Vale, ¿estoy preparada para morir? No, no lo estoy.

Miré las personas que estaban frente a mí y aguanté las ganas de correr. Debía hacerlo, no puedo esconderme para toda la vida. Una semana sin verlo es mucho tiempo, debo aplaudirme por mi logro.

El chico más dulce de los tres se giró y me sonrió al encontrarse con mi mirada. Todo bien, Jin es inofensivo, no me hará nada. Ya llevamos unos días hablando y es bastante bueno, puede llegar a ser un gran amigo.

Ahora el más enano se gira. Mierda, Yoongi es la persona más agria que he conocido en toda mi vida. Sin saber que hacer le sonrío. Grave error. Lo vi mover su boca y eso solo significaba una cosa, estaba hablando... premio Nobel para mí por adivinar eso.

Y otro premio más por adivinar sobre que hablaban. Obvio que era sobre mí pues Nam se giró quedando frente a frente conmigo. Debo agradecer por los metros que nos separan.

¿Qué hago? ¿Le sonrío? ¿Le ignoro? Vale, a la cuenta de tres comienzo a correr.

Uno.

Dos.

Tr...

—¡Soldado Ri!—rebajen a Jin de su pedestal, ya no es la mejor persona que he conocido. Caminé hacia ellos e hice mi saludo.

—Si, señor—me mantengo firme.

—Descanse—sonríe y hago lo que dice.

—¿Para qué me necesitaba?

—Estaba hablando con el Capitán y me ha permitido estar al pendiente de tu entrenamiento—fruncí el entrecejo—. Se ve que tienes talento para esto, solo hay que explotarlo un poco. Tienes las ganas de triunfar en este mundo, solo necesitas un empujón.

—Es un honor que hable así sobre mí—sonrío.

—Solo con la condición de que si es un mes no eres la mejor de este lugar serás expulsada—explica Yoongi. Las malas noticias siempre tienen que venir con él.

—Y que Kim puede hacerse cargo de tu entrenamiento cuando quiera—oh no, matenme. Vale, cuando me vaya de aquí me tiraré del techo.

—Con su debido respeto, prefiero seguir con mis compañeros—hablo. No quiero que me corran y mucho menos que Nam esté al tanto de mi entrenamiento.

—Es una decisión tomada, tú no tienes ni voz ni voto en esto—por primera vez habló el más alto. Me aguanté las ganas de ahorcarlo y me mantuve seria.

—Ya puedes retirarte, debes estar en la cocina—asentí, hice el saludo para despedirme y fui a mi lugar de "trabajo".

No diré que no siento un gran honor por saber como habla Jin sobre mí, porque estaría mintiendo. Pero si me daba un poquito de miedo no lograrlo y ser expulsada. Soy consciente de que no soy el mejor soldado, y tal vez no seré la mejor nunca, pero tengo las ganas y las fuerzas para seguir intentándolo. Mi país se merece a los mejores defensores y yo quiero pertenecer a ellos.

La cuestión es que Kim Nam Joon me hacía temblar, era verlo y saber que hiciera lo que hiciera fracasaría, ya me ha pasado antes. Y que ahora esté pendiente de cada paso que doy me da hasta ansiedad.

—¡Ten cuidado con el dedo!—escuché el grito de una chica y presté atención a lo que hacía. Dejé caer el cuchillo que estaba limpiando y la miré horrorizada.

—¿Acaso estás loca?—pregunto abriendo mucho los ojos.

—¡Loca tú! Limpiaba el cuchillo como si estuvieras en otra galaxia. Un poco más y te rebabas el dedo—rodé los ojos. No sabía que las personas podían ser tan exageradas. Por primera vez le presté atención a la chica, era un poco enana, cabello largo y teñido de rubio, vestía un uniforme de soldado.

No me llames princesa [KNJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora