Estaba nerviosa, demasiado. Jugaba con sus dedos y mordía su labio inferior, mientras miraba fijamente el cielo razo de la habitación que compartía con su amado, ahora, esposo.
El joven dormía plácidamente. Entre los estudios y el trabajo de medio tiempo en Rath, llegaba realmente agotado.
Le enterneció sobremanera que entre sus sueños murmurara su nombre en un suspiro. Acarició delicadamente la mejilla de él, corrió algunos mechones negros y con suavidad posó un sutil beso en su frente.
—Gracias por todo lo que haces por nosotros, Kirito kun.
Apenas lo susurró, no quería despertarlo. Sin embargo, Kirito se removió con un ronroneo bajo y abrió con pereza sus ojos, frotándose con el dorso de su mano.
—Asuna...
—Lo siento, no quería despertarte.
—No importa. — Hizo una pausa y se repuso apoyado en su codo, para mirarla desde arriba. — Quería verte, perdona, he estado llegando tarde.
Llevaba algunas semanas llegando cuando ella ya dormía. Asuna también estudiaba e iban en dos facultades distintas de la misma universidad. Ese había sido uno de los motivos por los que habían decidido vivir juntos, casarse.
—¿Me perdona, señora Kirigaya?
Un ligero tono entre meloso y varonil sonrojó las mejillas de Asuna, quién pronto le devolvió en respuesta una sonrisa hermosa, pero que guardaba un toque de miedo.
—Sé todo lo que trabajas por nosotros.
—Quiero que seamos felices, quiero darte todo.
—Darnos.
Kirito asintió, pero un segundo después reaccionó con confusión.
—No quería decírtelo así. —Asuna comenzó con un titubeo, temerosa de la reacción de su amado. —Pero...
—¿Qué quieres decir?
Él aún no entendía del todo lo que Asuna quería decirle.
Asuna respiró profundo y con sus ojos avellanas brillantes como si con ellos pidiera perdón, le tomó las mejillas con suavidad y murmuró.
—Estoy embarazada.
Kirito no dijo nada durante algunos segundos y luego la sonrisa más sincera y húmeda se formó en su rostro para ella.
—¡Tendremos un bebé!
Gritó algo alto para las horas de la noche y Asuna soltó una risilla de alegría y alivio por la sincera y cálida reacción de su esposo.
—No.
Aquella única palabra, descolocó a Kirito. ¿Qué quería decir?
—Es un 2x1. Son dos.
La sorpresa fue mayor y el poco miedo que pudo sentir ante el desafío, fue difuminada en el abrazo que compartieron en mitad de la noche.
¡Tendrían dos bebés! ¿Doble felicidad? Él estaba seguro que sí, porque la tenía a ella.
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Nota de autor
Hola, tarde, pero llegué. Estoy a mitad del camino ya, día 15, cumplido 💪
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31 días Endulzados
FanfictionFlufftober 31 historias cortas -una por cada día del mes- con motivo del reto de octubre días endulzados. KiriAsu.