Me cuelgo despacio de su cintura, la aprieto desde sus caderas y con besos suaves dibujo un sendero desde su hombro hasta llegar a su oído y suspiro con un gruñido. Podía sentirla aunque no dijera nada, podía oír sutiles respiraciones exhalando desde sus labios, mientras un leve vapor iba empañando el espejo frente a ella. Abro mis ojos para mirarla a través de su reflejo, sus párpados a medio abrir brillan febriles y sus pómulos completamente enrojecidos juegan a tono con su cabello recogido desordenadamente sobre sus delgados hombros. Su imagen hace hervir mí sangre.
—Eres tan hermosa.
Mí corazón le pertenecía a ella, solo a ella.
—Quiero amarte, Asuna.
Arrastré su nombre como si mí voz profunda fuera una súplica. No era que fuera la primera vez que le hiciera el amor, pero deslizarme por su silueta suavemente, a la luz titilante de las velas y esa magia que tenían sus dulces sonidos para hacerme enloquecer, y luego estaban sus besos húmedos que estallaban en mí cabeza y florecían como mariposas en mí estómago.
Quería amarla, hasta que me faltara el aliento.
Su piel suave parecía calentarse en cada roce de mis manos. En un movimiento algo brusco, atrapé entre mis dedos la extensión de su cuello, elevando su cabeza hasta apoyarla sobre mi pecho, acariciando hasta desatar el nudo mal hecho de la toalla que la cubría. Se veía tan frágil, con el aliento tibio soplé su piel erizada. La había desnudado.
Soltó un gemido sensual, como si lo hubiese arrancado desde el fondo de su pecho. Lentamente la recorrí, sin decir nada, solamente suspirando y jadeando al tocarla con todos mis sentidos, desde el tacto tibio, la vista erótica, su exquisito aroma excitado, sus sonidos delicados perdiendo sutileza y finalmente, el sabor entre salado y dulce, perfecto. Ella me deja hacer lo que quiero de ella.
La tomo entre mis brazos y la siento deshacerse en ellos, como si mis caricias hubieran deshecho todas sus fuerzas y la dejaran caer lacia contra mi cuerpo. Todo era románticamente sensual, como si lo hubiesen sacado de un libro. La oscuridad cómplice, agitada con sombras intrincadas que flameaban contra las paredes y nuestros cuerpos por las velas esparcidas por el suelo, y algunas otras sobre la pequeña repisa cerca de la bañera anticuada de grandes patas que sobresalían con tallados en el fierro de un color oxidado. Y en medio de todo, Asuna desnuda recuperándose en mis brazos de un orgasmo.
La repuse en la bañera, donde el agua tibia se sentía relajante y me senté tras ella mientras Asuna usaba mi cuerpo como un cómodo sillón de baño, con sus delgados brazos apoyados en mis rodillas, su espalda recostada en mi pecho. Mis manos continúan su labor de darle placer.
—Abre tus piernas. —Susurro contra su oído y la siento contraerse y yo mismo siento la tensión entre mis piernas. Asuna seguramente ya sentía mi ansiedad cerca de su parte lumbar.
—K-Kirito kun... — Lo dijo tan bajo mientras obedecía y llevo mis dedos a ese lugar palpitante y más tibio que el agua donde estamos.
El agua tibia se agita y parece calentarse aún más. Sus senos se tensaron contra mi mano que lo amasa y mis dedos hundidos en su centro sienten la contracción que los aprisiona. Y no doy más.
—Asuna...
Arrastro su nombre una vez más suplicante. Asuna se mueve meciendo toda el agua que rebalsa por algunos bordes y apaga algunas velas, aunque sigue quedando suficiente luz cálida para verla salir del agua desde su torso hacia arriba, acomodar sus piernas blancas una a cada lado de mis caderas y bajar sobre mí en una exquisita tortura.
—Para, para...
Lo digo mientras palpita y se estremece todo de mí, si ella seguía todo habría acabado ahí. Yo quería disfrutarla.
Una sonrisa lasciva se dibuja en sus labios y con crueldad comienza un vaivén que me hace caer rendido ante ella.
El agua tibia se enfrió, las velas se consumieron y la noche dio paso al sol. Pero el termino de todo solo me encontró con una sonrisa cansada en mi rostro, porque Asuna duerme agotada sobre mi pecho, porque pude amarla hasta que me faltaba el aliento.
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Nota de autor:
Aquí no, no tengo contexto xD así que me iré lentamente :D
Día 26!!!
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31 días Endulzados
Fiksi PenggemarFlufftober 31 historias cortas -una por cada día del mes- con motivo del reto de octubre días endulzados. KiriAsu.