CAPÍTULO 11

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[...]


—«Esto es demasiado»—es la frase que me repito sin parar en la mente.

Luego de vestirme, ya que en su vestidor encontré la ropa que llevaba el día anterior, limpia y perfectamente colgada en la parte dónde guarda sus camisas, me la puse, preferí mi propia ropa a la de Luc, pues ya estando lejos de él, sin si hermoso cuerpo y acciones tan lindas hacia conmigo, pude despejar mi mente y pensar con más claridad.

Es que en verdad esto es demasiado, su apartamento es tan lujoso, y no sé cómo explicarlo. Simplemente esto es demasiado para mí.

Y ahora sé lo que tengo que hacer.

Paso frente a lo que parece ser su despacho, la puerta está entreabierta, así que puedo escuchar su voz al teléfono.

—Sí, lo tengo claro, pero debes saber que para eso te pago, debe de haber una manera en que podamos..., ujum, sí, sí exacto, eso es a lo que me refiero...—decido no entrar e interrumpirlo, debe de estar demasiado concentrado en sus asuntos.

Paso de largo.

Bajo las escaleras, miro a todos lados para corroborar que estoy sola y no hay nadie por ahí escondido. Para mi suerte, no hay ni rastro de Claire, ni de ninguna otra persona. En la cocina encuentro un block de esos papelitos que se pegan, cojo uno y escribo.

Gracias por todo, pero esto es demasiado para mí, Señor Craft.

Atte: Melissa Brooks.

Siento las manos sudorosas y mi corazón latir tan fuertemente que puedo oír su palpitar en mis oídos, cuando me paro frente a la puerta del elevador, presiono el botón, y pego el papel sobre él, esperando que no haya ninguna alarma o algo por el estilo que le avise a Luc de que voy a usarlo.

Joder, ¿por qué me siento como si le fuera a robar algo?, si estoy en todo mi derecho de irme cuando yo quiera, él no es nada mío.

—«Porque le prometiste quedarte todo el fin de semana»—me recuerda mi conciencia.

Pero sólo para que me diera mi móvil, el cual no debería estar sujeto a cualquier intercambio o especie de trato para que yo lo pudiera obtener, además de que si le dijera a Luc que tengo que marcharme seguro a que no me dejaría ir, y para empezar ni se lo diría porque su mirada tiene algo que me hechiza por completo y me nubla la razón, sólo puedo concentrarme en su deseo y las reacciones que le causa a mi cuerpo.

—«Así que técnicamente no estoy rompiendo ningún trato»—me justifico a mi misma tratando de convencerme de que lo que estoy haciendo realmente está bien.

Cuando se abren las puertas, yo dudo por unas milésimas de segundo en poner un pie dentro de este, pero cuando entro no dudo en presionar para que las puertas se cierren y poder ir a la planta baja.

Al final los miedos del pasado y el querer sentirme en mi zona de confort, me pudieron más. Siento mi garganta apretada por el gran nudo que se me está formando.

Joder, ¿por qué quiero echarme a llorar?

Ni siquiera nos conocemos bien, y...

—¡Basta! —me digo a mi misma en voz alta, al fin y al cabo nadie me escuchará.

Intento mantener mi mente en blanco, ya que si sigo en el camino de pensar todo meticulosamente, estoy segura de que pulsaré el botón de su piso y en esto ya no hay vuelta atrás.

Saco mi móvil y pido un taxi, le paso la ubicación por mensaje—la cuál puedo saber gracias a mi bendito móvil inteligente—y lo vuelvo a guardar, no sin antes casi ahogarme de la impresión que me causa saber que Lucas Craft vive y que yo haya pasado una noche el en One Madison Park.

LA OSCURIDAD EN TU MIRADA© (Nuestras Miradas #1) [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora