[...]Entro como una bala a la habitación, cierro la puerta y le pongo el pestillo.
Siento el impulso de salir corriendo porque lo que ha hecho me ha ofendido demasiado.
Hubiera preferido que Luc me lo dijera directamente a los ojos—que hubiera tenido los cojones suficientes de decírmelo a la cara—siento escozor en los ojos.
Parpadeo para dejar de sentir el escozor y ahuyentar a las puñeteras lágrimas, tengo un plan aún mejor que el de huir que justo se me acaba de ocurrir.
Me tumbo en la cama con las piernas abiertas, cómo desearía tener en estos momentos el vibrador que tengo en casa, el que usaba antes de estar con Lucas. Si alguien me hubiera dicho que lo necesitaría lo habría echado en el bolso, pero teniendo a Luc, no pensé que me fuera a hacer falta, por qué iba a estar con él, y porque me iba a entregar sólo a él y no a un aparatito que vibra.
En esta circunstancia haré uso de los conocimientos de la vieja escuela.
Los dedos.
Oigo cómo Luc intenta abrir la puerta pero se da cuenta de qué está cerrada.
—Melissa, Melissa—toca la puerta con los nudillos, pero yo paso de él—¡abre la maldita puerta!—vuelve a intentar abrirla desde la manija.
Joder, con sus gritos no me puedo concentrar.
Me levanto por el móvil y busco los audífonos en mi bolso, cuando doy con ellos casi quiero gritar de felicidad. Busco en Spotify la canción más excitante y que me aparezca primero.
Me aparece una Playlist y la reproduzco.
—Melissa—dice en un tono más calmado—Melissa por favor.
Conozco esa táctica guapo, la de me muestro calmado para que me hagan caso, y luego me hago la víctima, pero conmigo no te va a funcionar, precioso.
Me coloco bien los audífonos y dejo de escucharlo, me acompaña Love is a bitch de Two Feet.
Y es la realidad, el amor es una perra.
Dejo que mi imaginación vuele, pienso en Luc, en su cuerpo, en la sincronía que suele tener conmigo—toco mis pechos, mis sensibles pezones—pienso en como me hace gritar su nombre, en cómo me lleva al orgasmo—paso mis manos por mi vientre imaginando que es él.
Acaricio mi monte de venus y luego mis labios vaginales.
—Tampoco te necesito para tener un puñetero orgasmo Luc—exclamo esperando que me haya escuchado, cuando introduzco dos dedos en mi interior.
Oigo unos lejanos golpes en la puerta, imagino que son los sonoros golpes de nuestros cuerpos, con una mano me aferro a las sábanas con fuerza, y gimo sin premura cuando acelero el ritmo y por ende la fricción de mis dedos.
Y dios.
La letra con el sonido estimulante.
¡Joder!
Mentiría si dijera que esto es mucho mejor que tener la polla o los dedos de Luc—que son más grandes y largos—pero algo es algo. Sintiéndome próxima al orgasmo, comienzo a masajear mi clítoris con fuerza, me retuerzo en la cama del placer que siento recorrer mi cuerpo.
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LA OSCURIDAD EN TU MIRADA© (Nuestras Miradas #1) [COMPLETA✔]
Romance«Él tenía oscuridad y luz en su interior, pero dejaba que predominara la Oscuridad para conseguir lo que él quería. Ella era valiente, pero opacaba su valentía con el miedo para proteger su corazón» SPOILER: «Ella se convirtió en la luz dentro de su...