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Un nuevo día y me sentía como nueva. Me vino muy bien ese día extra con mi madre, me hizo relajarme y salirme de la rutina diaria.

Llevaba mi mochila colgada en un hombro cuando entré a la base. Todos en los pasillos como siempre me miraban y juzgaban con la mirada, en este tiempo había aprendido a ignorarlos, pero no lo pude ignorar a él.

Hoseok estaba al final del pasillo, no podía doblar o fingir que no lo vi, él me está mirando fijamente esperando a que llegue a su encuentro. Sacando el poco valor que tengo caminé hacia él aguantando las ganas de agachar la cabeza.

—Seré claro—comienza a hablar y no tuve ninguna intension de interrumpirlo—. No quería ser insistente y por esa razón no te escribí más de lo necesario y no me acerqué a ti cuando te veía incomoda. Pero ya no aguanto más.

—Lo sient...—me interrumpe.

—Sé que tienes una historia muy larga con El Capitán, quien no te merece ni un poco, pero eso no es de mi incumbencia. Y aunque estés enamorada y sufriendo por él, no debes tratarme como ese hombre te trata a ti. Jamás te hice nada, todo lo contrario—comienza a gesticular con sus brazos más de lo necesario—. No te diré que quiero que estés conmigo sin importar tus sentimientos por otra persona que no soy yo. No te juzgaré por aceptar estar conmigo de una forma más íntima a pesar de no ser nada, porque es tu cuerpo y son tus decisiones, y yo lo disfruté tanto como tú, o espero que lo hayas disfrutado...

—Hoseok...—me vuelve a callar.

—Debes pasar por este duelo sola, puedes contar conmigo para lo que necesites, mientras tanto trataré de no molestarte en lo más mínimo. Cuando estés lista , si quieres conocerme mejor, aquí estaré para recibirte con los brazos abiertos para enseñarte que es en realidad ser amado por alguien—me puse firme, incomoda por la situación.

—Lo siento—solo eso pude decir.

—No tienes que sentirlo, yo soy el que toma la decisión de esperarte.

Pero no me estaba disculpando por hacerlo esperarme, lo hacía por ocultarle que Nam Joon y yo teníamos algo nuevamente. Que esta no sería una etapa en la que estaría sola y reflexionaría sobre mis sentimientos y actitudes, sino todo lo contrario. Sin importar el tiempo que Hoseok me diera, yo seguiría amando a mi "pareja" y estaría construyendo un futuro junto a ella en mi mente.

Me duele estar engañándolo, estar dándole falsas esperanzas a una persona que consideré un gran amigo en su momento. Pero no puedo delatarme, no puedo contarle la verdad, no podía esperar que él guardara un secreto de este tamaño.

—Nos vemos por ahí—sonríe y me hizo sentirme aún peor, si eso era posible. Sus sonrisas siempre tan sinceras, tan llenas de luz. ¿Cómo podía ser tan mala persona de estar jugando con los sentimientos de alguien así?

Cuando tuvimos nuestra cita, me hizo creer que podría hacerme olvidar, que podría enamorarme de él y que todo sería color rosa. Cada roce de sus manos y labios me hizo sentir más segura de lo que me ha hecho sentir Kim Nam Joon en muchos meses. Lastimosamente los sentimientos no son algo que desaparezcan de la noche a la mañana.

No volví a saber nada de él después de ese beso en la mejilla que me dio en forma de despedida. El siguiente mes fue como si se lo hubiera tragado la tierra, se estaba manteniendo alejado de mí justo como había dicho, y de cierta manera lo apreciaba. Por una vez más, quiero creer que solo por esta vez, volví a creer en la palabra de un hombre.

—¿Qué tienes pensado hacer en fin de año?—pregunto jugando con algunos mechones de su cabello.

—Mi padre como siempre hará una cena gigante con personas importantes con las que debo fingir ser igual de rígidos que ellos—ruedo los ojos por lo poco interesante que suena.

No me llames princesa [KNJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora