Advertencia: AlisCia
Eran dulces, jugosas y teñían graciosamente su boca. Amaba verlo comerlas bajo la suave brisa de aquel árbol al borde del río. El caudal era ligero y su sonido parecía una sinfonía que los invitaba a estar tranquilos.
Eran de reinos enemigos, pero ahí, solo eran ellos dos.
Ella la diosa de Underworld y él, el príncipe maldito de Overworld. Deberían ser polos opuestos, y así eran. Pero la atracción era innegable cuando se veían.
Ese día, ella había llevado una pequeña cesta con moras, tenía un vago recuerdo de hacerlo hacía mucho tiempo atrás por alguien a quien amó. Es que cuando pensaba en el príncipe, algo se removía dentro de la diosa, algo de lo que no tenía control.
No sabía exactamente en qué punto pasó de ser el "cabro" al joven dulce con el que se veía a escondidas desde que lo había curado del veneno. Poco a poco, la diosa se había enamorado perdidamente de él.
Y lo mejor... Era mutuo...
—Es increíble que se ensucie tanto siendo un príncipe.
Stacia lo mencionaba con dulzura, mientras limpiaba la comisura de los labios de Alistair.
—No puedo evitarlo, son exquisitos frutos de Underworld.
Él sostuvo la delgada mano de la diosa, con suma delicadeza acarició con la yema de los dedos en círculos, mirándola tan fijamente, que ella contuvo la respiración por esos instantes. Parecía hablar de ella cuando se refería a las moras, y Stacia así lo sintió.
—Se hace tarde. Solus y Terraria no tardarán en buscarme.
—Lo sé.
Un silencio se formó entre los dos. Parecían querer decirse mucho más con solo mirarse, pero los labios de ambos se cerraban y se negaban a decir lo que sus corazones gritaban; ellos se amaban.
—Dentro de dos días, traeré más moras.
—Esperaré con ansías.
Ella sonrió y emprendió camino de vuelta al castillo. El príncipe la miró y tardó algunos segundos en que sus pies de manera inconsciente se movieran hacia ella.
— ¿Qué ocurre?
La diosa se había sobresaltado un poco al verlo tomar su brazo. Las pupilas negras del príncipe y sus labios temblaron en armonía. Apretó su mano sin dejar de ser delicado y luego la soltó.
—Vaya con cuidado.
Solo esas palabras abandonaron su boca. No era eso lo que quería decir, realmente, no.
La diosa suavizó su mirada y con una tierna sonrisa se despidió.
¿Qué tan difícil era decir "te amo"?
Lo era, porque no debían hacerlo.
Por eso las moras seguían siendo la mejor excusa para verse.—Al menos, son deliciosas.— Alistair soltó un suspiro y montó a su fiel Sirrah, el hermoso pegaso tan negro como el carbón relinchó como si le reclamara por esa extraña cobardia con las mujeres.
—Por favor amigo, no es cualquier chica, es una diosa, la más hermosa y... ¡Sirrah!
Su compañero decidió solo elevarse para evitarle al joven príncipe decir más cursilerías para ocultar su torpeza con la bella diosa. Para el pegaso, era tan simple como decirle "te amo" en vez de "quiero más moras". Pero él no podía hablar, así que no le quedaba más que seguir siendo testigo de dos jóvenes aprendiendo a amarse en secreto.
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Nota de autor:
Para quien no sepa, AlisCia es la historia de amor del Príncipe Alistair (Kirito) y la diosa Stacia (Asuna) hecha en un mundo maravilloso de Mythical Butterfly de Sakura Zala SakuraZala
Gracias y nos leemos mañana!!
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31 días Endulzados
FanfictionFlufftober 31 historias cortas -una por cada día del mes- con motivo del reto de octubre días endulzados. KiriAsu.