LA OSCURIDAD EN TU MIRADA© (Nuestras Miradas #1) [COMPLETA✔]

CAPÍTULO 10

[...]

Me despierta el sonido de un móvil, y alguien moviéndose del otro lado de la cama, abro los ojos, y observo a Luc completamente de pie, se ve tan sexy, en todo su maldito esplendor, podría pasarme el resto de mi jodida vida admirándolo, niego con la cabeza por el rumbo de mis pensamientos y también me levanto.

—Craft—dice Luc al teléfono con una expresión tan fría como el mismísimo ártico, se le ve tan pensativo, tiene el ceño fruncido, está frente a las blancas cortinas y eso me da la sensación de que estoy en el cielo.

¡Dios!, me siento muy cansada, me duele todo y con decir todo, es absolutamente todo, pero recordar el porqué, me hace sonrojar. Este hombre es muy bueno en el sexo. Suspiro y estiro todo mi cuerpo completamente. Aún hay una pregunta que ronda en mi cabeza y pronto se la haré.

¿Por qué yo y no cualquier otra?

Busco la playera que tenía puesta hace un rato y me la coloco. Aprovecho que él está al móvil y me dirijo al baño, me siento muy pegajosa, así que sin preguntarle, entro a la bañera transparente, abro las llaves y templo el agua.

Gracias al cielo tiene agua caliente, sin pensarlo dos veces me meto a ella.

Tomo un poco de shampoo y jabón, rápidamente me enjabono. Aunque estos jabones tienen olores masculinos, me encanta, porque será como si él siguiera conmigo, miro las marcas.

Nunca he visto estas marcas en las tiendas.

Los millonarios y sus poderes de comprar todo lo que se les venga en gana.

Oigo la puerta abrirse.

—Nunca pensé disfrutar tanto de las vistas y agradecer a mi arquitecto por la bañera transparente.

Mi corazón se acelera al escuchar su voz. Instintivamente quiero cubrir mi cuerpo, pero él se mete conmigo en la bañera y no me lo permite.

Detrás mío hace mi cabello a un lado y besa mi cuello.

—Quería invitarte a cenar fuera, pero me han llamado y tengo que resolver unos problemas, y tardaré un poco.

Asiento.

—Está bien—respondo con sinceridad, no sé por qué siento una punzada de tristeza en lo más profundo de mi corazón, por saber que voy a tener que separarme de él.

—Sin embargo—me acaricia la espalda enjabonada, se toma su tiempo tallando delicadamente y estrujando un poco mis pechos, luego el trasero, las piernas, como si su mano fuera mi esponja, pero cuando pasa su mano en medio de mis piernas gimo.

Joder.

Siento cómo mi vagina reacciona a sus caricias.

Mete un dedo en mí.

—Oh, Luc.

—Preciosa, ya estás mojada para mí.

Me ha llamado preciosa, mi corazón da un brinco.

Mi cuerpo empieza a prepararse para otro delicioso orgasmo.

Acelera el ritmo e introduce dos dedos. Joder este hombre tiene magia en sus dedos, me derriten, y excitan tan bien y tan rápido.

—Estás tan caliente, resbaladiza y la combinación de tu olor y el mío, dios me pones tan cachondo Meli.

—Maldición Luc—grito cuando comienza a masajear mi clítoris en círculos regulares, sin dejar de sacar y meter sus dedos en mi interior.