LA OSCURIDAD EN TU MIRADA© (Nuestras Miradas #1) [COMPLETA✔]

CAPÍTULO 27

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El día de ayer con Luc se pasó como una flecha.

Creo que los domingos encerrada en una habitación con Luc serán mi nueva obsesión.

Conocer esta nueva faceta de Luc como una persona común y corriente que ocupa un domingo para hacer un maratón de películas, comer en la sala, y andar todo el día en pijama—y no como un gran e importante magnate de la industria—me ha maravillado.

Pero todo tiene un fin en esta vida, y nuestro fin de semana no iba a ser la excepción, así que de igual manera también tuvo su final, casi me pongo a llorar como una cría.

Hoy inicia una nueva semana y tengo que empezar con toda la actitud.

Luc casi logra convencerme de que su chofer me llevara al trabajo, pero me rehusé y no di mi brazo a torcer. Si alguien de la empresa me llega a ver bajar de un auto deportivo o de lujo, seguro a que despertaría rumores, chismes y no gracias, yo paso de ellos.

Al final yo gané, y le dije a Luc que ya me las arreglaría yo para llegar al trabajo. Mi decisión no le causó ni un gramo de gracia, pero como él también tenía que ir al trabajo, y tendría una reunión a primera hora, no se podía detener a discutir más conmigo.

El pobre se fue bufando de mi casa molesto.

Primera victoria para Melissa Brooks.

Sin embargo antes de irse me dejó en alerta roja por su advertencia.

»—Algún día tendrán que saber que eres mía, que soy quien te hace gemir, que soy el dueño de tus orgasmos, y eso va a ser pronto preciosa.

Sus palabras me dejaron atónita y pasmada.

Pronto pero todavía no.

Para mi suerte Kara me dejó usar su coche, y también para mi triste noticia me dijo que Zach y ella habían decidido abortar a su bebé, intenté convencerla de que no lo hiciera, pero a ella no hay quién la saque de sus trece.

Y ahora con el apoyo de Zach, mucho menos.

Cuando llego a la oficina me quedo pálida como el papel cuando al ver a Martin en su lugar lo recuerdo.

Mierda, mierda, mierda.

Había olvidado lo de la entrega de nuestro trabajo que realizamos en la semana, ni siquiera recordé que le había dicho que el sábado lo revisaría.

Joder Luc, me tienes absorta con tus habilidades y destrezas sexuales.

Casi corro para llegar a mi lugar.

—Lo lamento Martin olvidé por completo lo del trabajo—me disculpo apenada—pero si quieres yo hablo con la señora Reyes y le digo que ha sido mi culpa y distracción pero que...

—No te preocupes Melissa...

—No Martin, cómo no voy a preocuparme, si ha sido mi culpa y....

—No Melissa, me encargué de revisar todo y se lo mandé el sábado por correo a Reyes, así que no te preocupes.

Yo suelto el aire de los pulmones, que estaba reteniendo, y sonrío.

—En verdad que te debo una.

—Si aceptas esta noche a ir por unos tacos la deuda estará saldada—dice con una sonrisa en los labios.

No creo que esté bromeando.

—No creo poder esta noche, mejor cuando volvamos del viaje—respondo sentándome en mi lugar. Sospecho que a Luc no le va a gustar mucho eso.