13

325 30 8
                                    

No puedo creerlo. No puedo creer que después de cuatro largos años el siga aquí. Creí que no lo volvería a ver. Creí que aquella había sido la despedida. Que arreglamos nuestras diferencias porque jamás tendríamos que volver a cruzarnos en la calle. Y ahora me dicen que está aquí.

—¿Estás bien?—Jin me saca de mi pequeño trance.

—Mejor que nunca—miento con una sonrisa.

—Que bien. Porque debo llevarte ante Nam Joon—mi sangre se vuelve a congelar. ¿Por qué tengo que enfrentarlo? No quiero hacerlo. No tengo que hacerlo.

—¿Es obligatorio?

—Es un superior importante. Si es obligatorio—se levanta del sofá y yo imito su acción.

¿Y si me vuelve a tratar como antes? Digo, sigue siendo mi superior y yo solo una tonta que siempre lo trato mal.

No Eun Yeong, no hay nada que temer.

Claro que no, ya no tenemos porqué estar en contra del otro. Él es mi superior y yo soy alguien que solo hace su trabajo para seguir triunfando.

—Si no queda de otra—suelto un suspiro. Jin asiente y comenzamos a caminar hacia no sé dónde. Supongo que será la oficina de Kim.

Traté de mirar todo a mi alrededor para ver si lograba calmarme. Pero no había nada interesante. Todo era de colores deprimentes y personas haciendo su trabajo.

—Deberías esperar aquí, mejor le doy la noticia yo solo—asentí. Nos detuvimos ante una puerta y el entró sin pedir permiso. La última vez que yo hice eso me llevé una gran sorpresa.

No podía mantenerme tranquila en mi lugar. Me sentía ansiosa. ¿Es normal esté sudando tanto? Limpio el sudor de mi frente. Se siente como el maldito infierno.

—¿Eun Yeong?—detengo mis raros movimientos de pierna—. Ya puedes pasar—sale de la habitación y la deja abierta solo para mí—. Prometió ayudarte. Yo debo hacer más cosas—asentí y se largó sin decir nada más.

Vamos. Es hora de enfrentarlo. Esto parece un sueño... No es que yo sueñe con él ni nada por el estilo. No lo hago hace meses... Digo. ¡Jamás soñé con él!

Vuelves a ser patética. Compórtate como alguien de tu edad.

Bufé y entré sin pensarlo más. Estaba sentado tras el escritorio. Frunció el entrecejo como si no creyera lo que estaba viendo.

—¿Princesa?—preguntó confundido—. ¿Qué haces aquí?

—¿Acaso Jin no habló contigo?—cerré la puerta para caminar hacia él.

—El muy tonto solo dijo que me tenía una sorpresa—se levanta de su asiento.

—Pues...¡sorpresa!—finjo alegría. Sigue su camino hasta detenerse a pocos centímetros de mí.

—¿De verdad estás aquí?

—Creo que si soy real—suelta una carcajada.

—¿Qué haces aquí?—vuelve a preguntar.

—Me trasladaron. Soy cabo primero ahora—asiento muchas veces apretando los labios.

Creí que mi nuevo traslado significaba no tener que estar dándole explicaciones a mis conocidos y fue todo lo contrario. Tengo más conocidos aquí que en mi antigua base... Es una forma de decir.

—¿Cabo primero?—abre mucho los ojos.

—¿Sorprendido?

—Un poco, si—se cruza de brazos—. Lo lograste.

No me llames princesa [KNJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora