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JungKook no paraba de hablar, seguía contándome cosas que no me interesaban, pero a él le hacía feliz. Estábamos de camino a mi habitación, exhausta como siempre después de un día de entrenamiento.

—Creo que debería empezar a tener citas—me detuve en seco al escucharlo. ¿Está hablando enserio? Hasta hace unos días aún lloraba por mi amiga.

—Yo también lo creo—le animo con una sonrisa. No es bueno para nadie enfrascarse en su antigua relación. Estoy más que segura de que Ji Woon ha salido con más de uno, no tiene nada de malo que él empiece a superarla—. ¿Alguien en mente?—comienzo a caminar nuevamente.

—Nadie interesante—hace un sonido raro con su boca—. Descargué una app para citas. No le digas a nadie, pero me la recomendó Tae Hyung—rodé los ojos al escuchar su nombre. Hace mucho no hablo con ese chico, debería enviarle un mensaje a al menos preguntándole cómo está.

—Debes tener cuidado con las psicopatas.

—Soy un soldado, ellas deberían tener miedo de mis habilidades—negué lentamente con la cabeza.

—Cuando digas que eres soldado todas querrán contigo.

—¿Crees que eso les guste?—pregunta emocionado y asiento.

—A la mayoría de las chicas les gusta que su novio sea alguien fuerte que pueda defenderlas.

—A mi también me gustan las chicas que saben defenderse por si mismas—sé que ambos recordamos a mi amiga.

—Olvida lo que dije—sonrío. Con girar a la derecha al final del pasillo podría ver la puerta de mi habitación. Al hacerlo fruncí el entrecejo, había un ramo de flores frente a mi puerta.

—¿Es para ti?—pregunto mi acompañante señalando los tulipanes.

—¿Para quién más? Están frente a mi puerta—seguimos caminando y los tomé antes de que él lo hiciera.

—Tiene una nota—una vez más me adelanté y la tomé. Si es de quien creo que es, JungKook no puede enterarse.

"Amarte es la cosa más sincera que alguna vez haya hecho... Pd:nos vemos en la noche."

Sentí como el calor iba subiendo a mis mejillas, no pude evitar sonreír. Jamás vi a Nam Joon como un chico de detalles, mucho menos decir algo tan cursi como esto.

—¡Quiero ver!—grita JungKook arrancándome la tarjeta de la mano—. Nos vemos en la noche—lee con el ceño fruncido. Lo único bueno de esto es que no está firmado, eso lo pudo escribir cualquiera—. ¿Sigues viéndote con él?

¡Que suerte la mía! Jungkook por primera vez en su vida es inteligente.

—No sé de que me estás hablando—miento quitándole el papel.

—No te hagas la tonta—mientras el hablaba yo intentaba abrir la puerta con mis manos ocupadas—. Solo dime si o no.

—No sé a qué tengo que responder—ambos entramos. Dejé las flores sobre mi cama, luego buscaré un jarrón en donde meterlas.

—¿De quién son las flores? ¿Son de Kim?—me giro dándole la espalda, si no ve mis expresiones nunca me descubrirá—. ¡Son de Hoseok!—grita de repente y pude volver a respirar.

—¡Sí!—grito también—. No quería decirte porque era un secreto—me toma del brazo girándome.

—Creí que lo vuestro no había funcionado, jamás se les ve juntos—muerdo mi labio inferior sin saber que decir. JungKook puede ser inocente, pero no lo suficiente.

—Por un tiempo lo ignoré, pero volvimos a hablar, le di otra oportunidad y ya ves—sonrío incomoda.

—No sabes cuanto me alegra—me jala del brazo que aún me tenía sujetada y me abraza. Apoya su cabeza sobre la mía y juro que está sonriendo—. Debo confesar que tuve miedo de que volvieran con Kim. Que el haya regresado no me tenía para nada tranquilo. Supongo que ya no debo preocuparme, creciste—se separa un poco para jugar con mi cabello.

No me llames princesa [KNJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora