7. Peluche

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Miraba incesantemente el gran mostrador. Cuando pensaba en un regalo para su amado, lo cierto era que lo último que le pasaba por la mente, era regalarle ese pequeño, adorable y esponjoso peluche negro con la curiosa forma de un gato.

Pero el felpudo peluche, no era un gato cualquiera, era un gato con dos espadas en sus manos y un gracioso sonido al presionarle su pancita.

Cuando lo tomó, una sonrisa hermosa adornó el rostro de Asuna y un coloreo calentó un poco sus mejillas. Todo en ese gato gritaba el nombre de su amado espadachín. Quizá era la figura de alguna caricatura, pero ¡Tenía dos espadas!

Volvió a reír sola ante la imagen chibi de Kirito reflejada en el peluche que ahora cargaba en sus manos. Porque sí, lo había comprado en un impulso. Aunque si era completamente sincera con ella misma, no sabía si dárselo o quedarse con él. Casi podía ver el rostro rojo de Kirito si ella llegaba a regalárselo.

Llegó a un café y dejó la bolsa con el regalo o autoregalo a un costado. Ahí vería a su amado Kirito.

Ella había planeado un día lleno de actividades junto a él. Desayuno en ese café donde lo esperaba, una película en el cine, almuerzo hecho por ella en su casa y un regalo que de solo pensarlo la ponía en acuarela de tonos rojos. Pero todo era por él.

Por mucho tiempo ella había sentido que era algo cercano a un alivio el día de cumpleaños de su amado. La razón era un poco vergonzosa, ella era un año mayor que él y; al menos durante una semana, dos años mayor. Pero desde que habían abandonado Underworld, sus edades mentales se habían invertido, Kirito había vivido dos años en ese mundo, antes que ella entrara, eso sin mencionar los 200 años que les habían borrado. Era este el motivo por el que ese día de cumpleaños de su amado se volvía especial, aunque Asuna ya había cumplido sus 19 años, técnicamente ambos tenían esa edad y ese día, ese 07 de octubre, aunque Kirito cumpliera sus 18, en realidad cumpliría 20.

Ese simple hecho la emocionaba de más. Ella podía y tenía el derecho de comportarse más niña con él cuando estaban a solas.

Estaba ensimismada en sus pensamientos cuando sintió la mirada oscura de Kirito sobre ella. Él tenía esa extraña costumbre de quedarse mirándola en silencio, aunque con toda sinceridad, a Asuna eso le encantaba. Sentía ese escalofrío que la recorría para luego quedarse conectando su mirada con la de él.

—Kirito kun.

—Buenos días, Asuna.

Kirito le sonrió. Era curioso el sonrojo en las mejillas de los dos, aunque ya no era por vergüenza, sino, por esa burbujeante sensación de cariño que sentían con solo verse.

—Felicidades.

Asuna lo mencionó con voz baja, extendiendo para él un paquete mediano. Era el primer regalo que le daría.

—Gracias. ¿Puedo abrirlo?

—Claro que sí.

Era un lindo día y todo había salido perfecto. Ya estaban en casa de ella, donde Asuna tenía un estofado muy apetitoso.

Mientras ella guardaba los cubiertos que habían usado, Kirito se acercó curioso a esa bolsa que Asuna había cargado todo el día. No era tan grande, pero un llamativo logo de una juguetería llamaba sobremanera su atención.

— ¿Es un peluche?

Asuna lo escuchó desde la cocina y se paralizó completamente roja. Él entró a la habitación donde ella estaba aún sin moverse.

—Asuna...

— ¡No lo pude evitar! Es demasiado lindo... y es para ti también... creo...

— ¿Dos espadas? ¿En serio? ¿Un gato con dos espadas?

La vergüenza de Asuna ya no podía teñir sus mejillas más rojas. Un breve, muy breve silencio vino justo antes de que Kirito estallara en carcajadas. El gesto de Asuna se le hacía en extremo tierno y aquel curioso regalo lo era en la misma medida.

—Me encanta. Soy tú gato.

Ella se acercó presionando la pancita del peluche y sonriendo aún sonrojada para él. Sonaba a un buen regalo que Kirito dijera que era su gato y mejor aún, porque el último regalo que le esperaba a su amado, eran una felpuda y larga cola con adorables orejitas y un sensual conjunto de lencería negro, porque no todo podía ser ternura cuando se amaban y deseaban tanto. Aunque eso, era contenido de una historia que empezarían luego de todas las risas que se habían dado ese día.


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Nota de Autor:

Primera semana cumplida!!!

Y no puedo no mencionar Feliz Cumpleaños a Kirito!! Está de más decir que lo amo, amo como ama a Asuna y como ella le corresponde!! 

Gracias y nos leemos mañana xD

31 días EndulzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora