CAPÍTULO 23

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[...]

En otros días estaría cansada en demasía por todo lo que me han hecho el día de hoy, sin embargo el simple hecho de pensar que asistiré a una cena con Luc, hace que sienta una sensación extraña, quisiera decir que sólo nervios y emoción.

Pero más bien es una mezcla de distintas emociones.

Pánico y miedo porque hablaré con Luc esta noche, emoción porque seré su pareja esta noche, nerviosa a la expectativa de que algo podría salir mal, empoderada porque me encuentro frente al espejo de un baño de una habitación de invitados, y francamente no me veo nada mal.

Harry sí que es un experto en belleza.

Mis mirada se ve más atrevida, y mis ojos más grandes, pues tengo un perfecto delineado, un poco más grueso del que yo me hago regularmente, eso sumado a las pestañas postizas y sombras bien difuminadas y brillosas color vino—aunque de mi lagrimal inician con una color blanco luego se tornan vino—y aún falta que me pinte los labios con un tono rojo o vino igualmente que mis ojos.

No lo he decidido todavía, y ya no me queda mucho tiempo para pensarlo.

Llevo unos hermosos pendientes de diamante en los cuales cuelgan unos aros con pequeños diamantes incrustados y un collar discreto pero de diamantes también.

Luc los dejó en esta habitación en el baño con una nota que decía.

«Para ti preciosa, esta noche vas a brillar aún más que estos diamantes»

Sus palabras hicieron que mi corazón diera un brinco.

Estuve a punto de no aceptarlo y no usarlos, pero sólo por esta noche le daré el gusto, pues puede que hoy sea el inicio de algo o también nuestra última noche juntos.

Doy un brinco cuando escucho la voz de Luc que me llama desde afuera de la habitación

—Te estaré esperando abajo preciosa.

Su voz ronca me enciende y eso que ni siquiera ha empezado la cena sin embargo yo ya estoy deseándolo.

Autocontrol hoy te necesitaré más que en toda mi vida.

—Sí Luc, en un momento bajo—respondo lo suficientemente alto como para que me escuche.

Finalmente me decido por un labial vino, me doy un último vistazo en el espejo, al parecer todo esta bien, mi cabello recogido en una diadema de trenza y lo demás que está suelto no se ha despeinado, y el maquillaje está impecable.

Me coloco una especie de pashmina en los hombros, tomo mi bolso de mano negro y con los nervios de punta salgo de la habitación. Cuando bajo las escaleras me encuentro a Luc, frente a la chimenea electrónica bebiendo un líquido ámbar de un vaso de cristal, cuando se da media vuelta y lo puedo ver, siento una explosión en todo mi cuerpo, siento un fuerte deseo y ganas de él, de que me quite el vestido y me haga suya mil veces si él quiere.

Lucas lleva un traje negro de tres piezas, camisa blanca y corbata y pañuelo color vino, combina perfectamente con mi maquillaje.

Puedo notar como la oscuridad en su mirada se ha hecho más densa.

La tensión sexual entre nosotros nunca desaparecerá.

Jamás.

Lentamente se acerca a mí y cuando está lo suficientemente cerca como para oírlo susurra.

—¿Lista?

Yo trago saliva, su aroma a perfume caro masculino inunda mis cavidades nasales, y me nubla la vista. Sólo puedo asentir, me ha dejado sin palabras, con la garganta seca, siento mis mejillas encenderse, pero él parece ignorarlo.

LA OSCURIDAD EN TU MIRADA© (Nuestras Miradas #1) [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora