42

211 30 5
                                    

Esta canción se siente como si Ji Woon se la hubiera compuesto a Eun Yeong😭.
______

Mi celular no paraba de sonar. Mensaje tras mensaje. Una y otra vez el tono de llamada. No quiero saber de nadie. No quiero tomar mi celular y leer todas las cosas que pueden hacerme sentir peor.

Aún no se como me mantengo despierta, como mis ojos siguen abiertos. Llevo días sin dormir o comer. Solo tomando agua. Mi cuerpo exige alimentos, pero mis ganas de caminar y atenderme son nulas. Apenas y voy al baño para hacer mis necesidades. Tampoco me he duchado, sigo con el mismo pijama de aquella noche.

Las lágrimas habían parado, los mocos no. No tengo idea de si aún tengo voz ya que solo me escucho cuando suelto gritos en medio de la madrugada.

Mi puerta no para de ser tocada, no he abierto. No sé si sean los vecinos que quieren quejarse, o si sea él, o la policía para verificar si sigo viva ya que no me he presentado más en la base. Y me da igual, es preferible que piensen que estoy muerta a que me vean en este estado de depresión.

He tratado de pensar lo menos posible en lo sucedido. Me he querido mantener ocupada, pero no tengo nada que hacer en estas cuatro paredes. Cuando pienso que estoy preparada para salir, me vuelve a dar pereza y termino acostada en mi cama abrazando mis piernas.

Mi celular paró de sonar y en ese mismo instante escuché un estruendo en la sala. Debería levantarme corriendo, ver si es un ladrón o algo por el estilo, pero me dio igual. Con pesar tomé la pistola que estaba bajo la cama. Es ilegal tener armas, pero yo soy militar, es parte de mi trabajo. Apunté hacia la puerta esperando al ladrón. Me da igual que se lleve todas mis pertenecías, mientras no me moleste a mí todo está bien.

—¡¿Ri Eun Yeong?!—gritaron a lo lejos. Era una voz de hombre que en mi vida había escuchado.

—¡Déjame pasar!

—Señorita no puede pasar, no sabemos quien puede estar ahí dentro.

—¡Estoy en el ejercito desde los 18! ¡Yo estoy más apta para protegerte a ti que tú a mí!—esa voz si la conocía. Le puse el seguro al arma y la dejé a mi lado en la cama. Me daba igual que fuera ella, no pienso pararme—. ¡Eun Yeong!—grita cuando se paró frente a la puerta, no respondí. Corrió hacia mí, y en una posición incómoda, me abrazó—. Creímos que estabas siendo torturada. No respondías a mis mensajes o llamadas. Llevó dos días llamando a tu puerta y no respondías—me quedé estática sin tocarla—. Tus vecinos dijeron que escucharon sonidos raros.

Por encima de su hombro vi a un policía aparecer.

—¿Todo bien?—preguntó y mi amiga se separó de mí para asentir—. ¿Segura?—dudó al ver mi estado.

—Segura—le sonríe haciendo que él se tranquilice.

—Entonces le diré al chico que puede pasar—fruncí el entrecejo sin entender. ¿Qué chico? ¿Lo trajo a mi casa? No, es mi mejor amiga, no me haría eso.

—Dígale que está todo bien y que puede irse—mi amiga habló rápido antes de que ese hombre desapareciera de mi vista.

—Vale—se fue sin decir nada más.

—No puedo creer que estés así por lo de ese estúpido.

—¿Qué chico es?—nos sorprendimos al escuchar mi voz ronca.

—¿Cuánto has gritado? Debe ser mucho para no tener casi voz—la ignoré.

—¿Qué chico?

—Con el que salí hace dos días. Sabes que tenía una cita—dice como si nada—. ¿Me dirás que sucedió cuando te enteraste?

No me llames princesa [KNJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora