Él estaba nervioso, mordía sus uñas y se paseaba como un animal enjaulado. Miró nuevamente el pequeño tazón que había dejado sobre la cama y luego su mirada se perdió en la puerta del pasillo que señalaba la palabra "baño" con un singular cartel colgado. Tragó con algo de pesadez el líquido que se había acumulado en su boca y optó por sentarse en la orilla del colchón a esperar.
Ella había entrado al baño hace poco más de veinte minutos. Sabía que se estaba demorando demasiado, pero al igual que Kirito que se encontraba afuera, estaba en extremo nerviosa. Una larga sesión de besos mantenía su ropa interior empapada y sus mejillas completamente coloreadas por saber lo que simples caricias lograban en ella.
Pero después de todo, esa era una de las muchas reacciones de su cuerpo a lo que él la hacía sentir.
Durante las dos semanas casados en aquel mundo virtual, la intimidad era uno de esos placeres que ambos disfrutaron cada día, varias veces al día. Solamente tres días habían tenido de descanso cuando ambos adoptaron a Yui.
¡¿Entonces por qué ahora se sentía tan nerviosa?!
— ¿A-Asuna? ¿Todo bien?
Preguntó algo trastabillado. No quería asustarla, le aterraba la idea de que fuera muy rápido todo para ella. Era el primer encuentro en el mundo real en donde estaban solos y en intimidad. Todo había sucedido muy rápido. Asuna había llegado temprano esa mañana a casa de Kirito, después de charlar algunos momentos con Sugu, se quedaron solos cuando un llamado entró al móvil de la chica quien con una sonrisa entre pícara y sonrojada les dijo que debía ir urgente con las chicas del club de Kendo.
Llevaron algo de beber a la habitación de él y entre los aperitivos que nerviosamente Kirito seleccionó de la cocina, tomó aquel tazón de esa fruta que había resultado demasiado tentadora. El llamativo color rojo y los innumerables puntitos que adornaban la fruta se miraban aún más deliciosos mientras eran mordidos por los labios rosados que se teñían en cada mordida de ella un poquito más.
Él se acercó con algo más de interés a Asuna, se quedaron viendo por algunos segundos sin emitir sonidos y sonrieron entre sí, mientras tiernamente Asuna le ofrecía una roja y gran fresa a Kirito.
—Di "Aah".
Ella soltó con una voz dulce y armoniosa, casi cantada y eso solamente lo hizo sonreír bobamente. Su tierna subcomandante quería darle de comer aquella fresa y él no iba a ser quién le negara algo a ella.
Abrió la boca y mordió tan cerca de los dedos femeninos que cuando abrió sus ojos, el sonrojo en las mejillas de Asuna era más que evidente. Eso había hecho una explosión en la mente del antiguo espadachín negro.
No se dieron cuenta quién comenzó. Lo cierto era que la distancia que los separaba se había esfumado y se encontraban besándose. Primero tiernamente, solamente roces pequeños entre sus labios y respiraciones profundas. Luego, Kirito tentó con la humedad de su lengua la boca de Asuna, quien sin negarse la entre abrió. Ese fue el inicio de la caricia más intensa.
Su boca sabía a fresa, dulce y fresca. El beso escaló velozmente, con él tomando con ahínco la estrecha cintura de Asuna, como si soltarla significara perderla. Y casi así lo sintió, porque al momento de separarse para mirarse fijamente y sacar su mano de ella, Asuna había enrojecido hasta sus orejas y había huido en dirección al baño.
Ahí llevaba cerca de veinte minutos, pero por una extraña razón, se sentían eternos para ambos.
Y todo por unas cuantas fresas.
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Nota de autor:
Primer día, listo!
Hola!! Bueno, acepté el reto de este Flufftober con mi gemela (Habrá algunas escenas no tan fluff y más smut, pero meh) y vamos por este primer día, a ver si no me quedo en el camino xD
No puedo dejar pasar la oportunidad de decir feliz cumpleaños a la waifu, Asuna!!!!! (sé que fue ayer :()
Gemelis, aquí está y aquí vamos!
Gracias a quien pase y nos leemos pronto!
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31 días Endulzados
FanfictionFlufftober 31 historias cortas -una por cada día del mes- con motivo del reto de octubre días endulzados. KiriAsu.